«La organización se pulía a medida que nosotros incrementábamos controles», dijo jerarca policial en el expediente.
Un jerarca de Identificación Civil, que se transformó en testigo clave para la Fiscalía, declaró que constató unas 40 falsificaciones de partidas de nacimientos rusos realizadas por la banda de falsificadores entre 2019 y 2021.
El funcionario agregó que, a medida que los mandos de Identificación Civil detectaban nuevos casos, los falsificadores “pulían un poco más” la maniobra para “poder complicarnos”.
En una declaración realizada el 26 de septiembre de este año ante la fiscal adjunta de Flagrancia de 12° Turno, Gloria Nicolini, el oficial superior expresó que desde 2019 viene denunciando fraudes en los pasaportes tramitados por ciudadanos rusos bajo el amparo de leyes que habilitan a que hijos y nietos de uruguayos obtengan la ciudadanía de este país.
Según el testigo, los falsificadores traían una partida de nacimiento ya apostillada desde Rusia y le agregaban el nombre de un uruguayo generalmente ya fallecido. La hacían traducir por un idóneo en el idioma ruso, ya que en Uruguay no hay traductores oficiales de esa lengua.
Y luego de ser traducida, la partida de nacimiento del ciudadano ruso el documento era inscripto en la Sección Extranjeros de la Dirección de Identificación Civil.
La fiscal Nicolini le preguntó al jerarca cómo detectó la existencia de un fraude en las partidas. Y el policía le respondió que habían “muchos casos” de trámites de ciudadanías uruguayas que participaban las mismas personas: el escribano Álvaro F. y una gestora Adriana S.
“Tenemos videos de esos trámites”, explicó el testigo a la fiscal Nicolini. Y agregó: “En realidad esa gente (el escribano y la gestora) venía con muchos casos de rusos hijos de uruguayos y eso nos resultó sospechoso”.
En muchos casos, el jerarca policial trató de ubicar a familiares de las personas que figuraban en las partidas apócrifas como padres y abuelos de los ciudadanos rusos.
En una ocasión, expresó el testigo, logró contactarse con un uruguayo que estuvo de acuerdo en declarar ante autoridades del Ministerio del Interior porque su nombre había sido usado en forma indebida en partidas de ciudadanos rusos. Ese uruguayo figuraba como supuesto padre natural de rusos, explicó el jerarca.
Fiscal Nicolini: ¿Qué pasó en 2019 cuando usted denuncia eso?
Testigo: Hice un informe tras comunicarme con hijos uruguayos de supuestos padres de rusos y viudas. Con ese material se armó un expediente y éste llegó a la Fiscalía. Pero nunca más tuvimos noticias del tema. Y seguí documentando casos.
Nicolini: ¿Fueron muchos los casos?
Testigo: El número exacto no me acuerdo. De ciudadanos rusos llevamos más de 40 casos denunciados. Siempre estimo con el uso de partidas de nacimientos falsas. Soy una persona entrenada en seguridad de documentos, pero hay que entender que no siempre tuve contacto con la partida original.
Nicolini: ¿Qué pasó con esos 40 casos? ¿Se les sacó la documentación o se emitió un alerta?
Testigo: Seguimos teniendo casos. Hasta no tener una respuesta de Rusia, no les entregábamos los pasaportes. En otros casos no teníamos más remedio que expedir las cédulas de identidad. Ahí empezaron a utilizar documentos de personas fallecidas y de gente de la colonia rusa de San Javier que no tenían familiares vivos. A medida de que íbamos detectando casos, la maniobra la pulían un poco más para poder complicarnos.
La indagatoria en la Dirección de Identificación Civil llevó mucho tiempo. Los investigadores, según relató el testigo, no se sintieron muy apoyados por las autoridades de la época (2019) como para poder analizar cada una de las partidas de nacimientos rusas ingresadas a la repartición policial. “Lleva mucho tiempo poder revisar toda la documentación de nuestra base de datos. Soy jefe de una sección de Montevideo donde transcurrían la mayoría de los casos”, explicó el jerarca.
Sin embargo, al detectar que se incrementaron las medidas de control en Montevideo, la banda de falsificadores comenzó a tramitar las ciudadanías uruguayas para rusos en oficinas de Identificación Civil ubicadas en el interior del país.
Cuando el testigo de Fiscalía detectó el problema, se reunió con su par del Interior y ambos comenzaron a tomar medidas de control en forma simultánea con el objetivo de neutralizar a la organización delictiva. Sin embargo, la banda cambió otra vez de estrategia y complejizó aún más la maniobra. “A partir de ahí se empezó a notar que ellos comenzaban a tramitar la ciudadanía uruguaya (para los ciudadanos rusos) en Uruguay y luego mandaban la documentación a Rusia. Es decir, empezaron a realizar los trámites en los consulados”, sostuvo el testigo de la Fiscalía.
Y advirtió que ahí la banda generó un gran volumen de ciudadanías falsas. “La gran mayoría de los casos en que se llegaron a expedir los pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos fueron emitidos por el consultado uruguayo en Moscú”, expreso el testigo.
El testigo de Fiscalía señaló que los ciudadanos rusos que obtuvieron ciudadanías y pasaportes uruguayos no cumplieron con requisitos formales como el avecinamiento y no están registrados en la Corte Electoral. Es decir, ese organismo no reconoce los trámites realizados en los consultados de Rusia.
“La Corte Electoral no entiende cómo le estamos dando (Identificación Civil y los consulados) cédulas y pasaportes a esta gente (ciudadanos rusos). Comparto con la Corte Electoral esta definición”, dijo el testigo policial.
Por ello, la fiscal titular de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati, solicitó informes a la Corte Electoral, Registro Civil, Identificación Civil, BPS y Cancillería sobre casos de ciudadanías uruguayas otorgadas a rusos.
El testigo clave de la Fiscalía explicó a la fiscal adjunta, Gloria Nicolini, que un ciudadano ruso se asustó cuando estaba tramitando una ciudadanía uruguaya con documentos apócrifos y, al ser indagado en la Dirección de Identificación Civil, dio detalles de la operativa de la banda de falsificadores de documentos.
“A todos los ciudadanos rusos que llegaron a la repartición les tomé acta”, explicó el jerarca de Identificación Civil a Nicolini cuando ella le pregunto por un nombre de un ciudadano caucásico.
“Esa persona (el ruso) se asustó porque le tomé acta. Allí narró que la banda le cobró US$ 10.000 para hacerle la partida de nacimiento rusa y colocarle un nombre de un supuesto padre uruguayo”, dijo el policía.
En el acta, el ciudadano ruso contó que un supuesto hermano también había obtenido la ciudadanía uruguaya gracias a la banda de falsificadores que integraba el excustodio presidencial Alejandro Astesiano.
Según dijo una fuente de la investigación, son miles de casos de ciudadanos rusos que obtuvieron la ciudadanía uruguaya desde que comenzó a operar la banda. En el expediente judicial surge que la banda opera desde 1994 y que recién en 2020 captó a Astesiano.