Con enormes concentraciones populares en las ciudades más importantes de Brasil, que alcanzaron niveles pocas veces vistos en Brasilia, San Pablo y Río de Janeiro, el presdiente Jair Bolsonaro encabezó ayer las celebraciones por los 200 años de la indepndencia del país, y dio un nuevo impulso a su campaña con miras a las elecciones del próximo 2 de octubre.
Entre alusiones a la fecha histórica y a la marcha de su gobierno, Bolsonaro lanzó duros ataques a su principal adversario, el ex presidente Lula, enfocando sus críticas en la corrupción de su gobierno, que derivó en la prisión de jerarcas de alto nivel de su gobierno, y del propio Lula, encontrados culpables de recibir coimas de grandes empresas constructoras.
La campaña electoral ingresa así en el último tramo rumbo a la primera vuelta, con un escenario de alta polarización, en el que las encuestas,. que aún muestran ventaja de Lula, señalan una recuperación notoria en la intención de voto en favor de Bolsonaro.
Mientras Bolsonaro muestra un gran poderiío electoral en la zona sur del país, y en la propia ciudad de Río de Janeiro, Lula conserva liderazgo en la zona nordeste, muy favorecida durante su gobierno por la distribución de ayudas financieras a familias en dificultades.
Pero inlcuso en esa zona del país la popularidad de Bolsonaro ha ido en aumento, favorecido por el crecimiento de la economía y la baja en el precio de los combustibles, dispuesta en las últimas semanas.
El escenario de una segunda vuelta entre Bolsonaro y Lula sigue siendo el más probable, y en esa instancia será clave el papel que tome el «ercero en discordia», el candiato de centro izquierda Ciro Gomes, que hasta ahora no ha manifestado inclinación por alguno de los candidatos favoritos a pasar al balotaje.