La policía militar trató de contener a los radicales con gas pimienta y bombas paralizantes sin éxito.
Un nutrido grupo de simpatizantes consiguió saltarse el control de la Policía Militar y acceder a una rampa de acceso a la parte alta del Congreso con pancartas que rezan lemas como «Lula en la cárcel», «intervención militar» y «Bolsonaro presidente».
Justo una semana después de su toma de posesión como presidente de Luiz Inácio Lula da Silva partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro han tratado de invadir el edificio del Congreso en Brasilia que no está en período de sesiones, que se retoma en febrero.
Estos manifestantes llegaron el sábado a Brasilia en alrededor 80 autobuses con manifestantes que no aceptan la derrota de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales y exigen la destitución del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Mientras tanto Jair Bolsonaro permanece en Orlando, EE.UU., por consejo de sus abogados.
El Ministerio de Justicia había ordenado un refuerzo de la seguridad en torno al Congreso.
Algunos de los agitadores se han dirigido al palacio presidencial, el Palacio de Planalto en donde han conseguido ingresar como también han irrumpido en el edificio del Tribunal Supremo.
Minutos después, efectivos de la seguridad del Tribunal Supremo Federal y de fuerzas de choque de la Policía Militar del Distrito Federal han conseguido recuperar el control del edificio.
Los simpatizantes de Bolsonaro han acampado frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para «salvar Brasil» y deponer a Lula, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.
Las fuerzas de seguridad no han disuelto estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, punto de partida de la manifestación que ha terminado con la toma del Congreso. Las acampadas comenzaron tras confirmarse la derrota electoral de Jair Bolsonaro frente a Lula.