El diputado Felipe Schipani (Partido Colorado, Ciudadanos) presentó un proyecto de ley para la creación de la Universidad Virtual del Uruguay (UVU).
Los detalles de su iniciativa, la forma de gobierno del nuevo ente educativo propuesto y su financiación, fueron objeto de una entrevista con CONTRAVIENTO, que se transcribe a continuación.
– ¿Cómo y por qué surge la iniciativa de la Universidad Virtual del Uruguay?
– El proyecto de ley de creación de la Universidad Virtual surge como una necesidad de una educación universitaria más flexible. Uruguay tiene una densidad poblacional que le impide tener una demanda que amerite tener un cada departamento una Universidad presencial, como ocurre en Argentina o Brasil, que tienen polos universitarios en cada provincia o estado. Hay por tanto en primer lugar una brecha geográfica. Hay jóvenes del interior que no pueden seguir sus estudios universitarios porque ni bien terminan el liceo tienen que trabajar para sobrevivir. No pueden viajar todos los días cientos de kilómetros para ir a estudiar. También hay miles de personas que aunque tengan la Facultad en la esquina de su casa, además de trabajar tienen que hacerse cargo de una familia, del cuidado de sus hijos y no pueden ir presencialmente a estudiar. Por tanto, lo que precisan estas personas es una oferta educativa flexible, que se adapte a sus vidas. Uruguay es de los países de América Latina que menos universitarios tiene. Tener más universitarios contribuye al desarrollo nacional, a la innovación, porque la mayor riqueza de un país está en el conocimiento de su gente. La educación es un derecho y tenemos que hacerlo efectivo para todos.
– ¿Cuál sería el status jurídico de la nueva entidad, y cómo de vincularía con el resto del sistema universitario del país?
– De acuerdo a lo que establece la Constitución de la República, la educación pública hay que impartirla a través de entes autónomos. Por tanto la Universidad Virtual del Uruguay será un ente como lo es la UdelaR, la ANEP y la UTEC. Para ello se requieren mayorías especiales, para lo que hay que contar con el apoyo de la oposición para su concreción. Con el resto del sistema universitario se vincularía a través de la coordinadora de la educación que establece la ley de educación, además de la cooperación que se establezca con las distintas instituciones.
– ¿En principio cuales serían las carreras que se podrían cursar, y cuál sería la validez de los títulos que expediría la UVU?
– La oferta educativa la tendrán que definir las autoridades de la Universidad, no es materia de ley. Tienen amplias facultades para establecer las carreras que entiendan oportunas, teniendo presente las demandas existentes. Me imagino un proceso paulatino de ofertas educativas como el que tuvo la UTEC en sus inicios, que con el transcurso de los años irá incrementándose. Los títulos que se expidan serán títulos universitarios como los títulos que emiten las otras universidades públicas.
– ¿El presupuesto de la nueva institución surgiría de los fondos ya asignados a la Udelar?
– Las fuentes de ingresos de la UVU serán la presupuestal y también la matrícula que se le cobre a los estudiantes del extranjero, así como también la enseñanza de posgrados, sin perjuicio de que tendrá un programa de becas. El presupuesto lo definirá el Parlamento, pero en principio no es la idea afectar el presupuesto de ninguna universidad pública. La UVU se paga sola por el aporte al crecimiento económico del país que generará.
– ¿Qué sistema de gobierno tendría la UVU, y qué semejanzas tendría con el de la Udelar y el de la Utec?
– El sistema de gobierno es muy similar al de la UTEC. Un Consejo Directivo integrado por tres miembros elegidos por el Senado a propuesta del Poder Ejecutivo, uno de los cuales será el Rector. También tendrá un consejo consultivo en donde los estudiantes tendrán sus representantes, estará el Plan Ceibal, las cámaras empresariales, las organizaciones de trabadores y también los colegios profesionales.