
Escribe Giuliano Giupponi
De Abril 2014 a Diciembre 2021 hubo maniobras mutuas y provocaciones constantes,
como el derribo del vuelo MH-17 cerca de Hrabove que desembocó en los Acuerdos
de Minsk en Setiembre 2014.
El inicio de la guerra fue ingrato para las fuerzas armadas ucranianas. Un ejército post-
soviético obsoleto, con baja moral, sin cohesión como cuerpo de combate, con poco
presupuesto. Su tamaño era de unos 85.000 soldados y oficiales, de los cuales más del
40% eran personal burocrático. Su despliegue correspondía a los días de la antigua
URSS. A pesar de tener desde el 2004 debates sobre la conveniencia o no de reforzar
sus fuerzas armadas y desplegarlas ante una amenaza del este, “La madrecita Rusia no
nos atacaría, somos familia” decía Yanukóvich.
Pero luego del Euromaidán 9 óblast se proclamaron Repúblicas Populares y exigieron
la adhesión a la Federacion Rusa. Fueron movimientos de los servicios rusos que no
esperaban la eliminación de los insurgentes, a veces solo con la policía como en
Kharkiv, ese desaire a Putin lo pagarán muy caro 8 años después.
De los 9 óblast “separatistas” solo 1 fue tomado, Crimea y del resto solo en dónde
intervino el PMC Wagner (empresa de mercenerios de Prigozhin y Putin) pudieron
retener territorio, Donestk y Luhansk.
El nacionalismo ucraniano resurge y los 40.000 combatientes se transformaron en
200.000 y se fortalecieron la Guardia Nacional y las Defensas Territoriales. Con
voluntad y entusiasmo se enfrentaron a una fuerza abrumadoramente más poderosa.
PROTOCOLO DE MINSK 2014
En Setiembre 2014 se llega a los Acuerdos de Minsk y garantizado por la OSCE. En
éstos se establece entre otros puntos:
Alto al fuego.
Liberación de prisioneros y secuestrados.
Zonas de seguridad para Rusia en Ucrania.
Leyes de amnistía política y criminal.
Retirada de grupos armados ilegales (Wagner, LPR y DNR).
Reconstrucción de zonas de guerra.
Nunca se cumplió y la guerra continuó. El Kremlin medía si el hastío por la guerra torcía
la voluntad de Ucrania hacia Rusia. Y mientras eso sucediera la empresa de Putin, PMC
Wagner, facturaba millones. Hubo un Minsk II, pero su intrascendencia lo hace olvidable.
2021… el corredor de la muerte hacia la guerra total.
Los europeístas ucranianos no pararon de ganar terreno en la política del país y las
negociaciones con la OTAN solo lograron enfurecer a Putin.
La OTAN rechaza a Ucrania y declara la no aceptar su ingreso por no dominar su
territorio, 1/3 del Donbás y Crimea.
El Kremlin se tornó más agresivo.
Merkel y Macrón, como dos Lord Neville Chamberlain’s del S XXI, aplican la política de
distensión hacia Rusia esperando que continúe el flujo de gas y presionando a Zelensky
para que pague por el bienestar europeo.
Entre Abril y Julio suceden 2 acontecimientos cruciales, Rusia moviliza 120.000
soldados hacia la frontera con Ucrania y Zelensky nombra al General Valerii Zaluzhnyi
al frente de la defensa de la inminente invasión rusa. El General Zaluzhnyi es clave para
la planificación junto con EEUU de un tipo de defensa diseñado ad hoc. La OTAN se
suma a esa planificación a pesar de rechazar la adhesión ucraniana, lo que espiraliza
las acciones ofensivas rusas.
Alea jacta Est
12 de Julio, Putin publica el ensayo “SOBRE LA UNIDAD HISTÓRICA DE RUSOS Y
UCRANIANOS” en dónde exhibe la esencia de sus planes paneslavos para Ucrania. En
Agosto la OTAN, junto con Ucrania reclaman el regreso de Crimea a Ucrania y Europa.
Nueva movilización se acantona en Noviembre cuando se anuncian ejercicios
conjuntos entre Bielorrusia y Rusia, 120.000 soldados en la frontera.
Biden le ofrece las garantías de integridad que Rusia exigía, lo que es rechazado y Putin
da una serie de entrevistas y poco frecuentes apariciones públicas en las que proclama
que Rusia es la agredida y debe responder.
En Enero 2022 todos los líderes europeos pasan por el Kremlin para pedir que no inicie
la invasión, Zelensky ofrece reunirse en Turquía o Alemania para negociar, todos los
pedidos son denegados.
190.000 soldados en la frontera.
El 15 de Enero ingresan en Ucrania agentes del FSB y el PMC Wagner para preparar la
invasión.
La suerte ya está echada para Ucrania, Rusia tiene un muy detallado y muy bien pagado plan para que Kiev caiga en menos de 200 horas. La OTAN y por ende Kiev
saben que el Día D ya está marcado, será entre el 22 y el 24 de Febrero, Biden lo
anuncia públicamente el 16 de Febrero, la invasión será en la noche del 23 y la
madrugada del 24 de Febrero, hora de Kyiv.
El 21 Putin da un virulento discurso, afirma que el gobierno de Kyiv, dirigido por
“neonazis, drogadictos y homosexuales” está exterminando a su población rusa.
El 22 Putin reconoce como Repúblicas independientes al Donestk y Luhansk.
El 23 Rusia y Ucrania “velan sus armas”.
El 24 de Febrero, a las 4:48 de la madrugada hora Kyiv el puesto fronterizo en la
localidad de Senkivka es arrasado por una columna blindada y se da inicio a la mayor
invasión en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.