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Contraviento

El Mito de Casandra

17 marzo, 2024

Por Arturo de León

 Las catástrofes muchas veces dejan, mezcladas con sus escombros, buenas enseñanzas. Siempre es más barato “anticipar” una catástrofe que “responder” a un desastre cuya probable ocurrencia hubiese sido ignorada. Esperemos que la crisis del agua nos haya dejado a nosotros y a los que gestionan la cosa pública estas enseñanzas.

La eterna lucha entre la predicción y la persuasión

Todo el mundo tiene la tendencia de aclimatarse al riesgo, basta con observar nuestro micro-mundo personal, cuando no a toda la historia de la raza humana

Si bien estamos inmersos en los efectos del fenómeno atmosférico denominado «el Niño»,  según organismos internacionales éste ya hizo su expresión máxima en diciembre de 2023, y se prevé termine en los meses de Abril –Mayo. Luego vendría una etapa neutral, pero ya nos alertan de un nuevo evento, «la Niña» a partir de los meses de Setiembre – Octubre. Si bien solo son probabilidades hay que tenerlas en cuenta

El Evento «La Niña»

La fase fría de la corriente de «el Niño» es conocida como «La Niña». Este fenómeno climático se caracteriza por temperaturas más frías de lo normal en la superficie del océano Pacífico ecuatorial, específicamente en la región central y oriental.

La Niña es considerada la fase opuesta de El Niño, en tanto durante ésta  las aguas del océano Pacífico ecuatorial se enfrían significativamente, lo que suele generar efectos climáticos opuestos en muchas partes del mundo y repercusiones en el clima global, con cambios en los patrones de precipitación y temperatura en varias regiones.

Por ejemplo, en América del Sur este fenómeno puede estar asociado con condiciones más húmedas en algunas áreas y sequías en otras.

Precipitaciones con la Niña

Uruguay

El anuncio previsto del fenómeno de El Niño se cumplió en Uruguay tal como lo pronosticaron,  un tanto caprichoso, ya que se manifestó con mayor intensidad en el centro y norte del país, dejando al suroeste con precipitaciones escasas durante el verano y en estos días nos ha dejado lluvias extremadamente abundantes.

La comprensión de La Niña y su interacción con otros fenómenos climáticos es crucial para los gobiernos y organismos estatales, ya que puede tener impactos importantes en los sectores agropecuarios,  (ganadería, lechería, granja y agricultura), la pesca, la gestión del agua y otros sectores económicos.

Situación actual

Según la Universidad de Columbia en el correr del año en curso es probable que entremos en la fase conocida como La Niña, cuya interacción en Uruguay ha desencadenado una serie de eventos de sequía que abarcan desde moderados hasta extremos, como se evidenció en el período comprendido entre 2019 y 2023.

Estos episodios han tenido un impacto significativo en diversos sectores de la economía nacional, especialmente en la agricultura, la ganadería y la producción lechera.

Además, la escasez de lluvias provocó serios problemas en el suministro de agua potable en varias regiones del país, exacerbando la situación en el área metropolitana, donde la demanda de agua es particularmente alta.

Gestión de Crisis ante una Posible Sequía:

1)Diagnóstico de la Crisis de Sequía: Evaluación de Riesgos y Vulnerabilidades

La primera etapa en la gestión de una crisis de sequía es la evaluación rigurosa de los riesgos y vulnerabilidades asociados. Esto implica analizar las condiciones climáticas actuales y las proyecciones a corto y largo plazo

2)Acción Estratégica para Mitigar los Efectos de la Sequía:

Una vez identificada la amenaza de sequía, se requiere una respuesta rápida y coordinada para mitigar sus efectos y proteger los recursos vitales del país.

Algunas estrategias clave incluyen:

Conservación del Agua:

Implementar medidas de conservación del agua, como la reducción de pérdidas en sistemas   de distribución, la promoción de prácticas de uso eficiente del agua, inversión importante para minimizar perdidas

Diversificación de Fuentes de Agua:

Explorar y desarrollar fuentes alternativas de agua, la captación de agua de lluvia, para reducir la dependencia de fuentes superficiales vulnerables a la sequía. Eso implica avanzar en mejorar represas en Belastiqui y sobre el Rio San José

Educación y Sensibilización

Promover la educación y la sensibilización pública sobre la importancia de la conservación del agua. 

Promoción de la Resiliencia a Largo Plazo:

Además de responder a la crisis inmediata como se ha hecho hasta ahora, es importante implementar medidas para fortalecer la resiliencia a largo plazo dando soluciones duraderas y anticipadas.

Conclusión

La gestión de crisis frente a una posible sequía requiere una combinación de diagnóstico preciso, acción estratégica y colaboración multisectorial. Los países que adoptan un enfoque proactivo hacia la gestión de la sequía están mejor preparados para enfrentar estos desafíos. La baja percepción de riesgo y en general el olvido a la “pobre Cassandra” nos puede hacer pensar que el Caballo de Troya de marzo nos lo regalaron lleno de agua y lluvias y cuando le abramos sus compuertas solo encontremos sequía y un catálogo de excusas para ofrecer a la población

Las calamidades y las catástrofes – incluidos los accidentes – podrían provenir de una única causa o de un cúmulo de causas combinadas, una terrible “Hidra” de acontecimientos y consecuencias; una serie de pequeños eventos que, aislados, parecieran inofensivos pero que, servidos en un cóctel letal, desencadenarían un catastrófico desenlace.