por Jorge Martinez Jorge
En contexto
Con este título, el historiador Henry Ashby Turner publica su Ensayo sobre los treinta días que precedieron a la designación por parte del presidente alemán Von Hindenburg, de Adolf Hitler como Canciller, y con ello el inicio de una de las etapas más oscuras que el terrible Siglo XX nos tenía reservadas.
Llego a este libro, gracias a la mención que el periodista argentino Carlos Pagni hace de él, en una entrevista televisiva en donde presentaba su propia obra ensayística “El nudo” recién publicada en Argentina.
En su libro, un extenso ensayo de más de 700 páginas, Pagni desarrolla su investigación sobre la crisis de 2001 y el papel que en ella jugó el llamado “Conurbano bonaerense” en una lógica de los hechos en las que el autor encuentra sorprendentes similitudes con las de la Alemania de la República de Weimar y el período que precedió a la llegada del nazismo al poder.
La apelación del periodista a esta obra se produce como consecuencia del análisis de esas similitudes encontradas y la supuesta “inevitabilidad histórica” de los hechos, porque como dice Antonio Muñoz Molina en el Prólogo “…tendemos a pensar que las cosas, porque sucedieron, no tenían más remedio que suceder”.
El Ensayo
A lo largo de 350 páginas de un ensayo que se lee como una novela que recorre esos fatídicos treinta días, Turner demuestra “hasta qué punto el ascenso de Hitler dependió de una concatenación de hechos y circunstancias no sólo evitables, sino impensables e imprevisibles incluso para los analistas más perspicaces” y nos ofrece un libro “que es toda una advertencia para el futuro”.
Al contrario de lo que la historiografía vigente suele mostrarnos, Turner nos muestra que «en 1933 Hitler no era un hombre fuerte en el panorama político alemán, sino el líder de un partido en clara decadencia; no conquistó el poder, se limitó a jugar con astucia las cartas que otros repartían, y no se convirtió en Canciller como resultado de unas elecciones, sino aprovechando los errores, la desidia y las pugnas de quienes estaban en condiciones de evitarlo (y no lo hicieron, agrego yo)»
La lección y nosotros
Si la inmediata referencia de texto tan esclarecedor tiene que ver con nuestros hermanos allende el Plata, no nos es ajena en absoluto, porque los pueblos deberían aprender del pasado para evitar cometer los mismos errores.
El autor nos muestra y demuestra cómo, en tiempos de turbulencias, los proyectos, ambiciones y miserias personales de individuos con una cuota circunstancial de poder, suelen terminar siendo determinantes para que las cosas se den de cierta manera y no de otra. Mucho más emparentadas con el azar, que pone a las personas equivocadas en el lugar y momentos menos indicados, que con determinismo alguno.
Es válida también para que nosotros, uruguayos, podamos reflexionar sobre nuestro pasado reciente, en particular con los sucesos que nos llevaron hasta febrero de 1973, y los hechos acaecidos a partir de esa fecha.
Nada de lo que sucedió entonces, estaba escrito en parte alguna, y tal como sucedió con Hitler y el nazismo, nosotros también tuvimos nuestros Hindenburg y Von Pappen que hicieron posible que los hechos fueran los que fueron y no otros.
Una muy recomendable lectura para quienes no se conforman con la mirada única y monocorde, sino que buscan encontrar la otra cara de la verdad, el árbol escondido en medio del bosque.
A treinta días del poder
Henry Ashby Turner. Ensayo histórico.
Prólogo de Antonio Muñoz Molina
Edhasa