
Luego de transcurridas más de 48 horas desde el cierre de los comicios en Venezuela, aún no se ha dado a conocer el resultado final por el organismo electoral competente de Venezuela. Eso infringe su propia legislación electoral, que dice
LEY ORGÁNICA DE PROCESOS ELECTORALES
Lapso para la Totalización.
Artículo 116. La Junta Nacional Electoral y las Juntas Electorales, éstas últimas bajo la supervisión de la primera, tendrán la obligación de realizar el proceso de totalización en el lapso de cuarenta y ocho (48) horas. En caso de que las Juntas Electorales no hubiesen totalizado en el lapso previsto en el artículo anterior, la Junta Nacional Electoral podrá realizar la totalización. La totalización deberá incluir los resultados de todas las Actas de Escrutinio de la circunscripción respectiva.
Todos sabemos ya a qué se debe ello. La oposición preparó sigilosamente una forma de derrotar el fraude, que consistió en tener testigos en todas las mesas de votación y tener copia del acta de escrutinio de la mesa respectiva. Todas esas actas las subieron a un sitio web preparado al efecto, que puede verse en https://resultadospresidencialesvenezuela2024.com/. Aquí puede verse un ejemplo de lo que se obtiene.
Observen que hay un conjunto de verificadores (un hash tag o algo parecido al principio de la tira, la firma del presidente de mesa (y los demás, aunque no se ve aquí) e incluso un QR al final de la tira). Todo esto hace que sean difíciles de reproducir aunque se presume que el régimen está secuestrando testigos para obligarlos a firmar actas fraudulentas que están siendo impresas en este mismo momento hackeando las máquinas electorales con la ayuda de los técnicos chinos desarrolladoras de las mismas.
Lo anterior no tiene demasiada importancia porque, como dije más arriba, ya pasó el término legal para publicarlas y todos sabemos que la demora obedece al intento de fraude. La propia Fundación Carter, observador independiente invitado por el régimen, sacó un comunicado en el que expresa que no pudo «verificar o corroborar la autenticidad de los resultados«, que «no alcanza los estándares internacionales de integridad» y que en consecuencia «no pueden ser consideradas democráticas«. Debajo se muestra el comunicado de la Fundación Carter.
Todo lo anterior deja más que demostrado que esto es un fraude monumental, pero el objetivo de este artículo es mostrar otra cosa. Inmediatamente que terminó el simulacro electoral, la dictadura dio a conocer unos resultados que resultaban totalmente inverosímiles, no sólo porque contradecían los resultados a boca de urna sino porque estaban en desacuerdo con las actas en poder de la oposición. En la tabla de abajo mostramos los votos supuestamente emitidos, según la dictadura, el porcentaje real y el redondeado de acuerdo a ese número de votos.
Votos | % | Redondeo | |
Maduro | 5,150,092 | 51.1999971% | 51.2% |
González | 4,445,978 | 44.1999989% | 44.2% |
Otros | 462,704 | 4.6000039% | 4.6% |
TOTAL | 10,058,774 |
Mucha gente en X notó inmediatamente algo bastante inverosímil: que el porcentaje real ajustaba a 51,2 % (0 44,2%) con hasta 5 decimales (i.e. 51.2,, 51.20, 51.200, 51.2000, 51.20000) lo cual era sumamente improbable. Y se dieron múltiples explicaciones probabilísticas de por qué era así. Pero me parece que se necesita una explicación más simple que pueda ser entendida por todos. Y por eso este artículo.
Empecemos por hacer notar que la mínima unidad en que podemos particionar el total es 1 voto, lo que equivale a 0.0000099% (aproximadamente 0.00001%). Quiere decir que sólo nos es necesario considerar hasta la quinta cifra decimal porque la mínima cantidad de votos es 1. Ahora bien, considerando los votos inverosímilmente asignados a Maduro, vemos que el redondeo 51.2% puede corresponder a cualquier número entre 51.15000% y 51.24999%. Sucede lo mismo con los votos inverosímilmente asignados a González, cuyo 44.2% puede ser cualquier número entre 44.15% y 44.14999%. Esos porcentajes son números reales, por lo cual lo tenemos que pasar a números enteros de votos, tanto para el máximo como para el mínimo. Eso es muy fácil de hacer y nos da esta tabla
Maduro | 51.2499999 | 5155122 | 5030 |
51.1500000 | 5145063 | 5029 | |
10059 | |||
González | 44.2499999 | 4451007 | 5,029 |
44.1500000 | 4440949 | 5,029 | |
10,059 |
En otras palabras, cualquier número de votos entre 5.155.122 y 5.145.063 da el mismo porcentaje de 51.2% y lo mismo sucede para el 44.2% de González. Puesto de otra forma, cualquiera de los 10.059 casos para Maduro combinados con los 10.059 casos para González daría el mismo número global porcentual. Nótese que no tomo en consideración el «otros» porque necesariamente tiene que ser el resto a 100 de la suma de estos dos resultados independientes entre sí.
Ahora bien, ¿cuál es la probabilidad de que se haya obtenido lo que el régimen publicó? Dado que tenemos 10,059 casos independientes para Maduro y 10,059 casos independientes para González y cada uno de ellos tiene la misma probabilidad, la probabilidad de lo publicado por la dictadura es P = 1 / 10,059 / 10,059 = 0.000001%, uno en 101 millones (101,178,732 para ser precisos). Es decir, no es imposible pero tiene una probabilidad pequeñísima de ocurrir.
Esto confirma, con certeza casi absoluta (99.99999%) que el proceso lo hicieron hacia atrás. Dijeron, como en el viejo chiste de los contadores, ¿cuánto quiere que dé? y a partir de esos porcentajes calcularon cuántos votos debería dar. En otras palabras, un fraude monumental.