La Justicia arribó a la sentencia después de tres años y tres meses de audiencias en donde prestaron testimonio cerca de 750 testigos contra un total de 23 imputados por secuestros, apropiación de niños, torturas, homicidio y hasta hechos de robo contra 347 víctimas.
La investigación arribó que al menos 5.000 personas fueron secuestradas y alojadas en la Zona de Defensa IV, un centro clandestino de detención y exterminio en Campo de Mayo, un área militar de 5.000 hectáreas, a 30 kilómetros del centro de la ciudad de Buenos Aires, desde donde además salían los conocidos “vuelos de la muerte”.
Fueron condenados a prisión perpetua el jefe de dicha guarnición militar, Santiago Omar Rivero, de 98 años, quién ya se encontraba bajo detención domiciliaria por causas previas. Además, otros 9 exmilitares recibieron reclusión perpetua, en tanto, otros 9 exintegrantes de las Fuerzas Armadas recibieron penas que variaron entre 4 y 22 años de cárcel, mientras que 3 acusados habían fallecido durante el trayecto del juicio y uno fue excluido por incapacidad.