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Contraviento

Casi dos personas mueren por día. Fracaso del Estado en asegurar la movilidad sin que implique un riesgo para la vida de sus ciudadanos. 

5 agosto, 2022
  1. Fracaso del Estado Uruguayo en asegurar la movilidad de los ciudadanos, y sin que implique un riesgo para sus vidas. 

 

Fracaso en proveer una movilidad sin arriesgar la vida 

 

Ejercer el derecho a movilizarse en nuestro país, significa asumir un riesgo, que implica la muerte de casi dos ciudadanos por día. Además, unos 60 quedarán lesionados diariamente, muchos de ellos de gravedad y con secuelas. 

 

El Estado debería proveer un sistema seguro, en el cual los ciudadanos puedan desplazarse, ya que ello es fundamental para su desarrollo personal, para acceder a servicios de salud, a educación y poder trabajar. 

 

Para la economía del país también es fundamental la movilidad; ya comprobamos en la pandemia lo que implican las restricciones a la movilidad, aunque en gran parte, se trató de restricciones voluntarias. 

 

Fracaso en asegurar la movilidad en tiempos razonables

 

El Estado, como hemos analizado en otras columnas, fracasa desde hace años en ofrecer un sistema seguro de movilidad para sus ciudadanos, pero muchas veces, y también desde hace tiempo, fracasa en asegurar la movilidad en sí misma. 

 

Me refiero a lo que sucedió a comienzos de julio, con los ciudadanos que intentaron cruzar la frontera terrestre por los puentes sobre el río Uruguay. Debieron afrontar horas de demoras, para completar trámites burocráticos que habilitan a cruzar desde o hacia Argentina. 

 

https://www.elpais.com.uy/informacion/sociedad/salto-grande-filas-kilometricas-gente-descompenso-espera-argentina.html?fbclid=IwAR2FwaaaqhVEnWF6u2WSrOySLFJIz3UNjZileQzNiPOql4c-IvuOJR_YhYs

 

Largas filas para cruzar el puente hacia Argentina en Fray Bentos 

En esta nota de prensa, refieren que en las vacaciones de Turismo de este año, hubo quejas y reclamos a ambos lados de la frontera, por filas que superaron los 10 kilómetros, con demoras de más de 12 horas para cruzar.

Es inadmisible que el ciudadano, que paga con sus impuestos el funcionamiento de los organismos encargados del control de fronteras (Migraciones, Policía, Aduana, MGAP), deba pagar con su tiempo, sumando en forma imprevista, 4, 6 u 8 horas adicionales a un viaje, que normalmente podría realizar en ese mismo tiempo.

 

Además de las molestias que ello genera, (imaginen estar varados en la carretera, varias horas, sin ningún tipo de servicio, y sin poder saber a qué hora lograrán librarse de la espera), hay que agregar el cansancio extra debido a las horas de espera, que se suman a las del viaje, la llegada tarde al destino, y el riesgo que implica manejar más cansado, o en horas de la noche, lo cual no era lo calculado por el conductor, cuando programó su viaje. 

 

A nivel de servicios de transporte de pasajeros, o de cargas, imaginen el sobrecosto y la pérdida de rentabilidad que significan la duplicación de los tiempos de viaje, o las entregas a destiempo de las mercaderías. 

 

Esta situación es conocida desde hace más de una década. Fue denunciada en la prensa una y otra vez. No ocurre en forma imprevista ni es una sorpresa.

Sin embargo pasan los años, y se repite una y otra vez la misma situación, con vanas promesas de las autoridades de que ahora sí,  se van a ocupar del tema. 

 

En el año 2014, hace casi una década, ya era una situación harto reiterada, lo cual denuncié en una nota publicada el  21.12. 2014: 

 

opiniones variadas. M da Fonte : Ineficacia de los organismos del estado en asegurar la movilidad de los ciudadanos

 

En ella afirmaba: «Es una constante de los organismos del estado, la ineficiencia que han demostrado, para resolver los problemas de movilidad que se reiteran año tras año».

 

Existiendo el Mercosur, carece de todo sentido que deban realizarse trámites aduaneros o de migraciones presenciales, para cruzar de un país a otro. Llevamos 30 años de existencia de un mercado común inexistente.

Cuánto más deberemos esperar para que se concrete en la realidad?

 

Si los organismos encargados de realizar una tarea, no la logran concretar, no deberían ser los ciudadanos los que paguen la ineficiencia Estatal con horas y horas muertas de su tiempo. 

 

Lo razonable sería que los trámites se pudieran realizar on line, obtener un código QR o cualquier otro tipo de certificación digital, tal como ocurre con el certificado de vacunación Covid, y poder realizar el cruce mediante la simple y rápida lectura del código QR, o de otro tipo de certificación digital.  

 

El problema básico, que se esconde detrás de esta situación, es que los entes  Burocráticos Estatales, suele terminar siendo un fin en sí mismos, dejando de lado el cumplimiento de la función de servicio al ciudadano, para la cual fueron creados. 

Créditos Foto de portada: Hugo Lemos publicada en diario El País