Agencias del Gobierno de Ucrania advierten sobre la presencia de presuntos «observadores internacionales» que irían a dar legitimidad a los referendums con los que el invasor pretende legitimar su ocupación de los territorios ucranianos tomados por la fuerza. Entre la lista de los países que se habrían prestado a esa acción, que el gobierno ucraniano considera «cómplice» y «criminal» figura Uruguay.
Votar a punta de fusil
A siete meses del inicio de la invasión, la ocupación rusa celebra lo que ellos llaman referendums en cuatro regiones ocupadas de Ucrania, para que se pronuncien sobre la posibilidad de ser anexionadas por Rusia. Esas acciones han sido condenadas tanto por Ucrania como por la ONU, que definen a estos actos como un mero espectáculo de propaganda, destinado a legitimar a través de un resultado predeterminado por Rusia que el territorio ucraniano se convirtiera en un país «independiente» según la ley rusa, antes de unirse rápidamente a la federación rusa como un ‘sujeto federal’, de acuerdo al plan del Kremlin.
En ese marco el Secretario General de la ONU, António Guterres, recordó que «cualquier anexión de territorio por la fuerza es una violación del derecho internacional», en tanto Ucrania asegura que impartirá justicia a todos los implicados en el que califican de «pseudorreferéndum» que caigan en manos de las autoridades ucranianas.
Así, hoy la página del Ministerio de Reintegración de Territorios Temporalmente Ocupados de Ucrania emite contundentes señales, en tanto asegura tener identificados a los responsables de esas operaciones.
En ella el órgano oficial ucraniano informa: «En estos días, las autoridades rusas de ocupación están haciendo esfuerzos considerables para celebrar sus pseudo-referéndums en los territorios temporalmente ocupados a toda costa. E insiste en que serán transparentes y legítimos. Para esto, incluso llamó a observadores extranjeros.
El Ministerio de Reintegración y todas las agencias interesadas, incluidas las fuerzas del orden, ya conocen sus nombres. Estos son representantes de la propia Rusia, así como de Bielorrusia, Siria, Egipto, Brasil, Venezuela, Uruguay, Togo, Sudáfrica. En esencia, están participando en un crimen colectivo contra el estado soberano e independiente de Ucrania.»
«Observador» Uruguayo en Ucrania
Naturalmente, el Gobierno de Uruguay no envió a ningún Observador a participar de referendum alguno en el marco de una invasión. No obstante, hay un uruguayo que estaría fungiendo en esa condición y que posiblemente sea el elemento por el cual se produce la reacción ucraniana.
En efecto, días atrás tomó estado público que Sebastián Hagobían, dirigente del Frente Amplio e integrante de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales de la coalición opositora se encontraría en las zonas de conflicto, con el fin de «velar por la libertad de los votantes».
«Esperamos que la población exprese su opinión libremente. Queremos que este evento sea una victoria de la democracia y que la población pueda determinar propio destino, de forma libre e independiente», señaló Hagobián, integrante de la División de Relaciones Internacionales de la Intendencia de Montevideo, quien también preside la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe.
El mismo ha afirmado que viajó “a título personal” a Moscú para dar un “taller de geopolítica”, en uso de una licencia personal, ya que que fue invitado a participar allí como observador y sostuvo que “era una oportunidad histórica” que “no podía rechazar” ya que le permitiría conocer “de primera mano” lo que sucede durante estos hechos. “Gracias a que estoy acá voy a poder dar información de primera mano al Frente Amplio para que tome una postura sobre el tema”, agregó.
«La observación electoral y de la guerra no implican validar resultados, pero si obtener información de primera mano. Estoy en mi licencia personal en Moscú en actividad académica y para mantener diálogos políticos vinculados en contra de la invasión de Azerbaiyán contra Armenia», manifestó en Twitter el representante frenteamplista desde donde se encuentra invitado por el gobierno ruso para supervisar sus acciones en los territorios invadidos, las que hasta ahora han recogido denuncias y rechazos de toda la comunidad internacional, por desarrollarse bajo coacción y sin legitimidad ni garantía alguna.