Se te rompió la computadora. Tenés que cambiarla. Te la robaron. Necesitás otra. La tuya ya no aguanta los programas nuevos, te quedó lenta, necesitás otra.
Dos por tres me llama un amigo o familiar que necesita una computadora nueva. Me pide consejo. Se lo doy. Y aunque me encanta que me consideren como una persona que sabe de esto, no siempre está bueno. Compré mi primera computadora «moderna» en la tienda donde trabajaba, MarketPlace. Pero todas las demás, me las armé yo. Vendí muchas computadoras que armé yo. Hasta que en 2009, me pasé a los notebooks. Y no volví a tener una PC de escritorio. Pero tuve notebooks con un desempeño superior a muchas computadoras de escritorio. Cuando compro, las estudio, analizo, y pago lo que tenga que pagar. Porque si algo aprendí… es lo que te cuento acá.
Ya no vendo computadoras, pero recomiendo. Espero que tú, lector, no seas así como describiré, pero de las cosas que más me preguntan es: «¿Qué computadora me compro?». Me gusta que me lo pregunten y al final a veces me entristece un poco porque luego de estudiar el mercado y buscarle la opción ideal, la persona que me preguntó va y se compra la más barata y no la que le recomendé con tanto cariño.
Un día me llamó mi prima y me dijo que estaba frustrada con su computadora nueva porque andaba lenta. Para entender el problema. hagamos el esfuerzo de explicar cómo elegir una computadora.
- Uno compra una computadora para lo que necesita. Pero…
- Los fabricantes fabrican para todos los bolsillos. Y…
- Los importadores traen lo que seguro se va a vender.
Así que a veces puede ser que no encuentres la computadora justa para tí y tengas que comprar de apuro. Lo he sufrido alguna vez. Pero si me preguntas de forma concreta, mi respuesta clásica de qué computadora comprar es: «la más cara que financieramente puedas pagar». Y la segunda parte de mi respuesta: «que cumpla con todas tus expectativas».
En computadoras, tenemos que aceptar (porque no importa si lo entendés) que hay una carrera entre el hardware y el software. Cada día se crea software que necesita computadoras más rápidas y como respuesta salen computadoras más rápidas que permiten escribir software más complejo, que al final, va a necesitar computadoras más rápidas. Es lo que se llama «una espiral de retroalimentación positiva», por si querés quedar como intelectual en algún asado.
Por lo tanto, cuando la computadora «nueva» llegue a tus manos, ya será vieja. Y apenas salga la proxima actualización de tu sistema operativo, tu computadora nueva, será aún más vieja. Corolario: si comprás una computadora vieja, va a ser más vieja aún.
Cuando vas a comprar una computadora también pueden ofrecerte diferentes procedencias:
- Nueva.
- Open box.
- Refurbished.
- Usada.
Excepto la opción 1, todas las demás son viejas. Una Open box puede ser nueva si la compras en la misma tienda donde la devolvieron, o sea, un BestBuy en EEUU. Pero… si alguien la devolvió… por algo será no?
Procesadores: el cerebro de la computadora
¿Cuál procesador? El procesador tiene 4 características importantes, en orden jerárquico:
- El caché: recuerda las cosas que recién hizo para volver a hacerlas más rápido.
- Las tecnologías: permite que el software descargue trabajo complejo en el procesador en vez de estar dirigiéndolo paso a paso.
- Los núcleos: permiten paralelizar tareas para hacer varias tareas a la vez.
- La velocidad: con mayor velocidad las tareas se ejecutan más rápido, pero si no hay caché y no hay tecnologías, termina siendo poco importante tener mucha. A la corta, puede compensar.
Hay un modelo de procesador de Intel llamado Celeron que es un tipo de procesador «entry level» (lo más bajo) que soporta menos tecnología y tiene menos caché. También tiene menor velocidad y menor cantidad de núcleos. Si comprás un Celeron, tenés que esperar que todo el software te ande lento. Pero hay algo peor. Si el procesador es lento y tiene poco caché y tiene pocos núcleos, el software tiene que esperar mucho para obtener tiempo de ejecución. Así que puede ser un cuello de botella. Y no lo vas a arreglar con memoria, que es casi lo único que se puede mejorar en una computadora.
Memoria: lo necesario para hacer las cosas que estoy haciendo ahora
La memoria está un poco sobrevalorada. Sí, obvio, mi notebook tiene 64 GB de RAM. Pero porque yo los necesito. Una persona normal, como mi prima, andaría bien con 8 GB de memoria. Eso se traduce en 4 GB para el Sistema Operativo y el antivirus, 4 GB para el Word y el navegador web.
Almacenamiento: el lugar donde guardo todo lo que voy a necesitar para siempre o durante mucho tiempo
El verdadero cuello de botella, está en la tecnología de almacenamiento. Vulgarmente lo conocemos como disco duro, o si estás argentinizado, le decís disco rígido. Es el espacio de almacenamiento de todo lo que guardás en tu computadora. Hoy en día conviven dos tecnologías de almacenamiento para equipos personales. La tecnología vieja se basa en discos magnéticos bien pesados, con imanes potentes y que si te caen en un pie, te vas a dar cuenta por qué se llaman duros. Esos discos son mecánicos (spin disks) que tienen un motor que los hace girar un un brazo mecánico se mueve entre pistas para buscar la posición que tienen que leer o escribir. Si usaste alguna vez un vinilo y trataste de encontrar el riff de una canción que te gusta en el lado b, canción 6, sabés de lo que te hablo. Por otra lado, ya hace varios años apareció una tecnología de almacenamiento electrónico llamada de estado sólido (SSD) que se diferencia del disco mecánico porque no tiene partes móviles. El acceso a la información es completamente electrónico y se accede a todos los lugares en el mismo tiempo. El disco mecánico tiene que dar vueltas y vueltas. Como no hay motores, el disco SSD también gasta menos energía y pesa menos. Así que cada dolar gastado en un SSD afecta al sistema positivamente en su rendimiento y en su experiencia.
Las cosas extra
Después vienen todas las cositas que te hacen feliz: pantalla, teclado, aceleradora gráfica, etc. De eso lo más importante sin duda es la aceleradora. Si querés jugar a juegos potentes, no hay otra que invertir en un tarjeta discreta y no dejarse engañar por una «Intel UHD 6000». Pero estas cosas vienen definidas por cómo vas a usar la computadora. Mi hermana me decía que tenía problemas con el Zoom, para participar en reuniones. Y claro, el Zoom es un gran consumidor de una tarjeta aceleradora gráfica. Y ahora que aparecen tecnologías de Inteligencia Artificial, cualquier cosa de IA que quieras usar que no sea un servicio en internet, va a necesitar una aceleradora gráfica o una NPU, que es un nuevo tipo de chip llamado «Unidad de procesamiento neural». No está facil, pero no es inaccesible.
Software
Como último, volvamos al tema del software. Le pregunté a mi prima: ¿Cuánto la usás por día? Y su respuesta fue «20 minutos, media hora». Y ahís estaba el problema a todas sus frustraciones. Los sistemas operativos modernos «hacen cosas». Y esas cosas necesitan tiempo. Específicamente en Windows 10/11, cuando el sistema inicia, crea un índice de todo lo que está en la computadora: archivos, programas, configuraciones, etc. Además de eso, inicia el antivirus y chequea memoria, sectores de booteo y archivos más importante. Ese índice y esas tareas de arranque, tardan mucho tiempo en crearse y ejecutarse, en especial cuando se tiene un disco mecánico, porque eso y el uso que tu le quieres dar, compiten por un recurso muy escaso: el tiempo de disco.
Las computadoras modernas no están hechas para que estén apagadas. Están hechas para estar prendidas la mayor parte del día. Es más, se despiertan en la noche, hacen tareas de mantenimiento y se vuelven a dormir.
Qué hago yo
Como trabajo de esto, cuando quiero elegir una computadora, primero me fijo las opciones del mercado y además tengo una lista de requerimientos. Mis requerimientos personales son:
- Tipo: Notebook.
- Almacenamiento expendible: tengo que poder conectar 2 discos.
- Memoria expandible: tengo que poder instalar un mínimo de 64 GB de RAM.
- Procesador: tiene que ser el procesador más nuevo que pueda conseguir por un precio razonable.
- Portabilidad: tiene que ser suficientemente portable como para poder llevarla a todos lados y que no pese mucho ni sea demasiado grande.
- Pantalla nítida: la pantalla tiene que verse bien.
- Aceleradora gráfica Nvidia: tiene que tener una tarjeta rápida y moderna que pueda correr procesos de IA actuales y juegos con buena calidad.
- Puertos de expansión: tiene que tener varios puertos de expansión, en especial detrás o del lado izquierdo. (A la derecha uso el mouse!)
- Teclado: con teclado numérico y de preferencia distribución latinoamericana.
- Pantalla touch: si hay mejor, si no, me la banco.
- Lector de huella: es raro encontrarlo, pero me gusta.
En cuanto a marcas, busco marcas que tengan cierto historial y respaldo y algunas veces me veo tentado a elegir alguna marca que luego no voy a volver a querer comprar. También, como sé que mi trabajo exige confiabilidad, normalmente voy a equipos empresariales de alta gama, o como últimamente, a equipos gamer de visual sobria, que son los que más se me acomodan porque ya se que traen todo eso. Luego que encuentro posibles equipos, busco y descargo lo manuales del fabricante que me indican claramente qué contiene y qué no contiene el equipo y cuales son sus límites.
También busco opcionales para el equipo, como memoria, discos adicionales, y si hay otros opcionales que pueda agregar o cambiar, como lectores de huella, teclados, etc. En los equipos empresariales si vienen con teclado en inglés, se puede cambiar por latinoamericano. Y conozco la diferencia entre distribución de teclado latinoamericano y español, que no son lo mismo (por eso te cuesta tanto encontrar caracteres poco usuales).
Corolario
Comprar una computadora cuando no tienes conocimiento específico, puede ser complicado. Si pides consejo, atiende a los consejos que te dan y trata de entender qué hay detrás de ellos. A veces el consejo no es adecuado porque no explicaste por qué necesitas realmente una computadora nueva. Y trata de entender qué motivó al fabricante de la computadora y del sistema operativo para que puedas alinearte con esas ideas y sacar el mejor provecho.
Comprar una computadora es invertir en una herramienta que te debe entregar valor para tu vida. Si no lo está haciendo, es que tu inversión la hiciste mal, o no la estás cuidando adecuadamente.