Paraguay pidió una reunión «urgente» con sus pares de Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay sobre el peaje establecido en el tramo argentino de la hidrovía Paraná-Paraguay-Uruguay, la cual se celebrará el próximo 26 de enero.
El viceministro de Relaciones Económicas e Integración de Paraguay, Enrique Miguel Franco, declaró que el encuentro será a nivel de la Comisión del Acuerdo.
El jerarca ratificó el interés de Asunción de sostener un «diálogo técnico» bilateral con las autoridades argentinas. Argumentó que no existe una contraprestación de servicio que «justifique el pago de un peaje».
La entidad trabaja por el Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná-Uruguay, rubricado en junio de 1992 por los 5 países.
Paraguay se ha declarado contrario a una resolución del Ministerio de Transporte de Argentina (1023/2022) que fija, a partir del 1 de enero de este año, una tarifa de 1,47 dólares por tonelada para las embarcaciones que realizan transporte internacional en el tramo Puerto de Santa Fe-Confluencia.
Según estimaciones del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM), el peaje tendría un impacto de unos 40 millones de dólares en el comercio exterior del país y afectaría a un 85 % de la flota local.
Además, en esta jornada la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones del departamento boliviano de Santa Cruz (CADEX), la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) señalaron en un comunicado que el tributo «representa una violación a las normas de carácter regional».
La hidrovía es un importante corredor fluvial para Paraguay y sus vecinos. Para el caso de Bolivia y Paraguay, que no tienen acceso al mar, esta arteria los conecta con el océano Atlántico.