El Presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA), que agrupa a tripulantes de buques pesqueros, y trabajadores de la estiba y de las plantas de procesamiento, Alexis Pintos, desafió a las empresas que no aceptan sus exigencias a retirarse del país «si no les sirve». Lo hizo en la audición semanal que ese sindicato contrata en CX 40 Radio Fénix.
«Las condiciones las ponemos nosotros..ya dijimos, si no les sirve lo que hay, a la fila y a esperar. Lo vuelvo a reiterar: acá el que firma, sale. Estamos trancando por algo que para nosotros es algo muy sencillo. Pero si para ellos (se refiere a las empresas armadoras) se les va la vida en eso, bien.. que se les vaya la vida, que se les vaya el balde, que se les vaya la cadena, y que se vayan…que se vayan», afirmó Pintos.
La pasada semana un par de barcos del total de 55 que integran la flota pesquera uruguaya salieron a pescar, luego de casi seis meses de paralización, tras las exigencias del sindicato, que el 29 de abril había decretado un paro de actividades.
Tras la declaración de la huelga, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social anunció el beneficio del Seguro de Paro a los trabajadores, algo reñido con la normativa laboral vigente, que no contempla la financiación o el subsidio de huelgas por parte del Estado.
Tras la asamblea sindical del pasado 29 de abril, que determinó la paralización de la flota, nunca se levantó la medida de fuerza, algo que había ocurrido en los años 2022 y 2023, luego de la clásica asamblea de ese día.
El sector empresarial había denunciado en diciembre pasado el convenio laboral vigente, habida cuenta de la imposibilidad de hacer frente a los compromisos firmados, en el marco de una situación económica que a su juicio torna inviable la actividad bajo esos términos. En enero elevó una propuesta para un nuevo convenio, que el sindicato nunca respondió.
Simultáneamente la gremial de armadores y plantas pesqueras solicitó al Banco de Seguros del estado, al Banco de Previsión Social y a UTE una redefinición tarifaria y del sistema de aportes jubilatorios y de accidentes de trabajo, por entender que la suma de esos factores determinan la inviabilidad de la pesca fuera de la época de zafra. En las últimas horas las cámaras empresariales dijeron que los barcos están listos para salir a pescar al amparo de los convenios que estaban vigentes al 30 de abril, mientras se negocia un nuevo convenio.
El escaso avance en las negociaciones determinó que la mayor parte de los buques permaneciera en tierra, y sólo algunos buques de propiedad extranjera que operan en aguas oceánicas aceptara los reclamos sindicales.
El actual es el conflicto más prolongado en la industria pesquera, y afecta el mantenimiento de 2.000 puestos de trabajo directos, y otros 3.000 indirectos, así como las exportaciones del sector, que son del orden de los 100 millones de dólares anuales.