Escribe Federico de los Santos
Acabo de abrir el diario del lunes. Otra vez. Es así como ya sé lo que va a pasar durante el fin de semana, porque el diario es el del lunes próximo. Así que ya sé cuál es el tema con Laura y cuál será el devenir de los hechos.
Porque esto ya le pasó a Pedro. Y también le pasó a Novick. Es como que no aprendieran, o quizás, como dicen algunos conspiranoicos, el resultado de un pacto arreglado entre los fundacionales y los revolucionarios.
Hay varias interrogantes en la política nacional y uno debería abstraerse de sus preferencias e intereses. Conocimos a Laura de la mano de Ignacio Álvarez en el periodístico Zona Urbana. Comentábamos ese programa con mi novia de aquella época. Todo el mundo al otro día hablaba de Zona Urbana, de las locuras de Escanlar (que lo extrañamos pila) y de cómo Laura nos enseñaba economía.
Laura sale de la actividad profesional en la cumbre de su carrera y se embandera recuperar Montevideo. “Recuperar Montevideo”, para el 30% de los montevideanos significa mejor transporte, limpieza, iluminación, actividades de esparcimiento, orden, previsibilidad, accesibilidad e integración. Estoy describiendo Curitiba o Santiago de Chile. A Santiago le ganamos en la contaminación. A Curitiba, la vemos de lejos.
El diario de hoy de mañana dice que Laura quiere aspirar a ser la presidenciable del partido Nacional, siendo que, si llega, es la que tendría más probabilidades de convertirse en nuestra próxima y primera Presidenta de la República.
Mi diario del lunes dice que es un error. Y es el mismo que llevó a que Pedro no saliera ni intendente ni Presidente y a que Novick gastara plata en dos campañas que cada vez lo hundieron más. La Intendencia de Montevideo es una plataforma excelente para ser conocido a nivel nacional. Quizás, un ministerio, o una (única) empresa pública, también. ¿Pero un legislador? No tanto.
En 2020, Laura necesitaba sacarle a Carolina apenas siete puntos. Fue lo más cerca que se estuvo de cambiar el partido de gobierno en la Intendencia de Montevideo. Pedro en 2005 sacó menos de la mitad que el FA y sumados con los votos de otros partidos que hoy conforman la coalición multicolor, igual estaban lejos.
En 2009, con esa plataforma, Pedro se candidateó a la Presidencia. No es tampoco que hubiera muchos otros candidatos con oportunidades. ¿Qué hubiera pasado si Pedro hubiera ido por la intendencia en 2010 en vez de Presidencia en 2009? Ese diario no se escribió y 5 años después, con el devenir de los hechos, en un artículo que publiqué en mi blog de mi visión política, entendía que hubiera ganado intendencia en 2010 si no se hubiera “quemado” en 2009.
Laura se está salteando un paso. Pedro se apuró. Quizás quiso, o los tiempos requirieron que fuera más grande de lo que la estrategia a largo plazo requería que fuera. Si Pedro hubiera sido Intendente de Montevideo en 2010, hoy quizás sería uno de los ex Presidentes. O hubiera participado en el Ballotage. O al menos el Partido Colorado no sería la debacle que es hoy, dominado por Ciudadanos, del extinto (políticamente) Ernesto.
Así como alguna vez le escribí a Edgardo, hoy me dirijo a vos, Laura. Recibe mi humilde aporte de un simple votante: busca la Intendencia una vez más. Sé parte de que los partidos de visión republicana afiancen la confianza que el pueblo les entregó en 2019.
No somos Argentina. No somos Venezuela. La política no es igual en todos lados. Analiza muy bien y encuentra las diferencias.
Mi artículo antes mencionado finalizaba así:
“También Pedro y Luis tendrán que hacer ese análisis. Y quizás por 5 años tendrán que cooperar para lograr un bien mayor que es volver nuestra suave llanura ondulada al republicanismo y la social democracia, al estado de derecho. Al orden en las cuentas públicas. Al Uruguay entre todos”.
No fue Pedro, sino que vino un más pragmático Ernesto. Aunque no lo quieran. Pero también se sumó Guido. Como decía un viejo jingle de Jorge Batlle: “…es la base de algo grande que renace, otros vienen y se suman, ayudando a construir un mundo nuevo”.
Ahora, Laura es una de las personas en que todos los que estamos del lado republicano y democrático entendemos que nos puede representar fielmente. Ella es la nueva base de algo grande que renace. Quizás no sabemos si va a entrar en quienes por una razón u otra han elegido o se vieron forzados a elegir a los no republicanos. Pero desconcentrarse de la misión natural que debe tener, será una derrota más que no nos dará ni pan, ni tortas. Y no va a ayudar a construir un mundo nuevo.