Escribe: Manuel Da Fonte
Uruguay no ha trabajado a fondo en generar un sistema de movilidad seguro en rutas nacionales, por lo cual como ocurre ahora en el verano, sí se incrementa la utilización del mismo, no puede esperarse otra cosa que el incremento de siniestros.
Es lo que ocurre todos los eneros, cuando se incrementa notoriamente el uso de las carreteras por parte de Uruguayos y de extranjeros, debido al ingreso de un importante número de turistas, sobre todo Argentinos, y a la mayor cantidad de viajes en rutas por igual razón, por parte de la ciudadanía.
Más de 460.000 turistas ingresaron al país en 18 días de enero
https://contraviento.uy/2023/01/13/cada-vez-llegan-mas-turistas-argentinos/
Afirman desde UNASEV que enero siempre fue uno de los meses con mayor siniestralidad.
En general se puede observar una correlación muy firme entre la siniestralidad y el ingreso de vehículos por la frontera, tanto terrestre como marítima, o con el incremento del pasaje de vehículos por los peajes de más flujo a nivel de rutas nacionales.
En tan sólo 13 días de enero, van 19 muertos en siniestros viales
Los siniestros de tránsito en rutas, suele tener peores y más graves consecuencias que los que ocurren en ciudades, debido a la mayor velocidad de los vehículos, y a la mayor presencia de vehículos pesados, lo cual hace que en un choque entre vehículos de muy distinta masa, las consecuencias sean mucho más graves para los más vulnerables.
Dos componentes fundamentales en los que hay que trabajar para tener un sistema seguro, son la mejora de la seguridad del parque automotor circulante, y poner énfasis en la seguridad del diseño vial, priorizando los elementos de seguridad en las carreteras y sobre todo el diseño vial en los cruces.
En suma: VÍAS Y VEHÍCULOS MÁS SEGUROS, son dos de los pilares de la seguridad vial que han sido por lo general, dejados de lado en nuestro país.
Otro componente muy importante es la fiscalización intensa y persistente, que logre que se cumplan con las normas de tránsito, sobre todo aquellas que fueron establecidas para brindar seguridad y evitar lesiones en los ocupantes de los vehículos.
Tampoco hay que dejar de lado la asistencia médica en tiempo y forma, la cual culmina la derivación de los pacientes a centros especializados de trauma que puedan brindar asistencia dentro de la primera hora de ocurrido el siniestro. Esto en Uruguay no se cumple, y el porcentaje de siniestrados que muere en el lugar del evento es muy elevado, por encima de los estándares internacionales.
Llama la atención que el enfoque de las entidades encargadas de velar por la seguridad vial sigue siendo insistir en aquello que no da resultados, y que consiste en responsabilizar sobre todo a los usuarios del sistema, que además suelen ser las víctimas del mismo.
Director de UNASEV adjudica siniestros de enero a imprudencias de los conductores
Insistir en la imprudencia y la distracción de los usuarios, y que la solución pasa por la concientización y educación de los escolares y liceales, está más que demostrado que son enfoques carentes de resultados.
Si analizamos algunos detalles de los últimos siniestros mortales ocurridos en pocas horas, que sumaron 4 víctimas fatales adicionales a la estadística del 2023, y varias decenas de heridos, varios de ellos graves, podremos observar fácilmente, cómo los mismos están más vinculados a fallas en los pilares de la seguridad vial, que a imprudencias de las víctimas.
El caso que vamos a analizar en este artículo, es el vuelco del ómnibus de transporte interdepartamental de la empresa Copsa, ocurrido en ruta Interbalnearia.
(En un siguiente artículo analizaremos alguno de los otros siniestros ocurridos con víctimas fatales).
Siniestro de tránsito fatal al volcar ómnibus en ruta IB
En este caso, analizaremos los factores más evidentes que aparecen participando en la ocurrencia y consecuencias del siniestro, a saber:
- FACTOR USUARIO INSEGURO
Aparte de la denunciada falla mecánica que aparentemente ya presentaba esta unidad en los días previos, que determinaba una notoria inestabilidad en su marcha, lo que sí es evidente, por la magnitud y la cantidad de lesionados existentes, corroborado por las propias declaraciones de los siniestrados, es que ninguno de los pasajeros usaba el cinturón de seguridad.
Las autoridades de la propia empresa declaran que no obligan a los conductores a exigir a los pasajeros el cumplimiento de la norma.
Ni la Policía Caminera, ni las autoridades del MTOP, fiscalizan ni exigen que la misma se cumpla. Evidentemente esta norma no evita la ocurrencia de siniestros, pero sí tiene un enorme impacto en reducir las consecuencias del mismo.
Esta unidad no sufrió un colapso de su estructura al volcar, pero los pasajeros no sujetos a sus asientos, dando vueltas y golpeándose dentro del vehículo, es lo que explica la gravedad de las lesiones y la cantidad de lesionados que arrojó este siniestro.
En este punto le asiste la razón al director de UNASEV, nadie fiscaliza nada.
No hay metas de fiscalización en los organismos competentes, y ningún funcionario, ni técnico ni político, se siente en la obligación de responder ante la ciudadanía por la falta de metas a cumplir en su trabajo.
Esta característica principal del funcionamiento de la burocracia encargada de regular el tránsito y el transporte, es la principal responsable del escandaloso incumplimiento de la mayoría de las normas y reglamentos en el tránsito, como hemos analizado en varios artículos. (Uso de sillas infantiles (SRI), control de alcoholemía y drogas, uso de cinturones de seguridad, control de animales sueltos, control de cantidad de horas manejadas en choferes profesionales, motos sin papeles, conductores no habilitados, vehículos con chapas viejas, Seguro Obligatorio de Accidentes (SOA), Inspección Técnica Vehicular (ITV) etc.)
El uso obligatorio de cinturones de seguridad en ómnibus, es una muestra más de otra de las tantas normas y leyes vinculadas a la seguridad vial, que sólo y únicamente existen en el papel.
A partir del año 2013 por ley, es obligatorio el uso de cinturón en todos los pasajeros de ómnibus interdepartamentales
https://www.impo.com.uy/bases/leyes/19061-2013/4
La norma rige desde el 2014, dado que se reglamentó en abril de ese año, hace nada menos que 8 años, y nadie la fiscaliza ni la hace cumplir.
https://www.impo.com.uy/bases/decretos-reglamento/81-2014
Los costos que tiene esta omisión, además de las vidas perdidas y el sufrimiento que provoca en las familias, deriva de que genera decenas de lesionados graves, que además de sufrimiento, generan costos en atención médica, recuperación, períodos fuera de la actividad laboral, secuelas invalidantes que deben atenderse, y un enorme consumo de recursos policiales, de bomberos, médicos y ambulancias, en el rescate y traslado de las víctimas.
Ninguna autoridad se va a hacer cargo y responsabilizarse de tamaña omisión en el cumplimiento y aplicación de la ley?
Así que en este siniestro, si nos focalizamos en las consecuencias del mismo, tiene un gran peso el factor usuarios inseguros debido a la ausencia total de fiscalización para hacer cumplir la ley, que hace obligatorio el uso de cinturones de seguridad en todos los pasajeros del transporte interdepartamental. Hace 8 años que es obligatorio, pero nadie consideró que sea necesario fiscalizar su cumplimiento, ni siquiera medir el grado de acatamiento a la norma.
2. FACTOR VEHÍCULO INSEGURO
En cambio, si nos focalizamos en lo que causó este siniestro, pesa evidentemente mucho el factor vehículo inseguro, sin controles y mantenimiento adecuados, lo cual queda en evidencia por lo ocurrido, los testimonios de usuarios y observadores, que se quejaron de los movimientos anormales del vehículo, en varias oportunidades, durante este, y en otros viajes anteriores, además de los testimonios registrados en video desde la ruta, y por último por el propio testimonio del conductor, sorprendido por el anormal movimiento sin sentido del vehículo que conducía.
Video del ómnibus de Copsa previo a la ocurrencia del siniestro
Audio del chofer del vehículos minutos antes del siniestro
Luego de ocurrido el siniestro, el Sr. Director de Transporte Carretero del MTOP, Carlos Flores, manifestó que: “el Ómnibus de Copsa accidentado “estaba en condiciones” de circular.”
“El ómnibus inclusive tenía la habilitación técnica para circular, desde el punto de vista de la revisión y de los mantenimientos estaba en perfecto estado de circulación”, dijo en conversación con Radio Universal.
Declaraciones del Director de Transporte Carretero del MTOP
Declaraciones del Sr. Gerente de Copsa
Además, agregó el Gerente de Copsa, Javier Cardoso, que: “el ómnibus había tenido un chequeo general en un taller especializado en carrocería a mediados de diciembre de 2022. Los mantenimientos son de forma periódica, dijo Cardoso, y cuando el coche pasó por el taller tuvo una inspección de suspensión, de la barra estabilizadora y amortiguadores, y la conclusión de los mecánicos fue que “estaba en perfecto estado”.
La actitud frente al siniestro de los diferentes implicados, suele ser tratar de deslindar responsabilidades, afirmar que estaba todo en regla, habiendo cumplido todos los controles y chequeos, así como ajustados a toda la reglamentación vigente.
Pero evidentemente algo de lo que se hizo no fue suficiente para detectar una falla que evidentemente ocurrió y causó el siniestro.
Nadie se pregunta qué fue lo que pasó para que no se detectara la falla, ni en la inspección del MTOP, ni en los talleres de la empresa?
Podrá volver a repetirse un siniestro como este?
No hay alguna forma de realizar un control o chequeo más específico que permita evitar la reiteración de la falla ocurrida?
¿Se trata de una falla aislada o es un problema que se repite en este modelo de ómnibus?
El MTOP no se cuestiona si son suficientes los controles que realiza, y si no debería realizar controles aleatorios en ruta?
La razón por la que no tenemos respuestas a todas estas preguntas, es porque en ningún caso, en el transporte carretero de vehículos de carga, de pasajeros, o particulares, se realiza una investigación por un comité independiente de las autoridades, que busque analizar exhaustivamente todas las causas participantes en un siniestro, y así poder establecer recomendaciones para que no se vuelvan a repetir.
Un elemento muy importante en el ítem vehículo inseguro, es que esta unidad no cuenta con un dispositivo tecnológico, que evita gran parte de las situaciones de pérdida de control frente a maniobras bruscas, o movimientos anormales.
Se trata del Control de Estabilidad (ESP) que es obligatorio para autobuses de pasajeros y camiones de gran porte en Europa desde hace ya 13 años.
Desde el 2009 el ESP o Control de Estabilidad es obligatorio en Europa para vehículos pesados
ESP será obligatorio a partir del 2022
En 2017 se anunciaba que la nueva ley de tránsito exigirá el ESP obligatorio y que se aplicará a partir del 2022. El decreto abarcará a los vehículos de categoría M y N. En el caso de los automóviles livianos se empezará a exigir a partir de 2022 y luego, a partir de 2024, a aquellos con más de ocho asientos y los de transporte de carga y los acoplados.
Ya no ocurrió, y la ley sigue aguardando por su reglamentación habiendo pasado ya más de tres años de su aprobación.
3. FACTOR VÍA INSEGURA
También en este caso podemos observar que hay algunos elementos que de haber estado presentes podrían haber evitado las peores consecuencias de este siniestro.
En la zona donde ocurrió el mismo, hay un profundo desnivel en el lateral de la ruta, por lo cual se colocó un guardarrail, pero que por las consecuencias ocurridas, y por lo que se observa en la imagen, el mismo es claramente insuficiente para contener a vehículos de gran porte, no logrando evitar que el ómnibus se precipitara en el desnivel al borde de la ruta.
Tampoco existe una barrera sobre el cantero central, que impida el cambio de senda e invasión de la vía de circulación en sentido contrario, lo cual pudo haber determinado un siniestro con más vehículos implicados.
4. RECOMENDACIONES
Como conclusión: en todo siniestro suelen concurrir múltiples causas participantes, algunas inciden en la ocurrencia del siniestro, otras sobre todo en las consecuencias del mismo.
Si no las estudiamos y analizamos todas y cada una de ellas, en cada siniestro en particular, por parte de un comité independiente, que permita arribar a conclusiones y establecer recomendaciones específicas para evitar la reiteración de siniestros similares al analizado, nada de esto va a cambiar.
Las autoridades habrán tomado nota de todas las omisiones y falencias detectadas en este siniestro, y ya estarán estableciendo los mecanismos para que situaciones como la ocurrida no vuelva a ocurrir?
Establecerán metas de fiscalización y cumplimiento de la obligatoriedad de uso del cinturón de seguridad en ómnibus?
Se pondrá como meta reglamentar la ley de tránsito que hace obligatorio el equipamiento con ESP o Control de Estabilidad para que entre en vigencia en 2023?
Revisarán los criterios de colocación de barreras de contención y estructura adecuada de estas y de los guardarrailes, para que realmente cumplan con su función?
Crearán un comité de expertos y asesores que investiguen los siniestros más graves para poder obtener recomendaciones que eviten la reiteración de siniestros?
Mientras se siga insistiendo con el enfoque basado en la responsabilidad de los usuarios, que en general son además las víctimas, y que la solución pasa por educarlos, concientizarlos, y formarlos, nada de lo anterior va a ocurrir, y la situación seguirá empeorando con el aumento del tránsito.