
Con la firma de tres entidades que agrupan a usuarios de bicisendas (1 Bici+, Al Trabajo voy en Bici, y Biciconvivencia), fue elevada en los últimos días a la Intendencia de Montevideo una nota en la que formulan fundadas críticas al proyecto de Ciclovía en 18 de Julio, y proponen soluciones alternativas a la iniciativa del gobierno departamental.
En síntesis, el proyecto de la Intendencia consiste de una ciclovía por el centro de 18 de Julio desde el Obelisco hasta la calle Yi, con dos carriles al mismo nivel que la calle, y con separación de bolardos flexibles de goma. Y a partir de Yi hasta la Plaza Independencia la propuesta es la de reducir la velocidad de los automores a 30 kms por hora, sin ninguna modificación de estructura, salvo nueva cartelería y pintura en el pavimento.
Los usuarios se oponen al trazado propuesto en el centro de la avenida porque se exponen a las emisiones de los caños de escape de los vehículos que circulan en ambos sentidos, y porque sólo resultaría útil a quienes irían de un extremo al otro del trayecto, sin facilidades para quienes van a utilizar la bicisenda en trayectos más cortos.
También rechazan los bolardos de plástico, y proponen una separación con postes rígidos «para prevenir la invasión de motorizados, porque al ser flexibles si son tocados por un vehíbulo pueden derribar a los/as ciclistas». Agregan en su nota que los bolardos de plástico que se utilizan actualmente en ciclovías, como en Fernández Crespo y en Nueva Palmira, «son chocados y arrancados a diario por vehículos a motor». Señalan, además. ubicar la ciclovía al mismo nivel que la calle es «otra falla de seguridad», ya que «de ser elevada con un cordón sería otro impedimento para ser invadida por vehículos a motor».
Otro aspecto que merece reparos es la falta de planificación para la entrada y salida de la ciclovía. «En caso de que utilizara un semáforo para ello, se vería perjudicada la fluidez del transporte público, al que se le sumaría otro tiempo de semáforo», señala la nota, agregando que «el ciclista debería atravesar la avenida para ingresar y salir de la ciclovía hacia las calles transversales».
Por último, destacan la falta de diferenciación entre el cruce peatonal y el curce ciclista, y el escaso ancho de la ciclovía, que no permite el sobrepaso entre ciclistas que circulan a distinta velocidad.
Al resumir las críticas, la nota señala: «El proyecto que se plantea no tiene cohesión, no es cómodo, no es atractivo, no reduce la inseguridad y puede ser perjudicial en el futuro. Al ser tan angosta la ciclovía y tan engorrosa e insegura la entrada y salida, puede llevar a ciclistas a no utilizarla y circular por la calle, dando lugar a siniestros de tránsito y generando una opinión pública de disconformidad con el proyecto»