Saltar al contenido
Contraviento

Escuelas cerradas: abuso de poder y desprecio por lo público

5 noviembre, 2025

Denise Aín
Los niños han quedado solos, en la calle, sin saber qué hacer ni a dónde ir. Fueron
expuestos a riesgos de todo tipo que, por su corta edad, muchos ni siquiera
dimensionaron. Los diarios locales, refieren situaciones de intranquilidad, desamparo y
angustia.

No se trata éste, del inicio una típica historia de abandono, sino del escenario con el que se encontraron los alumnos de escuela N°5 de Punta del Este el miércoles pasado,
cuando para su sorpresa, la escuela los esperó (valga el eufemismo) con las puertas cerradas, sin ningún docente, administrativo, ni autoridad que se asomara siquiera.

Los funcionarios de esa que otrora llamábamos “segunda familia” o al menos “segunda
casa”, adhirieron al paro convocado en el marco del debate sobre el presupuesto nacional, sin reparar en un detalle al parecer menor: los niños.
Si bien aquellos que usan comedor fueron derivados a otra escuela para retirar sus
viandas, el sentido común hace suponer que muchos de ellos llegan a la escuela solos,
como parte de la rutina familiar, por lo cual, el riesgo al que fueron expuestos, lejos de
minimizarse se incrementó.

Decía que no se trata de una historia típica de abandono, pero sí se trata de una historia de abandono. La institución que después de la familia debe velar por la seguridad, atención y continuidad educativa de sus alumnos, renunció ese miércoles a sus responsabilidades más elementales, y lo hizo (se supone) por causas más elevadas.

¿Hay acaso causas más elevadas? ¿Cómo se explica que se busque defender la
educación y la niñez, vulnerando justamente el derecho a la educación y desamparando a los niños?

Amén del sentido de la responsabilidad que ha campeado, cabe preguntarse cuántas
escuelas privadas hubieran procedido de la misma manera. La respuesta obvia es
“ninguna”, porque ninguna tiene a su alumnado asegurado. En ámbito público, sin embargo, por circunstancias socioeconómicas la gran mayoría de los usuarios son tan beneficiarios como rehenes.

Ese en el que los usuarios son rehenes, en el que las responsabilidades fácilmente se diluyen, en el que nadie es sancionado, y en el que se tienen pocas chances reales de perder alguna cosa, constituye el ámbito propicio para que se arrasen sin prurito alguno, los derechos básicos de los niños y las familias más desfavorecidos.
Va de suyo que cualquier trabajador tiene derecho a adoptar las medidas de lucha que
la Constitución contempla, sin embargo, no parece igual de evidente que toda familia
pueda, querer y/o necesitar hacer uso de su derecho de mandar a sus hijos a la escuela, aunque haya paro, y aunque el servicio pueda verse resentido.

Quienes vulneran el derecho a la libertad individual (en este caso y en tantísimos
otros), no solo pecan por ello, sino, lo que es más grave, procuran justificar su condición totalitaria, invocando argumentos que poco tienen de justos y mucho menos de morales.
Así las cosas, los guardianes de la educación, de “las niñeces” (como les gusta decir a
algunos), y de los derechos ciudadanos, encarnan al mismo tiempo al adulto irresponsable, abusando del derecho de aquellos más vulnerables, que, por si fuera
poco, son quienes más contribuyen a sustentar con cada impuesto, desde la formación
terciaria “gratuita” hasta los sueldos de quienes los arrojan al abandono.
El Estado (encarnado en los funcionarios de turno) se ha tornado cada vez más en un Estado
fallido, y muchos de sus funcionarios en funcionales. El desprecio tanto por lo público, como por la libertad individual, lejos de partir de aquel a quien el Estado le falla, parece ser a todas luces, el alimento del que el Estado se nutre.
Pienso ahora en el final de esa jornada de miércoles, del miércoles, y en papás
cansados, intentando explicar a sus hijos lo sucedido. Inevitablemente me viene a la
cabeza la imagen del lobo feroz disfrazado de la frágil abuelita frente a Caperucita, pero dudo que sea una historia tranquilizadora de cara al día siguiente si el lobo sigue en la escuela.

[b]Sitio alojado en Montevideo Hosting[/b]