…los aciagos tiempos de la “cancelación” donde la “corrección política” oficia como Dogma que justifica una tan cruel como insidiosa Inquisición…contra ello, ContraViento de frente, duro y frío, salimos a la intemperie. Sí, solo Quijotes enfermos de optimismo acometen tales empresas…
Estimados amigos, al cumplirse en el presente mes de julio de 2032 nuestro décimo aniversario en las manos y pantallas de miles y miles de lectores de Uruguay y de tantos otros rincones de la Aldea Global, que nos han hecho objeto de su día a día siguiéndonos de forma habitual, llegue a vosotros, el equipo que lo hace posible, mi más cálida y sincera ¡enhorabuena!
Permítanme que recuerde hoy, a aquel pequeño grupito de quijotes –salidos de las Grutas de Twitter- que, como el Hidalgo, cogieron su jamelgo y se hicieron a La Mancha en pos de estos molinos que hoy se han vuelto realidad. Séame permitido homenajear, en especial, a los pioneros, a los que siguen hoy junto a nosotros y a los que los caprichos de la vida dejaron a la vera del camino, y también a los que en el curso de la marcha se han hecho parte de aquel esmirriado escuadrón que acometió tan desigual pelea: la de defender las ideas de la Libertad y la República en tiempos tan turbulentos y cortos de miras. De seguro muchos de ellos se imaginaron este ansiado momento, y allí está la simiente del logro conseguido, porque sólo consiguen sus objetivos quienes son capaces de soñarlos.
Pecaría el escriba de omisión, si no consignara aquí, aunque más no sea de manera muy sucinta, el contexto en el cual ContraViento.uy se puso en marcha. Eran tiempos turbulentos, donde la Libertad, el Derecho y la Democracia -valores que en el “Occidente Ilustrado” considerábamos ya como eternos- estaban en real peligro, socavados por un largo trabajo de zapa de los totalitarismos, iniciados en el momento mismo en que la caída del Muro de Berlín daba pie para anunciar urbi et orbi el “fin de la Historia”. Tiempos donde el Derecho perdía terreno frente a “los derechos”, donde el victimismo se erigía en justificativo para todo uso; una época en la que la meritocracia había sido sustituida por la “derechocracia” y en donde, al fin, el ”Cambalache” de Discépolo había atravesado un siglo manteniendo toda su vigencia, porque por entonces “seguía dando lo mismo un burro que un gran Profesor”. Eran los aciagos tiempos de la “cancelación” para la opinión diferente, en los que una acusación equivalía a definitiva condena y en donde la “corrección política” oficiaba como el Dogma que justificaba una tan cruel como insidiosa Inquisición. Contra todo ello, ContraViento de frente, duro y frío, salimos a la intemperie. Sí, solo Quijotes enfermos de optimismo acometen tales empresas.
Este aniversario, que nos encuentra en plena vigencia y crecimiento, habiendo pasado a formar parte del selecto grupo de medios que, años ha, entablaron esa desigual lucha, es motivo de regocijo para todos quienes a lo largo de estos años hemos establecido esta relación de fidelidad, sólo explicable en el empeño de perseverar en el camino de la excelencia, ética y compromiso con el lector.
Estimados, esta será la carta que espero la vida me permita escribir dentro de una década. Si así no fuere y al polvo haya vuelto, parafraseando a Quevedo, polvo esperanzado seré.
Un apretado abrazo,
Jorge Martínez Jorge