El CheChef, la última novedad progresista

 

Por Silvio Moreira

La saturación de publicidad acerca de los Robot Chef que hay en estos momentos, hizo sucumbir a mi esposa y me pidió que le comprara uno, “pero no gastes un dineral” -me dijo-.
Fui a una gran tienda de electrodomésticos en un shopping y pregunté por los tan mentados chefs robots. Me presentaron tres modelos: uno que venía de Europa y que costaba un trasplante de corazón “pero hacía de todo”, otro cuya marca yo la recordaba como marca de lavarropas -y que me obligaba a una docena de pagos con tarjeta- y finalmente, quizás viendo mi cara de retirarme sin comprar, el vendedor me dice: “hoy llegaron los nuevos CheChef y están super en cuenta…”.

La esperanza de evitar un escándalo hogareño me hizo darle una oportunidad al vendedor. Puso encima del mostrador una caja bastante rústica de cartón corrugado y me dijo:
La base está hecha en Cuba y luego son terminados aquí por un convenio de joint-ventures tecnológico…
-¿Un convenio entre quiénes? -pregunté pensando en LATU, cosas así…
Entre el Pit-Cnt y la Facultad de Humanidades. Y fue entrenado para el gusto uruguayo en el servicio de Catering del ANTEL Arena.

Me pareció muy raro pero accedí a verlo, sobre todo porque el precio era realmente accesible.
Después de sacar papel arrugado de todos los rincones de la caja, puso encima del mostrador algo que parecía una olla a presión, mezclada con una licuadora de los años ´60 con varios relojitos, un pequeño parlante y una pantalla led.
Esto es revolución tecnológica pura. Utiliza una inteligencia artificial desarrollada entre rusos y venezolanos que implica una doble red neural: usted aprende a cocinar con CheChef y CheChef lo va conociendo y adaptando recetas a sus gustos.

-Bueno, si simplifica las cosas lo llevo. Pero también confieso que me convenció el precio que tiene.
Debo advertirle que no tiene garantía ni devolución.
-¿Cómo?
Al ser un producto desarrollado por tantas partes, con tanta interacción tecnológica internacional, no podemos hacernos cargo de roturas ni fallas por el momento.

Dudé mucho pero al final al aparatejo terminó en la cocina de casa. No tuve más remedio que empezar a leer el manual, porque intuitivamente la verdad que CheChef no ayudaba para nada. Lo primero que había que hacer era encender un botón y esperar que en la pantalla led saliera el mensaje: “ESCANEO COMPLETO”.

Lo hice. Inmediatamente salió de adentro del aparato una antena como de radio a pilas, con una lucecita en la punta, que dio un giro de 360 grados iluminando toda la casa. El dichoso ESCANEO COMPLETO apareció en la pantalla y por el pequeño parlante se escuchó:
“ESCANEO COMPLETO. CASA DE CLASE MEDIA ALTA. IMÁGENES RELIGIOSAS EN LAS PAREDES. TASA DE OPUS DEI 87,4 %. HIJOS EN COLEGIOS PRIVADOS. VERANEO EN JOSÉ IGNACIO. PIP.”

Tuve ganas de tirarla contra la pared pero me había costado dinero y no tenía reembolso. Esperé un minuto y en el display apareció: “DIGA CLARAMENE QUÉ QUIERE COMER”.
Indiqué que quería una milanesa de pollo con ensalada rusa. CheChef empezó a hablar y listarme los ingredientes que debía comprar, con sus precios respectivos. Me pareció brillante. Al final dijo solemne: “COSTO TOTAL INGREDIENTES 790 PESOS. PERO HAGAMOS UN ASIENTO DE CAJA POR 1750”.

Quedé atónito pero pensé que era lógico siendo que había sido entrenado en el ANTEL Arena. En ese momento entró mi esposa y dijo que milanesa de pollo con ensalada rusa era una comida pesada, frita y con mucha mayonesa, y etc. y dijo que teníamos que comer algo fresco, verde, saludable. El robot comenzó a hacer unos ruidos como de cálculos o vaya a saber que cosas y luego habló con voz firme:
“COMAN PASTO COMO LOS NIÑOS ESCOLARES URUGUAYOS QUE NO TUVIERON OTRA ALTERNATIVA QUE ALIMENTARSE DE ESA FORMA CUANDO LOS GOBIERNOS VENDEPATRIA NOS SUMERGIERON EN UNA CRISIS DE EMPOBRECIMIENTO MIENTRAS LOS RICOS ERAN CADA VEZ MÁS RICOS”.

-¿Te volviste loco aparato de porquería????? ¿Cómo vas a responder eso…?
“EL CHE GUEVARA ESTANDO EN LA QUEBRADA DE ÑANCAHUAZÚ SE ALIMENTÓ SIN CHISTAR DE ESPINAS DE TALA Y BAYAS DEL MONTE. TODO POR LLEVAR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA EN SU ETAPA MÁS ESPLENDOROSA A TODA LA PATRIA AMADA SUDAMERICANA”.

No había terminado de decir estas atrocidades el CheChef que yo estaba llamando a la casa de electrodomésticos y pidiendo que me atendiera el vendedor. Me dijo lo que yo ya sabía que iba a decir:
Señor, le expliqué claro dónde está hecho, quién lo hizo, quién lo programó y de todas formas usted lo compró de forma libre y responsable. Lo único que puedo indicarle es que si oprime el botón de encendido 8 veces mientras destapa la olla 5, el robot se resetea y puede ser que cocine bien entonces. Lamento mucho.

Hice inmediatamente lo que me pidió el vendedor. El CheChef empezó a hacer ruidos espantosos durante 5 minutos y luego quedó en el más absoluto silencio mientras en el display aparecía titilando solo dos letras: O P.
¿O P? Volví a llamar al vendedor y me dijo que ahora que se había reseteado, había que oprimir 12 veces el botón de encendido para que él ejecutara esa extraña orden que aparecía en la pantalla.
Lo hice. El aparato no emitió ni un solo ruido, pero por el parlante se escuchó clarito:
“OLIGARCA PUTO”.
Y se apagó para siempre.