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Contraviento

200 años de la música que nos define como especie

7 mayo, 2024

Por Silvio Moreira

Un día como hoy, 7 de Mayo, pero de 1824, en el Theater am Kärntnertor de Viena, un señor regordete que ya llevaba 10 años con sordera total, dirigió por primera vez para una audiencia estupefacta por tanta belleza, la Sinfonía Nº 9 en Re menor Opus 125, también llamada “Coral”.

Si la NASA mañana creara una misión que consistiera en una nueva sonda que viajara hacia los nuevos confines del Universo (ya que cuando diseñó las Voyager nuestra comprensión de la dimensión de nuestro “hogar estelar” era mucho más limitada), y por razones de peso tuviera que reducir notablemente el espacio para un “mensaje” que nos representara a todos como especie humana, yo estoy absolutamente seguro de que habría que colocar en esa nave un reproductor pre grabado con esta obra magna de Ludwig Van Beethoven.

Dura poquito más que una hora, y por eso Herbert Von Karajan, el legendario director de orquesta alemán insistió en que cuando se diseñara el CD, éste fuera capaz de contener toda la magna obra, para no volver a aquello de las cajas de vinilos para las obras largas.

Si usted nunca la escuchó, no importa. Invierta 20 minutos de su vida y escuche el cuarto movimiento final, llamado “Oda a la Alegría”, inspirado por un poema de Schiller. Le dejo el enlace. Es la muestra de lo que somos, créame.

Hay momentos caóticos, hay momentos dulcísimos, hay un coro que a veces parece un pandemónium, una disonancia enloquecedora, y otras una armonía sublime. Todo es un canto a lo que somos: lo poco, lo mucho, lo discordante, lo coordinado, lo que asusta, lo que emociona, la voz solista en medio del caos, el conjunto de voces unívocas impulsando una idea, un sentimiento.

Y tal como la vida misma, parece que todo termina pero da una vuelta más, y esa vuelta es una culminación orgásmica llena de energía, de amor, de potencia creadora que nos deja irremediablemente en un silencio religioso inmediatamente después de finalizar. No puede haber una mejor explicación de lo que somos, nadie nos interpretó mejor que el genio de Beethoven. 200 años no es nada.