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Contraviento

Manducando en «El Otro»

19 julio, 2022

Montevideo tiene muchísimos restaurantes. Mi propósito en esta serie de artículos (Manducando en …) es contarles mis experiencias, fundamentalmente en restaurantes en la Ciudad Vieja de Montevideo. Con suerte, los puedo animar a que los visiten y se deleiten como yo.

Uno de los placeres del ser humano es, sin dudas, comer bien. En Montevideo podemos hacerlo en muchos lugares. Algunas zonas, como Punta Carretas o Pocitos, concentran muchos buenos restaurantes. En estos artículos, derivados de la hermosa palabra latina manducāre (masticar), voy a focalizarme mayormente en la Ciudad Vieja, la calle Pérez Castellano y sus aledaños, donde hay muy buenos restaurantes de autor, caracterizados casi siempre por los pizarrones que exhiben el menú del día para los eventuales comensales. Sobre la calle Pérez Castellano los restaurantes se inician en la esquina con la calle Sarandí (el famoso Boulevard Sarandí de Milton Schinca) y se extienden hacia el noroeste donde finalmente la calle culmina en la estrella en que confluyen Piedras y Yacaré, en el Mercado del Puerto. En apenas cinco cuadras es posible deleitarse con pan de masa madre, cerveza artesanal, empanadas de carne cortada a cuchillo por Álvarez, las creaciones siempre esquisitas de Mario, comida vietnamita, la tradicional parrillada o los frutos de mar en el restaurante de Roberto y Lili, entre otros.

Lili y Roberto Connio regentan «El Otro«, un restaurante especializado en comida del mar. El curioso nombre se debe a que su lugar inicial de recalada fue el restaurante «Es Mercat«, también especializado en frutos del mar, en la esquina de Piedras y Colón, del que les hablaré en otro momento. Con el tiempo llegó el crecimiento y «Es Mercat» quedó en las diestras manos de Facundo el hijo de Roberto, mientras ellos dos abrían este nuevo local al que, con toda lógica, llamaron «el otro».

 

 

 

El restaurante tiene tres espacios, la zona al aire libre, con mesas para cuando el tiempo sea dulce y acompañe, una pequeña zona intermedia, y el gran local principal, donde se encuentra la barra, la cocina, las mesas para pocos comensales y donde, incluso, se pueden armar mesas largas para reuniones grupales. A la izquierda de la entrada reina el gran pizarrón donde se anuncian los platos del día. Una recomendación: tomen una fotografía con el celular, será más fácil de consultar que ir a mirar cada vez que se quiera algo diferente. La T y la P en sendos cículos identifican «Tapa» y «Porción» (correspondiente más grande). Les recomiendo pedir varias tapas y no cometer el error de pedir una tapa de entrada y una porción de principal, son abundantes. La cazuela de mariscos es genial y no necesita ninguna adición manducatoria previa.

Un ejemplo de cómo degustamos productos del mar en El Otro, se ve en las siguientes fotografías. La especialidad de Roberto es el pulpo (en palabras de Lili, así se enamoró de él). Conviene incluirlo en el tapeo. Acompañado de unos camarones al ajillo, preparados con aceite de oliva, ajo, y una decoración de perejil, que se dejan comer con mucha fruición. Y sin despreciar, claro, los langostinos grillados y unas deliciosas empanaditas de queso y camarones. Si, además, son fans del queso Brie, les recomiendo estos hongos, rellenos de queso y con una buena porción de jamón serrano, cuyo gusto salado combina muy bien con la amargura del queso y la consistencia fibrosa del hongo.

Finalmente, por supuesto, si tienen un lugarcito para algo dulce, no precisamente dietético, un volcán de chocolate, acompañado de helado y un cafecito, no puede faltar como broche final. Aunque quizá prefieran un té digestivo, uno nunca sabe lo que el estómago y el hígado pueden aguantar para darle gusto al paladar.

Cualquiera se imagina que todo lo anterior es imposible de degustar sin acompañarlo de un agradable vino blanco. La selección de «El Otro» no es demasiado extensa. Entre el albariño, el vino virgen y un tercero argentino que desconocía, nos inclinamos por este último para ampliar el arco de conocimientos. El elegido fue un Torrontés mendocino de la Bodega Toneles. Este Torrontés Special Selection es un vino relativamente barato, difícil de encontrar  según wine-searcher (un sitio que les recomiendo a los amantes del vino). Siendo una añada de 2020 (como ven en la foto) probablemente no se vaya a ver mucho en el futuro, pero si van al restaurante pueden pedir si lo tienen y ver si concuerdan con la evaluación. Es un vino floral, bastante potente (> 50%), aromático y seco, con apreciable acidez, que no muestra problemas de envejecimiento pese a los dos años transcurridos (hay una cosecha 2021 también), muy fácil de beber (concentración alcohólica13,6%) y con algún gusto a frutas. Curiosamente, Vivino (pueden bajar la aplicación para el celular, es muy buena para identificar y guardar los vinos que prueban) no lo logró identificar y lo confunde con un Malbec (mal ahí). Este vino logra generalmente una puntuación de entre 3.3 y 3.6 (sobre 5) y en mi opinión es una buena elección para acompañar los platos que les indiqué, con una buena relación costo beneficio.

En conclusión, comida y bebida muy agradable, con el gusto extra de encontrarse con un tuitero que se me acercó a saludar y decirme que había ido con su esposa por la recomendación que hice en Twitter a fines de mayo.

Si van a comer allí, y las cosas les resultan tan atractivas como a mí, le invito que le mencionen a Lili o Roberto que leyeron la reseña en Contraviento.uy. De esa forma nos ayudan a popularizar nuestro portal y llegar también a un espacio más amplio.

Bon appétit!

«El Otro»
Pérez Castellano 1526, tel. 2914 7078.
Martes a domingos de 10.30 a 18 h (abre a la noche para eventos especiales).
Precio promedio por persona: $ 1.300.