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Contraviento

La difícil decisión de si abro una empresa

11 mayo, 2023

Por Federico de los Santos.

Hace 20 años que tengo empresa unipersonal. Tuve SRL, nos peleamos casi todos. Abrí y cerré empresas. Retomé actividad. Le debí plata a la DGI y al BPS y se la pagué en incómodas cuotas. Armé el plan de cuentas de alguna empresa y las materias que más me enseñaron de la Licenciatura en Sistemas fueron Contabilidad y Administración de Empresas. No sé si soy buen empresario, pero la experiencia hizo que mucha gente que está pensando en tener una actividad empresarial, me consulte. Así que les dejo algunas ideas de esa difícil decisión de si abrir una empresa o no.

En esta serie de artículos que publicaremos semanalmente, voy a contarles desde mi experiencia para que lo tomen como lecciones aprendidas (por mí) y los sumen a sus propias investigaciones que los ayuden a lidiar con los primeros pasos del mundo microempresarial.

Espero con estas ideas dejarte pensando de si abres una empresa o no. Ojalá encuentres la forma de emprender, de tener un negocio próspero y no sufrir (tanto) en el intento.

Idea 1: tu mejor consultor es otro empresario

Nunca le pregunten a un abogado o a un escribano o a un contador. Las empresas las abren los empresarios y lo hacen porque tienen la visión un negocio. El contador te va a ayudar a llevar los números y llevar adelante tus declaraciones y los pagos de impuestos. Pero no te va a decir cuál negocio es mejor. Es más, quizás ni siquiera te diga qué impuestos son mejores. Pero eso lo digo más adelante. El escribano solo va a dar fe de que tú y tus socios registran una empresa. Y el abogado… no quiero hablar de los abogados, pero están para pensar lo peor y para ayudar en los casos donde ya todo está perdido. Abrir empresas tiene que ser una razón de negocios. Si hay un negocio, puede haber una empresa. Si hay un negocio, pero no es muy bueno, entonces buscar uno mejor. Y el empresario, tiene que saber de todo, no puede dejar cosas clave libradas a los profesionales que lo apoyan: tiene que saber de su negocio, pero también de impuestos, de regulación y de gestión de recursos.

Idea 2: Actividad personal vs. Actividad empresarial

Cuando uno piensa un negocio, tiene que elegir el tipo de empresa adecuada para su negocio. La DGI espera que lo elijas bien. Y si no lo elegiste bien, tienen el derecho a cuestionarte y a reliquidarte impuestos según la actividad real. Una empresa se basa en su giro, rubro o actividad. No en lo que dice un papel. Y más en los tiempos actuales de la facturación electrónica, donde todo cae instantáneamente dentro de una gran base de datos.

Lo primero a imaginarse es cuántos clientes vas a tener y cuánto vas a facturar. También cuánto personal vas a emplear. Y no menos importante, si vas a vender servicios o productos. El origen de los productos, si son fabricados por terceros o por ti mismo, también es importante.

De los tipos de empresas más básicos, se encuentran los monotributistas. Si tu negocio es desde vender tortafritas hasta manejar un taxi, entonces lo más seguro es que ese tipo de empresa sea la adecuada para ti. Los quioscos y otros pequeños negocios pueden ser de ese tipo y pagan un cargo fijo mensual que representa un aporte mínimo de impuestos. Ojo que hay varios giros (o rubros) que no pueden ser monotributistas y además, anualmente, un monotributista no debe facturar más de 1 millón de pesos anuales: 136 tortafritas diarias a $25 trabajando 6 días a la semana con 2 semanas de vacaciones anuales.