La Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea han prohibido este jueves el uso de la aplicación TikTok en los dispositivos corporativos de sus empleados y en los dispositivos personales afiliados como medida de protección frente a las acciones y amenazas de ciberseguridad.
En un primer momento, fue la Comisión Europea quién tomó la decisión. Sin embargo, tras ese anuncio, fuentes del Consejo han confirmado que se sumaban también a la aplicación de esta medida preventiva.
«Desde el principio del mandato, la Comisión Europea ha tenido un fuerte interés en la ciberseguridad (…) y en este ámbito se ha tomado hoy una decisión» para «preservar la institución», ha indicado el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton. También ha justificado que existían «algunas razones» para tomar esta decisión.
Según ha señalado un portavoz de la institución, los empleados tendrán hasta el 15 de marzo para eliminar la aplicación de sus dispositivos corporativos, aunque no ha ofrecido directrices sobre su uso en aparatos personales.
La Comisión ha detallado que esta suspensión es una decisión corporativa interna que se limita estrictamente al uso de los dispositivos afiliados a su servicio móvil.
La medida se ajusta a las estrictas políticas internas de ciberseguridad de la Comisión aplicables al uso de dispositivos móviles en las comunicaciones relacionadas con el trabajo.
La decisión se ha tomado por el temor de Bruselas a que terceras partes puedan explotar la aplicación para llevar a cabo ciberataques contra el entorno corporativo de la Comisión, y ha avanzado que se examinaran también otras redes sociales.
Aclaran que no se debe a «una amenaza inmediata»
La Comisión Europea ha aclarado que la decisión de prohibir el uso de TikTok en los teléfonos oficiales de sus trabajadores no se debe a que haya «una amenaza inmediata», sino que se ha tomado por la voluntad de «reforzar más» las medidas de ciberseguridad de la institución.
«Puedo tranquilizarles en el sentido de que no hay una amenaza inmediata, pero constantemente vigilamos la situación. No es un secreto que estamos bajo un aumento de la amenaza de ciberseguridad y, por tanto, tenemos que adoptar medidas para evitar cualquier cosa en el futuro», dijo el comisario de Presupuesto y Administración, Johannes Hahn.
La medida, no obstante, se revisará «constantemente», por lo que en el futuro podría ser «reversible», aseguró la portavoz de la Comisión, Sonya Gospodinova.
Bruselas lleva tiempo poniendo su foco de atención sobre TikTok y el resto de grandes tecnológicos, y en este contexto, en enero se reunió con el consejero delegado de la empresa china, Shou Zi Chew, a quien le manifestó su intención de prohibir su uso en la Unión Europea si no evitaba que los menores tengan acceso a «videos potencialmente mortales» y que los datos de los usuarios «se cedan a terceros países».
Además, complementa las recomendaciones que la Comisión lleva formulando desde hace tiempo a su personal para que aplique las mejores prácticas al utilizar las plataformas de redes sociales y mantener un alto nivel de sensibilización en su trabajo diario. Al igual que el Congreso de Estados Unidos, la Comisión Europea sigue los pasos de prohibir a los legisladores y a sus empleados que se instalen la aplicación en sus teléfonos oficiales.
Una medida que han adoptado también varios Estados, entre ellos Texas, Alabama o Tennessee, así como otras instituciones como la Universidad de Florida.
La polémica en EE.UU. sobre el uso de la aplicación china se ha agravado tras la reciente revelación de que ByteDance, la empresa propietaria de TikTok, usaba la red social para espiar a periodistas.
Por su parte, TikTok ha pedido una reunión con la Comisión Europea para «dejar las cosas claras» sobre sus propias medidas de seguridad y, según ha explicado la empresa en un comunicado, le «sorprende» que la institución no les haya contactado previamente ni les haya «ofrecido ninguna explicación».
La compañía ha asegurado que quiere explicar a la CE cómo protege los datos de los 125 millones de personas que ven TikTok cada mes en la UE, y ha apuntado que está estableciendo tres centros en Europa para almacenar localmente los datos de los usuarios, «reduciendo aún más el acceso de los empleados a los mismos y minimizando los flujos de datos fuera de Europa».
Esta no es la única aplicación que ha prohibido el Ejecutivo comunitario, ya que anteriormente también vetó la aplicación de videollamadas Zoom, pero sí permite otras similares como Skype Empresarial o Webex.