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Contraviento

El Realismo Mágico y los Plebiscitos On Demand

27 agosto, 2023
Realismo Mágico y Plebiscitos

Escribe Alfredo Bruno

Hace un siglo, días más o menos, nacía el Realismo Mágico como corriente literaria, que tendría en Latinoamérica a alguno de sus cultores más destacados. Se caracteriza por la construcción preciosista de atmósferas íntimas, donde lo real y lo sobrenatural conviven en armonía, en un marco de total normalidad, priman las emociones sobre la lógica y la línea del tiempo es una cuestión absolutamente relativa.

En ese mundo la magia y la fantasía son elementos cotidianos y operan en todo momento sobre la realidad, en un continuo devenir de presente, pasado y futuro que se superponen, intercambian o repiten, sin que ello parezca extrañar a sus protagonistas.

Ya en este Siglo, ese movimiento salta de las páginas de los libros y toma vida en la escena regional y también, ¡cómo no!, en la actividad política, donde una y otra vez se repiten episodios ya vividos, personajes que se creían muertos vuelven a los primeros planos para ser sustituidos luego por muñecos animados, y donde también una y otra vez se apela con normalidad a soluciones mágicas para enfrentar problemas reales, en acciones basadas solo en sentimientos.

San Plebiscito

Hay debates que es mejor no plantearlos, al ser de imposible solución. Así, no tiene sentido preguntarse que llegó primero, si fue Yemanjá, Santa Muerte, el Gauchito Gil, la homeopatía y Flores de Bach, o las peregrinaciones a la Gruta de Lourdes a buscar agua de OSE. No importa.

Lo cierto y real es que el culto mágico que marca tendencia en la actualidad, ante cuyo altar se postran tirios y troyanos confiándole sus esperanzas en un mejor futuro para sí y sus hijos, es San Plebiscito.

San Plebiscito
San Plebiscito

Nacido con la Constitución de 1934, a este Santo le ha tocado trabajar menos que a su hermano menor Referéndum, pero en cambio se le atribuye el milagro del NO de 1980, lo que hace pensar que está recubierto de mayores poderes mágicos.

En efecto, dicen sus seguidores que cada palabra que el Santo estampe en la Constitución pasa a ser sagrada y de esa forma soluciona todo problema, cumple cualquier pedido, endereza lo torcido, tuerce lo derecho y desface todo entuerto.

No es de extrañar entonces que, por diferencias litúrgicas menores, se preparen al menos tres convocatorias distintas a tan poderoso patrono, en procura de soluciones para temas ambientales, de seguridad social y de usura y deudas más recientemente.

En todos estos eventos, más algún otro que pueda escapar inadvertidamente a esta enumeración, los fieles aseguran que de lograr incluir sus palabras mágicas en el texto constitucional el problema de marras desaparecerá. De nada sirve recordarles que lo mismo decían hace 20 años cuando lograron que la Constitución declarara como Derecho Humano al agua, a cargo del Estado, pese a lo cual solo el Puma de Salus nos salvó de la mayor sequía de la historia.

Veamos, entonces, las distintas convocatorias a Plebiscito.

Distintos, pero iguales.

El Movimiento Uruguay Soberano lanzó tiempo atrás una iniciativa en procura de lograr varios cambios en el texto constitucional, algunos de ellos atendibles. No obstante, el remate del planteo reformista apunta a declarar «nulo el denominado «Contrato ROU-UPM», suscripto por el Poder Ejecutivo y la empresa UPM el 7 de noviembre de 2017″, así como a todo contratos o acuerdos que no contare con la venia parlamentaria que esa reforma pretende lograr, concluyendo que «Los contratos, acuerdos y actos administrativos alcanzados por las antedichas declaraciones de nulidad no generarán derecho a indemnización por lucro cesante.»

El PIT-CNT en tanto aprobó en los pasados días impulsar una iniciativa de reforma constitucional donde sus puntos centrales se basan en fijar en la Carta Magna «que la edad para jubilarse será de 60 años, establecer un monto mínimo jubilatorio vinculado al Salario Mínimo Nacional y la eliminación de las AFAP del sistema jubilatorio.» 

Cabildo Abierto por su parte, junto a otros compañeros de ruta, apuestan a incluir en el texto de la Constitución una Tasa Máxima de Intereses por todo concepto del 30 %, y que  las deudas contraídas antes del 18 de julio de 2023 podrán ser canceladas mediante el pago del monto inicialmente convenido, convertido a Unidades Indexadas al valor de la fecha de otorgamiento del contrato originario, más una Tasa Efectiva Anual del 4% por todo concepto.

En síntesis, diferentes actores con distintos objetivos, pero en el fondo animados por el mismo realismo mágico, que los lleva a acudir a fórmulas mágicas que permitan volver el tiempo atrás, eliminar realidades indeseadas y volver a la bucólica existencia intrauterina, aunque para ello se deba violentar gran parte de las normas jurídicas que la civilización ha construido por milenios.

Así, por arte de magia, contratos, empresas, servicios y funcionamientos pacíficamente aceptados por décadas desaparecerían de la faz del planeta, siendo nulos todos sus vínculos, derechos y obligaciones formales, sin que ello ameritara reparaciones siquiera, porque así lo diría la Constitución y los buenos y sanos principios que se perseguirían.

Tenga Su Plebiscito Ahora. Llame Ya!

En definitiva, nadie quiere quedarse sin agua, trabajar hasta morir o ser víctima de la usura.

Si para ello debemos detonar la exigibilidad de los actos contractuales, la imperturbabilidad de la norma legal, el principio de reparación del daño integral, y en definitiva toda la certeza y seguridad jurídica que han convertido a Uruguay en una isla de desarrollo frente a una región caótica, ¡no importa!

Siempre podremos hacer otro Plebiscito que añada al Artículo 1 de la Constitución que «como Uruguay no hay», y que «Uruguay es el mejor país…».

Además, claro, de solucionar de una buena vez por todas el disenso sobre el verdadero Decano del Fútbol Uruguayo…