Sam Altman, empresario, tecnólogo y CEO de OpenAl, está utilizando sus inversiones en tres grandes objetivos, el primero en transformar el mundo a través del revolucionario sistema de inteligencia artificial que creó en 2015 (Chat Gpt), el segundo en tener energía ilimitada, y el tercero en prolongar la vida útil a través de la biotecnología antienvejecimiento.
Para la inteligencia artificial, el multimillonario cuenta con el sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por IA GPT-3. Esta herramienta la creó Altman, y cuenta con más de 175 millones de parámetros.
Está entrenada con enormes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, desde traducciones complejas hasta generación de contenidos.
Altman asegura que, “la eficiencia, la velocidad y la pericia de la herramienta dentro del comercio de los activos digitales, es asegurada”.
Para el segundo objetivo, el tecnólogo optó por la empresa Helion, dedicada a construir los primeros generadores de fusión del mundo, creando una fuente de energía limpia ilimitada.
Ha invertido más de 375 millones de dólares según declaró a CNBC en 2021.
Asimismo, para el tercer objetivo, eligió una empresa dedicada a romper la fuente de la juventud prolongando la vida humana a través de la biotecnología, denominada Retro Biosciences.
Ha invertido $180 millones de dólares en Retro Biosciences, una empresa que busca desarrollar terapias de rejuvenecimiento.
«Aquellas que requieren grandes inversiones para hacer avances científicos y dominar la tecnología difícil»: así denomina Altman a estas compañías startups “duras”.