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Contraviento

Roque García: “los gobiernos deben tener piedad”

19 abril, 2024

“Tenemos Que Hablar” Roque García
«No nos pueden pedir más de lo que ya dimos, un voto de confianza»

Bajo la consigna “Tenemos Que Hablar”, se realizó este viernes un acto público en la Plaza de la Bandera, convocado por el Observatorio  por la Reconciliación Social. Con la presencia de varios cientos de asistentes y los pre candidatos presidenciales Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto y Guzmán Acosta y Lara del Partido Colorado el acto, originalmente convocado para el 14 de abril, contó con la oratoria de Nery Pinatto, Alejandra Ballestrino y Roque García.

Las intervenciones giraron en torno a los puntos de vista que dan sustento a la acción y prédica del Observatorio, honrar a los caídos en la lucha antisubversiva, reclamar una verdadera justicia por lo que consideran un “Derecho Penal para enemigos” que se ha aplicado a quienes denominan “presos políticos”, exigir el respeto a los dos pronunciamientos populares que habían cerrado las acciones reivindicativas a nivel judicial, y demandar medidas que busquen efectivamente la reconciliación nacional.

A 199 años, la bandera

En esa línea Pinatto, el primer orador, inició su intervención con el reclamo, en el aniversario del Desembarco de la Agraciada, de la devolución de la bandera de los Treinta y Tres Orientales, robada en el año 1969 por la organización guerrillera OPR-33 y jamás recuperada.

Seguidamente recordó la génesis del movimiento subversivo y sus acciones terroristas en épocas del Colegiado, así como los hechos acaecidos el 14 de abril de 1972 y que sumergieran a nuestro país definitivamente en una lógica de enfrentamiento armado, para cerrar su participación apelando al Presidente de la Républica, “que use su poder político para liberar a los presos políticos”

Por su parte, la Dra. Ballestrino narró parte de su peripecia personal, unida por varias generaciones a la actividad militar y centró su alocución en los elementos que constituirían violaciones a la Constitución y normas nacionales e internacionales que se verifican en los casos cuestionados, enumerando una amplia serie de hechos que demostrarían graves fallos en la administración imparcial de justicia.

Tambores de Bronce

En el cierre de la parte oratoria, Roque García se refirió a una leyenda asiática, que cuenta que al tocar tambores de bronce para invocar en auxilio a los demonios de la guerra éstos llegan, pero no lo hacen solos, sino en compañía de los demonios de la peste, del hambre, de la miseria, de todos los demonios, porque la guerra siempre saca lo peor del ser humano. “Acá no existieron dos demonios, acá se tocaron tambores de bronce y vinieron todos los demonios”.

García dijo reconocer “el derecho al dolor profundo, que quizás no se cure nunca”, pero afirmó rebelarse ante “la mercantilización del dolor, a usar el dolor como arma política a más de medio siglo de los hechos”.

En ese sentido presentó y denunció una publicación dedicada al público infantil, titulada “El Río de los Pájaros Pintados”, donde se procedería a una muy burda manipulación, con el auspicio y financiamiento de la UDELAR, en lo que el orador calificó como “una canallada, un intento burdo de manipular a los inocentes”.

Por eso y por todo lo expuesto precedentemente es que, según García, es que se pediría hoy “a la sociedad uruguaya y al sistema político en particular, que se pare esta máquina de venganza, que es mucho más que solo terminar de mandar a ancianos a prisión, que es mucho más que evitar que se propague este discurso de odio, es verdaderamente buscar los caminos para escribir historia que una, y no memorias que divide, porque sin unión entre nosotros no hay paz, no hay progreso, hay tambores de bronce”.

A buen entendedor…

Finalmente, Roque García cerró su intervención con expresiones que concitaron la mayor muestra de apoyo expresada en el acto, si bien el orador puso especial énfasis en señalar que ”no hablo en representación de nadie, pero todos sabemos que es verdad cuando afirmo que cuando esta Coalición llegó al poder todos confiamos en que sobre este tema tuviera, al menos, una sensibilidad diferente. No fue así, más bien todo lo contrario. Digo la verdad cuando digo que nos sentimos defraudados, porque eso les demando que encuentren soluciones, como s ele demanda a un amigo, a alguien cercano, con respeto pero con firmeza, con aprecio pero con dolor. No nos pueden pedir que demos más de lo que dimos, le dimos un voto de confianza.  ¡Ya está! A buen entendedor, pocas palabras bastan… los gobiernos deben tener piedad”.