Por Juan R. Rodríguez Puppo
Suele el Presidente Lacalle Pou manejar la metáfora del título de esta columna para graficar su relación con los Partidos de la Coalición. Alude a nuestro popular “truco de 6”. Hay “manos” que se juegan entre Lacalle y el Partido miembro y otras manos se juegan con todos sentados en la mesa. El símil es excelente, pero en la vida real hay veces que se parece más a una ruleta rusa que a truco de 6. Yo aliento un mayor uso de la redondilla.
El gobierno planteó férrea defensa durante meses de algunos principios “clave” del proyecto de Reforma de la Seguridad Social. Uno es la Base de Cálculo Jubilatorio estableciendo que los 25 mejores años iba a ser un parámetro INMODIFICABLE para garantizar la sustentabilidad del sistema. El Presidente se resistió todo lo que pudo a las presiones para modificar estos principios y tuvo en el Partido Colorado el socio leal que compró la idea inmodificable y la hizo suya convencido en asumir su rol de “ética de la responsabilidad”. Allí el “Pico a Pico” entre Lacalle y Sanguinetti (secretario general pero no es mayoría en su Partido) duró meses y si sirvió para algo, fue para desmarcarse del sesgo perfilista de CA y su líder quien desafió sus compromisos de octubre 2022 en el sentido de defender la Reforma tal cual venía redactada. Manini se dio cuenta en el camino que no podía votarla sin cambios.
Eso lo volvía a él más de lo mismo frente a su electorado más cercano. Y además su instinto estratega le advirtió que se necesitaban sus votos o la reforma “no salía”.
En clave de Truco, sabía que al llegar las instancias finales de votación “iban a venir al pie” y luego iba a tener una instancia “pico a pico” con el Presidente para imponer condiciones. Negoció duro y logró bajar hacia los 20 mejores años como base de cálculo jubilatorio. Es un cambio que el equipo económico de gobierno tuvo que digerir y terminó aceptando porque seguramente para el Presidente Lacalle hoy importa más cumplir su compromiso preelectoral que asegurar una sensible merma del peso de la Seguridad Social sobre el PBI. Se estima que este cambio puede importar hasta más de 300 millones de dólares por año. Lacalle privilegió mantener la promesa y la Coalición en pie que pelearse definitivamente con CA y tuvo que ceder. Tal vez no le quedaba otra.
Bismarck le ganó esa mano a Weber y sin el “2”. Y no solo eso. Hemos visto como en estas horas las más prometidas leyes impulsadas por CA fueron sometidas a consideración y serán tratadas hasta con urgencia. “Anótame 3 tantos más para el General”
El Partido Colorado queda en posición incómoda si bien tiene ahora la “suerte” de jugar un mano a mano con el Presidente para introducir nuevos aportes a la Reforma.
No puede oponerse al cambio de los años de cálculo porque sería suicida. No puede retirar sus votos porque incumpliría su compromiso con el país. No obstante, tiene cartas para jugar y hacerlo con decoro.
El Gobierno y CA cambiaron la CARATULA del proyecto. Ya no es más SUSTENTABILIDAD. Desde esa óptica hoy la reforma pasa a ser una atadura con alambres del sistema. Una “reformita” para ganar tiempo y el sistema no se caiga en el corto y mediano plazo.
Por tanto y ante el cambio de carátula, los colorados aprovecharán la crisis como oportunidad. Los imagino planteando:
1) Permitir a las jubilaciones futuras tengan el reaseguro de no ser inferiores a las actuales. O potenciar jubilaciones más sumergidas.
2) Un compromiso de eliminación del IASS
3) Una “Regla fiscal jubilatoria” que imponga la obligación a futuras administraciones del BPS a aliviar cargas burocráticas que aumentan costos insostenibles. Supongo irán por ahí.
CONCLUSION
Una reforma pensada para otras generaciones con relación activos-pasivos que irá degradándose aún más, con posible decrecimiento demográfico y mayor expectativa de vida debió ser el PROYECTO PAIS de toda la sociedad y abordado con audacia.
El FA jamás podría liderar un proyecto así con una cultura de responsabilidad acorde.
El pico a pico podrá más que la redondilla.