«¡Unidad, solidaridad y lucha, compañeros! ¡Venceremos! ¡Hasta la Victoria siempre! #Noseaguantamás
#LasReformasnosonlaforma #Nopasarán»
Como todo mundo sabe, el jueves 15 nuestro glorioso pitceeneté convocó, mejor dicho, decretó en uso de sus indiscutidas competencias sindicales, un nuevo Paro Generalísimo contra este Gobierno de oligarcas que, desde hace dos años y medio interminables, viene hambreando a nuestro Pueblo.
Porque #Noseaguantamás compañeros, porque gobiernan para los malla-oro, y la carestía golpea las ollas vacías de la clase trabajadora. En defensa de los sagrados derechos de nuestra clase, vilmente recortados por las clases dominantes y sus medios funcionales a la derecha neoliberal.
Contra la Reforma Educativa, hecha a espaldas de nuestro Pueblo y sin la opinión, o peor, en contra de ella, de sus verdaderos protagonistas, los compañeros docentes y nuestros gurises, condenados a la desigualdad.
Contra la Reforma de la Seguridad Social, porque a los derechos conquistados, solo el Pueblo organizado en nuestro Glorioso Pitceeneté los puede defender. No pasarán, compañeros.
En momentos de una crisis como no se vivía desde el último gobierno neoliberal de los nefastos dosmil, nuestro Pueblo reaccionó con una formidable adhesión a nuestra Plataforma y ya desde el día antes los compañeros estaban llamando a nuestra Central para saber cómo podían colaborar en hacer del Paro una auténtica pueblada que terminara con la indiferencia de la Agencia Publicitaria que nos gobierna.
Lo que la derecha, siempre alejada de los auténticos intereses del campo popular, no sabía era del cambio de estrategia que nuestra Central, asesorada por nuestro Instituto Cuesta-Duarte, iba a implementar.
Ya desde temprano vimos largas filas de autos y omnibuses, motos y bicicletas, yendo hacia los lugares de trabajo o estudio, como si fuera un día normal. A lo largo y ancho del país, los compañeros se plegaron a dicha estrategia y cada uno estuvo en su puesto, para una vez allí hacer como que iba a trabajar o estudiar, cuando en realidad se trataba de un masivo acto de protesta militante. Un alto y claro grito del campo popular diciéndole a la oligarquía “aquí estamos, más unidos que nunca, dispuestos a hacer como que trabajamos y estudiamos”, para que sepan que, los trabajadores y estudiantes, unidos y adelante, jamás seremos vencidos.
Nuestro compañero secretario general, ya desde temprano estuvo recorriendo cada lugar, y recibiendo los informes de los compañeros destacados en todo el país, que reportaban la altísima adhesión a la estrategia planteada. En una parada en el Sindicato de la Bebida, donde el compañero compartió un almuerzo con los trabajadores allí agrupados, recibió a distintas delegaciones de compañeros, mientras se compartía un momento de sana camaradería en torno a la mesa.
Ya en la tarde, con la números evaluados -técnica y científicamente- por nuestro Cuesta-Duarte, pudimos establecer que la adhesión había sido de 1.010.199 personas, pero para hacerlo más fácil de repetir, la Central resolvió por unanimidad -como debe ser- redondear la cifra en un millón de adherentes al Paro.
No bien se supo este dato, la derecha antisindical y antiobrera salió por todos los medios a querer desacreditar lo que constituye desde ya la mayor manifestación popular que se recuerde, tal vez desde el retorno del Camarada Rodney Arismendi de su exilio en la URSS.
Visto lo visto, es hora de que el gobierno antipopular escuche al Pueblo y tome nota. O se atenga a las consecuencias.
Con la nueva estrategia de parar en los lugares de trabajo, nuestro glorioso pitceeneté ha marcado un antes y un después en las luchas obreras y ha dejado a la derecha al descubierto, de espaldas a los reclamos populares.
¡Unidad, solidaridad y lucha, compañeros!
¡Venceremos!
¡Hasta la Victoria siempre!
#Noseaguantamás
#LasReformasnosonlaforma
#Nopasarán