Por Silvio Moreira
-¡Qué disparada de laburo! ¡Desde que se filtró lo de los 17 clones que le alquilamos a Luis Miguel, todo el mundo está buscando clones para sus actividades!
–Vos seguí distribuyendo los actores que ya contratamos, que yo voy entrevistando a los nuevos postulantes. ¡Mirá la fila, da vuelta a la cuadra!
-¡Dale!
…
-Buen día. Vengo porque quiero ser el clon del Pacha Sánchez.
–Lo veo muy flaco… No me convence.
-¿Qué no lo convenzo? ¡La culpa de todo la tiene el batllismo y en especial Sanguinetti!
–Contratado. Que pase el siguiente.
-Salud. Yo quiero ser clon de Lucía Topolansky. Aquí le traigo mis documentos.
–Mmmm. Es auspicioso porque veo que son todos truchos pero bastante bien hechos. Además noté que mientras esperaba, se comía los mocos con verdadera fruición. La vamos a considerar.
-Buenas, quiero ser clon de Pereira.
-¿Qué sabe hacer?
-Nada, muevo estos dos dedos como si fuera ascensorista, poca cosa más.
–No me parece interesante…
-Esa conclusión suya es tardía e ineficiente.
–Firme aquí, genio.
-Buenash. Quiero sher el clon del esh preshidente Mujica.
–Pero si usted no se parece en nada, y además no llega a los 50 años…
-No me labo ni me arreglo lo pieshe deshde mil nobeshiento hochenta y nuebe.
–Firme aquí. Aunque sea ponga una X en esa rayita.
Llega el turno de una figura alta y desgarbada, que viene con un tupper en la mano.
-¿Y usted a quién pretende clonar? La verdad es que no lo saco…
-Fíjese bien que ahora voy a brillar.
Y procede a abrir el tupper y volcarse encima de la cabeza salsa fileto.
-¡Un ñoqui! ¡Michelini! ¡Verdaderamente genial su actuación! ¡Contratadazo!