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Contraviento

Despejando culpas

6 julio, 2023

Por Juan R. Rodríguez Puppo

13/03/2020: Se confirma el primer caso de  COVID-19 en Uruguay.
16/03: Se declara emergencia sanitaria y se implementan medidas como cierre de fronteras, suspensión de clases y la prohibición de eventos.
Durante el primer trimestre se registran aumentos de casos, lo que amerita adopción de medidas más estrictas, como cierre de comercios no esenciales y un firme llamado a la libertad responsable.
A partir de junio, Uruguay comienza a implementar una estrategia de «convivencia con el virus» basada en rastreo de contactos, aumento capacidad de cti, etc.
Uruguay logra mantener una baja incidencia de casos COVID-19 en términos comparativos.
Ya en marzo 2021, se registra un aumento significativo de casos debido a variantes más transmisibles. Se intensifican campañas de vacunación y se prioriza la inoculación de grupos de mayor riesgo y del personal de salud. Avanza la vacunación y se mantienen medidas como uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento social y la limitación de aforos públicos.
Para 2022, la vacunación ha sido un éxito. Se registran brotes ocasionales de COVID-19, pero la situación se mantiene bajo control gracias a la rápida detección y respuesta. Se retoma una nueva y más cómoda normalidad.
En medio de la crisis sanitaria en 2020, el ex Presidente Vazquez entregó una carpeta al presidente Lacalle con pliegos de una obra que nunca se construyó en 15 años de gobiernos del FA. El costo de esa represa era de 150 millones de dólares y tardaría al menos 3 años en construirse.
¿Por qué no se hizo antes? ¿Por qué debería ser oportuna su construcción –justo- ahora?
En 2015 el Presidente Vázquez ratificó que la calidad del agua OSE supera los estándares internacionales y anunció obras por 72 millones de dólares en Aguas Corrientes,etc para garantizar aspectos organolépticos (gusto/olor). Inversiones anunciadas en el gobierno anterior y que nunca prosperaron. Finalmente, Vazquez solicitó manejar la información con responsabilidad:
Seamos cuidadosos cuando reproducimos informes que muchas veces son incompletos”, dijo. Lamentablemente falleció en 2020. Pudo recordarle estas palabras a doña Carolina Cosse, quien nos tiene acostumbrados a falsear realidades o generar alarma pública.
En 2015 las obras del Antel Arena, impulsadas allí por la Ministra Cosse, se detuvieron. “Las obras serán retomadas cuando estén dadas las condiciones” dijo Astori. Luego, Vázquez anunciaba a los medios, “Paramos la construcción del Arena, para destinar esos dineros en comprar los elementos para avanzar en el agua”. Pero a instancias de Cosse, se priorizó la construcción del Estadio.
Fernando Pereira, en nota a “La Diaria” dijo sobre el agua:
“La responsabilidad la tienen aquellos que no tomaron las medidas suficientes”. A confesión de parte ..
Si tanto Astori como Vázquez querían detener la construcción del estadio para priorizar las obras de OSE, es muy clara la responsabilidad que tuvo el FA al posponer lo importante por el “caprichito” de “mi reina”.
En fin. Si la prioridad era construir “Casupá”, la responsabilidad es del gobierno anterior, pero si por “costo de oportunidad” no se hizo, al menos debieron comunicar al nuevo gobierno la gravedad o la urgencia de la obra y no sólo dejar la carpeta al nuevo Presidente.
En estos últimos tres años, la oposición se concentró en proponer quimeras impulsando gastos irresponsables. Desde cuarentena obligatoria y renta básica hasta mantener “canastas” de dudoso destino. Y siempre con la teoría del diario del lunes.
En situaciones de catástrofe las sociedades maduras se unen para enfrentar unidos las adversidades. Pero eso sería pedirle demasiado al FA del «carancheo», las muertes evitables y de Cosse llorando en tele por bebés que nacerán con 4 cabezas por culpa del malo del Presidente multicolor u Orsi cuestionando el pago de la tarifa del agua. Como si don Yamandú perdonara a sus contribuyentes canarios de pagar la contribución cuando no les arregla los caminos o no repara las veredas de sus pueblos y ciudades. ¡Cinismo y del peor!
Podemos culpar -si quieren- a las lluvias, al actual gobierno y al anterior. Lo que no podemos es creer que la pandemia, la sequía y un proyecto olvidado por 15 años es culpa del actual gobierno. El FA actúa con cinismo y arrogancia al creer que esta crisis podría resolverse en 3 años cuando los propios compañeros ideológicos les advirtieron del lio y prefirieron hacer mutis por el foro. No vale sacar tajada electoral de la desgracia. Podrán haber errores actuales. No lo niego. Perolas enormes omisiones históricas del FA no son bebibles, y menos aú…potables