escribe P. Lotazo
Mañana sabatina en la redacción de Contraviento, en plena ola de calor, todo hacía pensar que se trataría de otra jornada rutinaria, sin mayores tensiones ni emociones fuertes. Sin embargo, como suele suceder, el sonido del teléfono vino a trastocar todos los planes.
-Contraviento, buenos días.
-Hola, buenos días. Con el Dr. Pascale, por favor.
-No se encuentra en este momento. ¿Quién le habla?
-¿Sabe si el lunes lo podré encontrar?
-No sabría decirle, pero es difícil. Su Directoriedad está en un retiro espiritual, preparándose para una nueva etapa vital, no creo que vaya a ocuparse de temas terrenales en estos días. ¿Con quién tengo el gusto?
-Mi nombre no importa, pibe. Lo importante es lo que te voy a decir. Tengo una denuncia muy importante sobre una situación terrible ante la cual nadie hace nada, pese a que se ha viralizado.
-Lo escucho, Señor, y le agradezco que haya pensado en nuestro medio como primera opción para dar a conocer eso, pero…
-¡Primera opción nada! Quise denunciar en Santo & Seña, pero el Nacho está en Hawai, el Bicho en una peregrinación a la Cruz para agradecer que Nacional no descendió el año pasado, y Patricia se fue a hacer un curso de fotografía, edición y encuadre, no quedó nadie. Después llamé a los informativos de los canales, pero tampoco tuve suerte, nadie me atendió, supongo que está todo en automático porque veo que siguen repitiendo las noticias del martes… Antes además fui al INBA, pero me dijeron que ellos solo se ocupan de chipear mascotas y pretendían que les diera mi nombre y datos personales, que no reciben denuncias anónimas, y no voy a arriesgar mi vida por esto…
-Como sea, Señor, entiendo, pero le decía que si bien agradezco que haya pensado en nosotros de todas formas una denuncia es algo serio y harán falta pruebas… y de paso me gustaría poder llamarlo de alguna forma, aunque no sea su nombre real. Por cierto, mi nombre es Pepe Lotazo.
-Mucho gusto, Lotudo… Llamame Garguero Profundo, y quedate tranquilo, que pruebas hay…
-Lotazo, Señor. De sus dichos puedo deducir que se trataría de alguna situación con animales, pero que no son mascotas…
-¡Andás volando, pibe! Al final va a ser cierto que en ese portal están las mentes más brillantes del Río de la Plata!
– Y del Caribe, Señor. Pero volvamos al tema. ¿De qué se trata concretamente su denuncia, Sr. Garguero Profundo?
-De un acto de crueldad inhumana perpetrado contra una criatura marina, una indefensa foca, realizado además con premeditación, alevosía y encarnizamiento, que al mejor estilo Hamás fue filmado y difundido para amplificar el terror.
-¡Terrible! ¿Eso sucedió aquí?
-Si, tuvo lugar hace un par de días, en horas de la noche y en circunstancias en las que la causante transitaba por la vía pública y al llegar a la intersección con una arteria se produjo el encuentro con el fócido, ante lo cual y por circunstancias del momento la atacante extrajo de entre sus ropas un teléfono móvil y procedió a grabar el cruel y encarnizado ataque contra el pobre mamífero pinnípedo, quien pese a intentarlo nada pudo hacer en su defensa.
-Le juro que me cuesta creer tanta crueldad. ¡Tiene Usted pruebas de lo que afirma?
-Te paso el video, Lotudo…