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Contraviento

Por qué los cambios en las vías de tráfico producen nuevos accidentes

15 enero, 2024

Por Federico de los Santos 

Normalmente no nos damos cuenta que conducir un vehículo es un ejercicio de memoria muscular y visual. No se puede conducir un vehículo pensando todo lo que hay que hacer. Por eso los cambios en las vías de tráfico son traumáticos y producen accidentes que antes no pasaban, como es lo que estamos viendo este enero en la Av. 18 de Julio.

Las personas que manejan pensando todo lo que tienen que hacer arriba de un auto son los principiantes, lo que recién aprendieron. Si usted, conductor experimentado, se sienta al lado de un principante, va a sufrir y ver todo lo mal que hace. Porque el conductor sin experiencia está pensando qué tiene que hacer ahora. Una vez un amigo, que fue quien me desafió a realmente aprender a manejar me dijo: «aprendiste a manejar cuando ya no sabés cómo es que hacés para manejar». Y eso se refiere a la conocida como «memoria muscular». Pasa lo mismo al tocar el piano (o cualquier otro instrumento). Uno se entrena para repetir una y otra vez, exactamente igual, y por más que tenga la partitura delante, uno no anda leyendo cada nota y conscientemente enviando la instrucción a nuestro músculo. Puede ser que nos hagan cambios poco notorios en la partitura, y seguiremos tocando la que aprendimos, sin notar el cambio.

El costo para el cerebro humano de procesar nueva información «en línea», es altísimo. Si te preguntas por qué la evolución natural hizo al homo sapiens la especie dominante en el planeta (después de las hormigas), es porque el ser humano puede desaprender, puede olvidar, su cerebro está hecho para seleccionar.

Volviendo a los conductores de vehículos, son animales de costumbre. Aprenden «de memoria» todo lo que tienen que hacer: la presión al embrague, el largo a recorrer para el cambio, el sonido del motor para identificar el cambio y llevar la mano al lugar exacto donde está la palanca de cambios. El espacio que ocupa el vehículo para sin tener referencia directa, saber si entra o no entra.

Recuerdo que realmente aprender a manejar mi auto me llevó «1 año». Y me refiero a ser uno con el vehículo, a interiorizar todo movimiento, sonido, espacio. Y cuando conduzco, en especial cuando voy a mi trabajo o a la facultad, cada metro de la Rambla lo hago por exactamente el mismo carril (en mayor parte) y si cambia el horario, cambia el fluir del tráfico, eso me aumenta el costo (dificultad) de manejar, porque los músculos, mi memoria visual, están preparados, entrenados, para otra cosa.

Es por eso que la ciclovía de 18 de Julio es sí causa parte de los nuevos accidentes que antes no pasaban. Irrumpe la visual del conductor acostumbrado a no tenerla, cambia las distancias, atenta en contra de la memoria muscular. No quiere decir que igual no haya gente que «conduce mal», porque el que no respeta la amarilla, ya no la respetaba desde antes. Solo que en su memoria muscular y visual, ese hecho ya estaba calculado y ahora debe desaprender y volver a entrenarse.

Y no, no hay ninguna ciclovía central en una avenida principal de 6 carriles.