Sin ninguna duda, el presidente Lacalle Pou pasó los días más dificultosos de su mandato desde la detención del Sr. Astesiano. Mucha gente, ya sea porque realmente lo piensa así o porque lo usa como herramienta política, pensó que “el petiso”, “el princeso”, “el supremo egoísta” (así lo llaman frecuentemente), estaba acabado. Regodeándose en la supuesta debilidad del gobierno por los flancos expuestos en los casos Marset y Astesiano, se sucedieron los pedidos de renuncia, las acusaciones de narco-gobierno, la difamación desembozada de anónimos y no tan anónimos sobre drogadicción del Presidente, todos estuvieron al orden del día. Y el balance vino de una frase bien centrada de Lacalle Pou, alguien a quien la oposición no se resigna a reconocerle el don que tiene para leer la realidad: “el 2022 fue un buen año para el gobierno, no tanto en lo que me es personal”. Y empezó el contraataque.
¿Qué es lo que está pasando? Lacalle Pou respalda su gobierno. Equivocado o no, él, que es el que concoe realmente las fortalezas y debilidades del material con que cuenta, respaldó tanto al Sr. Heber como al Sr. Bustillo, así como a la Sra. Ache. La renuncia de la última no se dio por presión del Presidente, sino porque su sector político, al que ahora renunció, decidió quitarle el apoyo. Nada sorprendente si se miran los desencuentros anteriores, su nombramiento por el desaparecido Talvi, sus opiniones desafiantes del liderazgo actual de Ciudadanos, y su aparente afinidad con el Sr. Bordaberry, cuya reaparición en política es al mismo tiempo el deseo y el pánico de muchos integrantes del Partido Colorado. Hay que reconocer que el gobierno gana al incorporar al Sr. Albertoni como subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, en lugar de debilitarse.
Pero volvamos al Presidente. Los chats filtrados del Sr. Astesiano le han hecho mucho y calculado daño. Acorde a la perogrullada del Sr. García, Ministro de Defensa, es claro que alguien tiene todos los chats filtrados (recordemos que no sólo la Fiscalía accede a ellos) y manipula su difusión de tal forma que pueda mantenerse al Presidente a la defensiva. En mi opinión, fueron demasiado lejos al manipular a los periodistas de El Observador (unos pipiolos que se creyeron Woodward y Bernstein escuchando a “garganta profunda” Astesiano en lugar de W. M. Felt) para publicar el famoso artículo en “Word” donde el Sr. Astesiano solicita reservadamente datos sobre un viaje de la Sra. Ponce de León. La comedia ganó ridiculez con el palmeo mutuo en la espalda colectiva del periodismo alabando el increíble acto de valentía de los periodistas que decidieron difundir fuenteovejunescamente el artículo, pese a la negativa del medio que les paga por hacerlo. Pasado el incidente, espero que cuando les baje la adrenalina se den cuenta del papelón que hicieron. Entre tres o cuatro estupideces, una flagrante es que no les preocupó mucho exponer a la Sra. Ponce de León, ya que si obtuvieron su permiso para develar públicamente el viaje que hizo y a dónde, no se preocuparon en aclararlo. La Sra. Madrid, periodista, intentó una débil defensa diciendo que los asuntos privados de las personas públicas dejan de serlo “HASTA QUE pasa a ser de interés periodístico” (las mayúsculas son de ella). Olvidó decir que la Sra. Ponce de León, actualmente esposa separada del presidente Lacalle Pou, no es una persona pública. Detalle que no le preocupó mucho.
Pero volvamos al Presidente. Sin duda que estos chats le han hecho quedar mal parado personalmente. Pero el hombre ha mostrado aguante. No salió a desmentir, a justificar o a contraatacar abiertamente. ¿Qué hizo? Llamó a Mujica, se reunió con él y, curiosamente tratándose de quien se trata, este no hizo declaraciones a la salida. Obviamente yo no tengo idea de qué se trató en esa charla. Pero, ¿no es curioso acaso que el Sr. Orsi y la Sra. Cosse súbitamente bajaran varios decibeles sus críticas al presidente Lacalle Pou? El 16/12 la Sra. Cosse hablaba de país bananero («Si Uruguay pasa a ser un país bananero, algo tristísimo !!, si deja de ser respetado a nivel internacional, como va a negociar acuerdos de comercio ??»). Hace unas horas dijo que no tenemos que “dar golpes en la línea de flotación”. Ambos, la Sra. Cosse y el Sr. Orsi motivados, en principio, por la invitación del presidente Lacalle Pou a los expresidentes Mujica y Sanguinetti para concurrir juntos a la asunción del presidente Lula en Brasil, moderaron su quemante indignación inicial. ¿En serio creemos que el suavizado viene porque de repente ven una buena acción institucional del presidente Lacalle Pou? Bueno, no, yo no lo creo. Creo sí que hubo bajada de línea del expresidente Mujica. Si fue por un pedido de bajar la pelota al piso en buenos términos o por una exhibición de los misiles que el gobierno podría emplear y no hace, no lo sé.
Porque esta tormenta en un vaso de agua va a seguir el mismo camino que el peluquero del presidente. Sí, sin duda que el Sr. Astesiano hizo un montón de cosas indebidas y sufrirá el castigo correspondiente. Pero de ahí a intentar instaurar una supuesta “crisis institucional” no, no lo han conseguido ni lo conseguirán. ¿Por qué? Porque ahí viene la parte fuerte del gobierno, que a su vez arropa en lo personal al presidente Lacalle Pou: los tiempos económicos y sociales empiezan a acompasar los tiempos políticos. Y cualquier político profesional (no, el Sr. Pereira no lo es) se da cuenta cuando está pegando en falso. Si no, no dura mucho.
A diferencia de algunos de mis amigos, pienso que las cosas están rumbeando bien. Es correcto que hay un cierto estancamiento de la economía, pero los datos permiten alentar un 2023 muy interesante. Sólo que hay que subir del nivel microscópico al que la prensa se está manejando y ver el gran esquema de las cosas. El riesgo país de Uruguay es el más bajo de los últimos 20 años [1]. Si Uruguay requiere acceso a deuda, lo puede hacer pagando un interés de sólo 0.75% por sobre los bonos del tesoro de USA. Por poner un ejemplo cercano, Argentina debería pagar (si hubiera alguien tan loco para prestarle) 21.82% [2]. El presidente Lacalle Pou anuncia la disminución del IASS y las franjas más bajas del IRPF. Por supuesto, los economistas de la oposición [3] y aún algunos que son más neutrales [4] denuncian la medida como inconveniente (preferirían la rebaja del IVA y lo acusan de demagógico) pero todos sabemos del lamentable papel que siempre han hecho los economistas al intentar hacer política. Lo cierto es que habrá gente que lo sentirá en el bolsillo. Y aún los más intelectuales entre los intelectuales, cuando votan, lo hacen con el estómago y el bolsillo, no el cerebro. Y porque, además, los tiros van hacia otros lados también. Véase si no, la rebaja de del 5.16% a 2.0% para todas las cooperativas de construcción, retroactiva a 2020 [5]. ¿Demagógico? Sí, capaz que sí. Pero de nuevo, va al bolsillo de gente que lo valora. También es cierto que el peso se fortaleció mucho respecto a las principales monedas de comparación (en precio de venta al público, de punta a punta en 2022, el dólar se depreció 12.1%, el euro 17.1%, el argentino 25.5% y el real 6.8%). Pero eso mismo indica la pujanza de la economía, con exportaciones agroindustriales por primera vez por encima de los 10.000 millones de dólares [6], y con la marca de que entre enero y el 23 de diciembre de 2022 el puerto movilizó 561.795 contenedores, un 18% más que en 2020, récord en comparación con los últimos cuatro años. Hechos que no son casualidad. No en vano Uruguay tiene el índice de pobreza más bajo de Latinoamérica, el mayor PIB per cápita, el mejor indicador de percepción de la corrupción, la menor desigualdad según el índice de Gini, y está mejor que Austria o España en el ranking de democracias completas (la única de Latinoamérica). Causalidad, no casualidad.
Por supuesto hay debes. La tasa de empleo debe seguir creciendo (bajó durante 2022 respecto al máximo de fin de 2021, pero está subiendo nuevamente) y los salarios deben recuperar poder adquisitivo (aunque aun un gremio combativo como el de la salud dice que este gobierno “dio más” que los anteriores [7]). Pero observen el pequeño detalle de que este gobierno le quedan aún dos años. ¿Se imaginan lo que puede hacer con finanzas públicas saneadas y dinero en el bolsillo? Yo sí.
Como en su momento, hace tantas décadas ya, los formidables Redondo, Espalter, D’Angelo y Almada decían burlándose de la guerra fría: “Melicano pelea, luso pelea, chinito clece…”.
[2] https://www.ambito.com/contenidos/riesgo-pais.html
[3] https://twitter.com/crisricheri/status/1606107769781866496?s=20&t=P30ofB35N5rxUUuV8vS-MA
[6] https://twitter.com/TelemundoUY/status/ 1605702811697655808?s=20&t=P30ofB35N5rxUUuV8vS-MA