La participación en los disturbios «golpistas» del 8 de enero de un militar de alto rango, de confianza de Lula, se ha convertido en un escándalo en brasil, y ha desembocado en la renuncia del implicado, el general Marcos Goncalves Dias, al cargo de asesor de seguridad nacional del gobierno de Lula.
El escándalo estalló luego de que la emisora de televisión CNN Brasil emitiera imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del palacio del Planalto, sede de la Presidencia, , en las que aparece el general Goncalvez Dias instigando a los agitadores que habían ingresado a cometer desmanes y destrozos en el edificio. Subalternos del general Dias, también militares, ofrecían agua y se mostraban cordiales con los invasores.
Tras difundirse estas imágnes, el militar de estrecha confianza de Lula renunció como ministro del Gabinete de Seguridad Institucional de Brasil, alegando que quería evitar «un mayor desgaste al gobierno». El general Goncalves Dias ya había ocupado el mismo cargo en los dos gobiernos anteriores de Lula.
La oposición sostiene, en base a estas imágnes,q ue los desmanes fueron alentados por el propio gobierno de Lula, como forma de desprestigiar las protestas que aún se mantenían en Brasil, tras las dudas sobre la transparencia del resultado electoral. La bancada oficialista en el Congreso se opone a investigar estos hechos, lo cual refuerza la desconfianza sobre la complicidad del aparato de seguridad del gobierno de Lula en aquellos desmanes.
En las imágenes difundidas esta semana, se ve al ahora ministro renunciante recorriendo los pasillos del edficio presidneical, y en otras tomas aprece junto a los manifestantes que invadieron el edificio, en un gesto que parece indicar a los revoltosos una salida de emergencia. En otras tomas, subalternos del general ofrecen agua a los invasores, y conversan cordialmente con ellos.