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Contraviento

¿Cantonalización? No gracias. I. Datos

23 diciembre, 2025

Mi amigo Carlos, con quien compartimos muchas coincidencias y bastantes discrepancias, está empeñado en la cantonalización de Uruguay. Y no digo «empeñado» en un sentido peyorativo, sino con el reconocimiento del esfuerzo que realiza para convencer de algo que a él le resulta totalmente razonable.Uno de sus artículos sobre este tema lo pueden ver en Contraviento.uy.

Por contra, yo he sido (y soy) sumamente escéptico sobre esa propuesta. Se lo he dicho varias veces, pero vale la pena analizar razones de por qué sí o por qué no. Cada lector podrá luego decidir de acuerdo a su leal saber y entender. Y, como corolario, presentaré lo que yo creo que es la mejor reforma posible para Uruguay.

Como el tema es largo y denso, lo dividiré en tres partes, que serán sucesivos artículos. El primero de ellos estará dedicado a la comparación numérica de algunas variables clave de ambos países. El segundo a analizar específicamente la cantonalización de Uruguay en comparación con Suiza. Y el tercero estará dedicado a mi propuesta de regionalización en lugar de la cantonalización de Carlos o la división administrativa actual en 19 Departamentos.

La geografía y la demografía

Pese a que Uruguay es el segundo país independiente más pequeño de Sudamérica (sólo por encima de Surinam), el mapa muestra que es cuatro veces más grande que Suiza: 41.290 km² de este último frente a los 176.220 km² de Uruguay. Uruguay tiene más carreteras totales (137.748 km vs. 84.868 km en Suiza), pero menos por km² (781,7 km vs. 2.055,4 km). Suiza tiene 26 cantones semiindependientes y organizados en una confederación, mientras que Uruguay tiene 19 Departamentos, organizados según un modelo centralista unitario basado en la capital, Montevideo.

Suiza tiene, por otra parte, una población tres veces más grande que la de Uruguay, 3,387 millones frente a los 9,034 millones de Suiza. La combinación de una superficie pequeña y una población alta, respecto a las uruguayas, hace que la densidad de habitantes sea 10 veces más grande que la de Uruguay. La densidad poblacional de Suiza es de 218,8 habitantes por km², mientras que en Uruguay es de solo 19,2. Esta es ya una importante diferencia que juega mucho en el contexto de la pretendida cantonalización.

Curiosamente, no existe una enorme diferencia si uno mira los Departamentos más y menos poblados en Uruguay y hace lo mismo para los cantones suizos. Flores, el Departamento más pequeño de Uruguay, tiene unos 26.271 habitantes y Montevideo, el más poblado, tiene 1.302.954 habitantes. Entretanto, en Suiza el más chico es Appenzell Innerrhoden, con 16.293 habitantes y el más grande es Zúrich, con 1.553.423 habitantes (los datos son de Wikipedia, así que pueden tener ligeras diferencias con los reales).
Si miramos la distribución poblacional en los Departamentos uruguayos y los cantones suizos, se obtiene la gráfica en la figura adjunta. El descendo de población entre Departamentos es mucho más acusado que el de descenso entre cantones, es decir, la población está mejor distribuida en Suiza que en Uruguay.

Un punto interesante es saber cuántos Departamentos en Uruguay contienen a la mitad de la población (aproximadamente) y cuántos cantones en Suiza. Los números confirman la afirmación anterior, dos Departamentos de Uruguay (el 11% del total) concentran a la mitad de la población del país, mientras que el mismo número en Suiza es cinco cantones (el 19% del total). Nótese, además, que si quitamos estos cinco cantones, los siguientes 21 tienen una población mayor que Uruguay (appx 4.5 millones) pero mucho mejor distribuidos (ver las líneas en la gráfica).

La economía

Uruguay, con un PIB total de solo 80.962 millones de USD frente a los 936.564 millones de Suiza, no tiene el mismo colchón financiero que el país europeo. El PIB per cápita de Suiza es de aproximadamente 103.670 USD, más de cuatro veces el de Uruguay (23.910 USD). La deuda pública general de Uruguay alcanza el 68,69% del PIB, casi el doble que la de Suiza (37,52%). La tasa de desempleo en Uruguay es del 8,4%, el doble que en Suiza (4,1%), y la inflación es del 4,9% frente al 1,3% suizo.

En otras palabras, la riqueza promedio de un uruguayo es la cuarta parte de la de un suizo y la deuda per cápita es el doble, tiene el doble de desempleo y sufre una inflación casi 4 veces mayor. Es interesante ver una gráfica de la contribución porcentual de cada Departamento o cantón al PIB nacional, lo que se muestra en esta imagen a la izquierda.

Claramente, en el caso de Uruguay, Montevideo domina la distribución, con la mitad del PIB nacional. Para conseguir lo mismo en Suiza se necesitan cinco cantones. Asimismo se ve que la distribución de riqueza es mucho más suave en Suiza que en Uruguay.

Sin embargo, podemos tener una mirada diferente. Sabemos que gran parte del PIB es producido por el consumo, lo que implica que los Departamentos y cantones con mayor población podrían influir en esa gráfica que presenté antes. Y, efectivamente, algo de eso se ve en la siguiente gráfica. a la derecha.

Es decir que, independientemente del PIB total que es mucho mayor en Suiza que en Uruguay, la participación de cada Departamento o cantón en el PBI per cápita es similar, sacando Montevideo en Uruguay y Basel-Stadt y Zug en Suiza. De hecho, la homogeneidad es mayor en Uruguay que en Suiza, ya que la diferencia entre la participación mayor y la menor en Uruguay es 4.8 puntos porcentuales y en Suiza es de 8.1 puntos porcentuales.

Datos importantes también a tener en cuenta en la comparativa son que el GINI en Suiza es 0.331, mientras que en Uruguay es más alto 0.442, pese a que los porcentajes de pobreza no son tan distintos, 9.6% en Uruguay y 6.6% en Suiza.

Cultura e Historia

Desde el punto de vista cultural, una diferencia notoria es la homogeneidad de Uruguay, donde 95.7% de las personas hablan el mismo idioma, vs. la heterogneidad de Suiza, donde el 61.4% habla Alemán, el 22.6% habla Francés, el 7.7% habla Italiano y el 0.5% Romanche. Esto se evidencia en la distribución cantonal que se ve a la izquierda.

Esto, además, está complicado por el tema religioso, donde algunos cantones tienen mayoría católica (rojo) y otros mayoría protestante (azul) según la división que se muestra en la imagen de más abajo  a la derecha. Hoy por hoy, hay en Suiza

  • Sin afiliación religiosa / ninguna religión: 35,6%
  • Catolicismo romano: 30,7%
  • Protestantismo suizo (Reformado): 19,5%
  • Otros cristianos: 5,8%
  • Islam: 6,0%
  • Judaísmo: 0,2%
  • Otras religiones: 1,3%
Como comparación, en Uruguay tenemos un 50.7% sin afiliación religiosa y un 36.5% de católicos, mientras que el restante 13% se divide entre religiones menores o prefieren no contestar. El protestantismo en todas sus ramas no llega al 6%.
Uruguay, como país moderno en un continente conquistado tardíamente, tiene una historia relativamente tranquila. Fuera de las poblaciones indígenas, nómades o seminómades, la Banda Oriental fue conquistada predominantemente por España, lo que es la base de nuestra homogeneidad idiomática. Desde 1624, con la fundación de Villa Soriano por los jesuitas, la Banda fue fundamentalmente española, aún cuando los portugueses/brasileros fundaron Colonia del Sacramento en 1680. Perteneciente al Virreinato del Río de la Plata desde 1776, las cosas se pusieron movidas en 1811, los portugueses/brasileros se pusieton impertinentes entre 1816 y 1820 (donde fuimos Provincia Cisplatina) y entre 1825 y 1828 devenimos indepentientes.

La historia de los Departamentos empieza en 1816 con la fundación de Montevideo, Maldonado, Soriano, Canelones, San José y Colonia (y, un poquito más tarde ese mismo año, Paysandú y Cerro Largo). De ahí saltamos al 28 con Durazno, al 37 (Lavalleja, Salto y Tacuarembó), Florida en el 58, Río Negro y Rocha en el 80, Artigas, Treinta y Tres y Rivera en el 84 y Flores en el 85. Es decir, los Departamentos en Uruguay se crearon en un período de unos 70 años y hace 140 años que esa división administrativa ya no se toca, habiendo transcurrido gobiernos de todos los signos posibles.

Suiza tuvo una historia más agitada. La Confederación Helvética se creó unos 530 años antes que Uruguay, en 1291 con sólo tres cantones, comunidades rurales en los Alpes centrales que juraron alianza (el Juramento del Rütli) para resistir el control de los Habsburgo y el Sacro Imperio Romano Germánico. El número creció por necesidad defensiva: en el siglo XIV, se unieron Lucerna (1332), Zúrich (1351), Glaris y Zug (1352), y Berna (1353), formando los «Ocho Cantones Antiguos» (Acht Orte). Esta expansión fue a través de tratados de «alianza eterna», no de conquista centralizada, lo que permitió a cada entidad mantener su soberanía. Es decir, el origen de Suiza es cantonal y aluvional, a diferencia de Uruguay que nació unitario y se fue luego desagregando.
La historia de Suiza siguió (según nos cuenta Wikipedia) y entre 1481 y 1798, se añadieron más cantones como Friburgo y Soleura (1481), Basilea y Schaffhausen (1501), y Appenzell (1513), llegando a los «Trece Cantones Antiguos» (Dreizehn Orte). Algunos se incorporaron como aliados o territorios asociados, reflejando la diversidad religiosa (católicos vs. protestantes) y lingüística. Divisiones posteriores aumentaron el número: Appenzell se separó en Innerrhoden (católico) y Ausserrhoden (protestante) en 1597; Basilea en Stadt y Landschaft en 1833; y Jura se independizó de Berna en 1979 tras un plebiscito, llegando a 26. Estas divisiones respondieron a tensiones internas por religión, idioma o identidad regional, que llegan hasta nuestros días. Nada de esto sucedió en Uruguay, donde todas las divisiones fueron por razones más o menos de lógica administrativa.
Con estos datos entonces, en el segundo artículo veremos las razones por las cuales considero inapropiado la cantonalización de Uruguay, para, en un tercer artículo, proponer una solución alternativa que recoja parcialmente la visión de Carlos y la mía.

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