En la entrega anterior, ya sabiendo si estoy o no dispuesto a ser un empresario, pasamos a ver la vida dura: pagar impuestos, esa plata que ves pasar y que no es tuya. Ahora, veamos qué nos depara el futuro o por dónde arrancar si en realidad nuestra actividad empresarial excede lo que somos nosotros mismos.
Idea 5: Siendo más grande
No quiere decir que uno no pueda tener una empresa grande siendo una unipersonal. Pero la unipersonal está unida a la persona. La que se compromete es la persona física, no la empresa. Es por eso por lo que hay otros tipos de sociedades adecuadas para cuando la empresa es más grande y entendemos que la actividad empresarial debe separarse de la persona física. Ahí entran las Sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL), las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) y las Sociedades Anónimas (SA). Cuanto más grande es el nivel, más requisito tiene abrir y mantener la sociedad respecto a declaraciones, trámites, etc.
Las SRL se abren con al menos un socio. Requieren capital y es mejor que ese capital nunca se gaste. Antes de abrir una SRL, acuerda con tus socios cuáles serán las responsabilidades y obligaciones de cada uno y de qué forma disolverán la sociedad. Los abogados te avisan de eso cuando hay problemas y ya es tarde.
Las SAS son la nueva moda. Es la forma más sencilla de que una unipersonal crezca. Tanto que hubo durante un tiempo un incentivo para convertir unipersonales en SAS. No es necesario que tengan más de un accionista de forma obligatoria, pero es una buena organización para empezar un negocio nuevo.
Las SA se compran. Si ves empresas que su razón social son 2 palabras cortas concatenadas, seguro fue una sociedad anónima creada por un Estudio que la vendió luego a alguien por 3 o 4 mil dólares. Lo que sí debes tener en cuenta: nunca le compres una SA a un “amigo” que la vende porque ya no la usa, ya que vas a estar comprando su oscuro historial de deudas y errores que no te dijo que tiene.
Idea 6: Lo primero son los impuestos
Como dice mi contador: “Tu principal socio en la empresa es el Estado”. Y es el único que siempre gana. Por eso es importante conocer de los impuestos. Cómo se generan, cómo se pagan, cómo impactan en la actividad, qué opciones hay. Los impuestos forman parte de la ecuación de la empresa y tienen que estar considerados en el plan de negocios. No podemos pensar el negocio sin saber qué impuestos debemos pagar y de dónde sale la plata para pagarlos.