La opinión pública se ha visto sacudida frente a la seguidilla de siniestros de tránsito con consecuencias mortales en las últimas semanas, en rutas nacionales.
Llama la atención que no se ha visto prácticamente ninguna reacción de parte de quienes son los responsables de evitar esta tragedia.
Ni UNASEV, ni el MTOP, ni el Congreso de Intendentes, ni el MIEM, ni Policía Caminera, ni el MI, y ni siquiera el MSP, que es quién debe asumir la carga asistencial debido a esta epidemia sin tratamiento, han reaccionado acorde a la magnitud del problema.
. El viernes en la ruta 23, km 118, en San José, se produjo un siniestro frontal con el vuelco de un ómnibus. El saldo fue de nueve lesionados y algunos politraumatizados graves incluyendo dos niños, de cuatro y cinco años.
. El sábado, en la ruta 9, km 197, en Rocha, un auto y una camioneta chocaron de forma frontal dejando como saldo dos fallecidos y dos lesionados de gravedad.
. En la ruta 5, km 186, en Durazno, tuvo lugar una colisión entre una camioneta y una moto que dejó sin vida al conductor del birrodado.
. En Colonia sobre ruta 1, km 159, un ómnibus y un auto impactaron frontalmente. Otro vehículo que venía detrás del bus chocó por alcance. En este siniestro perdió la vida la conductora del auto y una niña de nueve años. Además una pequeña de tres años sufrió lesiones.
. En ruta 3. Km. 349, un auto que circulaba de Sur a Norte con un ocupante, falleció en el lugar, al colisionar en forma frontal con una camioneta con dos ocupantes, que resultaron lesionados.
. El 11 de julio en ruta 1, un siniestro dejó como resultado dos personas fallecidas, en el km 18, en Montevideo. Un auto que circulaba rumbo a San José despistó y se cruzó de senda. Impactó en forma frontal con un camión con zorra; su única ocupante falleció en el lugar.
Una camioneta que circulaba en el mismo sentido, chocó la parte trasera de la zorra del camión, ocasionando la muerte de su conductor tras ser atendido por una emergencia móvil. Si el paragolpes del camión cumpliera la norma Mercosur anti-empotramiento aprobada en el 2002 (hace 20 años) y que no fue reglamentada en Uruguay, el resultado hubiera sido otro.
. El 11 de julio también, un motociclista de 64 años falleció en el km 17 de la Ruta 43, fue encontrado caído sobre la banquina, sin signos vitales.
. El km 273,900 de ruta 8, resultó fatal por segunda vez en 2 semanas a 10 kilómetros de Treinta y Tres, en el puente Sarandí. Al igual que sucedió el 28 de junio con tres fallecidos, el accidente se registró con un espejo de agua en el lugar debido a la lluvia.
Esta vez fallecieron un hombre de 31 y su hijo de 10 años, que eran los dos ocupantes del auto Chana CS15 a raíz del impacto frontal con la camioneta Toyota matrícula brasileña, que circulaba de norte a sur. En la Camioneta el conductor resultó lesionado grave. Con ello son cinco las víctimas fatales en dos semanas, en siniestros con idénticas características en el mismo lugar.
https://www.facebook.com/groups/Colonia.URUSEVI/permalink/3472453343013367/
. El 10 de julio, siniestro de tránsito en la ruta 1, en la entrada a La Paz, entre un Nissan Sentra y un Suzuki Marutti. Este último impacta contra el Nissan que salía desde La Paz. El conductor del Nissan se le realizó reanimación en el lugar, falleciendo posteriormente. .
Si observaron las imágenes, se habrán dado cuenta que todos estos siniestros, tienen en primer lugar como factor determinante, que ocurrieron en vías de tránsito inseguras, sin barrera de separación del tránsito en sentidos opuestos, que impida el choque de frente.
En segundo lugar, en casi todos los casos, se trata de vehículos que carecen de Control de Estabilidad, (ESP o ESC), tecnología muy barata, que evita un gran porcentaje de los despistes y pérdida del control del vehículo. Ley de tránsito, N. 19824 aprobada hace tres años, obliga este equipamiento en los 0 km.
https://www.impo.com.uy/bases/leyes/19824-2019
Es inentendible la parsimonia de las autoridades en terminar su reglamentación.
En tercer lugar, si han observado cómo han quedado deformados y colapsados la mayor parte de los habitáculos de estos vehículos, entenderán lo débil e insegura que es la estructura de los mismos, exponiendo a quienes viajan en ellos a un alto riesgo de lesiones mortales.
Ello no ocurriría en vehículos con estructura más segura, que se construyeran cumpliendo normas de Naciones Unidas de impacto frontal y lateral, entre otras.
La última ley de tránsito también exige que los vehículos cumplan normas constructivas, pero sigue sin ser reglamentada.
Esta tragedia, con el costo enorme en vidas y lesiones graves, con familias destruidas, no debería ocurrir y podría ser evitada, si las autoridades hubieran reaccionado con celeridad, aplicando las medidas necesarias en aras de tener, vías de tránsito y vehículos más seguros.