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Contraviento

El costo de la victoria.

29 agosto, 2023

Escribe Giuliano Giupponi.

 

Ucrania está en medio de un esfuerzo de guerra que lentamente está empezando a mostrar sus frutos.

La guerra comenzó como un trago amargo para un país que soportaba 8 años de ocupación rusa. Ese esfuerzo, planificado con sus aliados OTAN, los llevó a detener en 60 días el avance al norte y el intento de hacer caer Kyiv. Detener el resto del avance ruso en el sur y este llevó unas semanas más, pero también se logró. El costo fueron miles de vidas inocentes perdidas, cientos de niños entre ellos, debido a los incesantes bombardeos en áreas exclusivamente civiles. Cada agresión tuvo el efecto contrario al buscado por Putin, incapaz de quebrar la voluntad ucraniana para resistir.  Pero reforzó persistentemente la obstinación por luchar y recuperar su territorio.
En éste punto del conflicto Rusia se debilita en el terreno. Mientras que Ucrania, sin fuerza aérea ni marina, pero con determinación y valor logra que el enemigo se repliegue. Esa determinación, dada por no haber sido abandonada como Georgia en 2015 o Chechenia desde 1996, se refuerza con el aporte invaluable de los aliados.

Nuevas capacidades navales.

En tanto Rusia ya no presenta sorpresas en el plano militar, la última fue el uso de enjambres de drones Shahed de origen iraní, Ucrania ha demostrado el desarrollo de capacidades militares propias y que han tomado por sorpresa al mando ruso.

Toloka TLK-150

En materia naval ya son conocidos los drones de superficie de los cuales hay ya dos generaciones. La primer generación, una lancha cargada con hasta 450kg de alto explosivo que ha dañado naves rusas y hasta infraestructuras como el puente de Kerch. La segunda generación son lanchas conocidas como «Sea Baby», drones furtivos, con baja refraccion de radar, mayor alcance y una carga de 850kg de explosivos que han dañado barcos logísticos, de transporte y también el puente de Kerch. Estos drones son hoy una amenaza al tráfico logístico de Crimea ya que por su alcance y diseño podría tener la capacidad de «dormir» en una deriva controlada y ser activado para atacar en el momento preciso.
También fue presentado y se sospecha que usado para inteligencia, un dron submarino llamado Toloka TLK-150. Esta nave podría estar equipada con cargas explosivas capaces de atacar desde debajo de la línea de flotación a la flota rusa estacionada en Sebastopol. Junto con el TLK-150 fueron presentados el TLK-400 y TLK-1000 con mayor alcance y carga explosiva.

Dron «Sea Baby» de origen ucraniano.

Estas capacidades ya develadas, junto con la amenaza de los misiles de largo acance de uso naval han hecho que la Flota del Mar Negro se mantenga a la defensiva desde el hundimiento de su nave insignia, el Moskva, el 14 de Abril del 2022. La marina de guerra ucraniana no tiene en servicio ni una sola nave ofensiva, aún así la marina de guerra ha tenido el ingenio de crear amenazas serias a la flota rusa.

Capacidades aéreas de agresión.

Los drones de largo alcance ucranianos se están volviendo emblemáticos en esta fase de la guerra, ya que han logrado desarrollar a través de la colaboración tecnológica, pero sin la transferencia de tecnología directa, la capacidad de atacar casi impunemente Moscú y algunas de las bases militares rusas más resguardadas de ataques aéreos.

Edificio moscovita atacado por dron ucraniano en el distrito financiero. Foto de Julio 2023.

Con un alcance que supera los 750kms han logrado superar las densas defensas antiaéreas rusas para hacer habituales los ataques sobre Moscú en las últimas semanas. No sabemos exactamente las características de éstas armas que llevan la guerra a las ciudades europeizadas de Rusia, pero hemos visto los perfiles similares a los Shahed iraníes y podemos presumir de ingeniería inversa para poder desarrollarlos. Sin violar el pacto con OTAN de no emplear armamento de largo alcance occidental para atacar Rusia, hoy Ucrania bombardea con armamento propio los principales distritos moscovitas. Desde el distrio financiero o el distrito de los ministerios y hasta en el que viven los principales protagonistas del gobierno, todos en Rusia ven hoy que la operación especial en Ucrania golpea las puertas de sus casas en forma de guerra.

Reciclaje.

Ucrania era, antes de Febrero 2022, un gran depósito de armas soviéticas obsoletas en servicio. La guerra y la falta de presupuesto han hecho su parte agudizando el ingenio a niveles superlativos. El aporte de cierta tecnología occidental hizo el resto para poder reconstruir una capacidad de agresión que nunca habían imaginado. Así los viejos drones TU-141 se reconvirtieron en misiles de crucero o los viejos misiles antiaéreos S-200V fueron modificados para ataque tierra-tierra con precisión siglo XXI. Los S-200V fueron usados para atacar los puentes de Chongar y Kerch afectando exitosamente la logística rusa. Este misil, con un alcance de 300kms y una cabeza de guerra de 250kgs fue modificado para atacar objetivos terrestres usando una guía inercial mejorada de origen ucraniano y una guía GPS para la fase de aproximación al blanco.

Misil S-200V de origen soviético que Ucrania ha modificado.

Tiene la ventaja formidable de estar en reserva en todos los países ex miembros del Pacto de Varsovia. En el peor de los casos hay al menos 1100 misiles S-200 almacenados en países OTAN. Esos misiles presumiblemente se estén modificando en Ucrania para su nueva misión, desgastar la logística rusa. Ese desgaste puede ser tanto haciendo blanco en un objetivo, como consumir el stock antiaéreo.

Bombardero estratégico TU-22M3M ardiendo en la Base Estratégica de Solsty.

Ucrania con éstas capacidades seguirá golpeando la retaguardia rusa y sus bases aéreas estratégicas desde donde bombardean las ciudades ucranianas. En éste punto la inteligencia de EEUU hace su parte dando la información precisa de blancos. Como sucedió en la base de Soltsy, en dónde uno de sus 24 bombarderos estratégicos TU-22M3M fue destruido completamente. Cada una de éstas pérdidas es irremplazable para Rusia debido a las sanciones.

Robotyne y los frentes del sur.

Mapa de la zona de Robotyne con las principales líneas de defensa rusa. La localidad de Robotyne estaba en la primera línea.

Robotyne fue elegida por Rusia para ser el punto de apoyo de la primera línea de defensa al norte de Tokmak, el verdadero punto neurálgico ruso en el sur. para su defensa apostó allí algunas de sus unidades mejor preparadas. El 247° Regimiento de Asalto Aéreo de la Guardia, miembro de la 7° División de Asalto Aéreo, elementos de la División Rusich de Reconocimiento, Sabotaje y Asalto, entre algunas de las más destacadas.
Esas unidades fueron expulsadas y obligadas a replegarse bajo presión con el asedio constante de la artillería y los drones de ataque. La localidad es importante porque retomarla implica que la primera línea de defensa rusa fue completamente perforada . Esto es importante porque en primera línea Rusia ubicó a sus mejores guerreros y en las restantes hay soldados de leva forzosa y unidades en reconstrucción o unidades de apoyo logístico. Las capacidades de combate de éstos es menor que las de primera línea. Pero además denota la escasez de reservas tácticas rusas que ya no pueden acudir con fuerza y velocidad a los avances ucranianos.

Después de Robotyne, ¿qué?

Luego de Robotyne las tropas ucranianas fijaron al enemigo en Novoprokopivka, distante solo a 5 kms. Pero a su vez comenzaron a maniobrar hacia Kopani y Verbove para ampliar el frente. Al ampliar el frente evitan la concentración de fuerzas rusas y pueden intentar evitar los fortines rusos previos a Tokmak.

Ubicación de las unidades luego de la victoria en Robotyne. Las tropas ucranianas ya iniciaron las maniobras a Kopani y Verbove en al menos 4 ejes de avance.

Aquí se inicia el dilema, porque hay 2 caminos posibles, el primero es avanzar por la ruta T0408 que une Robotyne con Tokmak a través de Novoprokopivka, Ilchenkove, Sodolka Balka y Chervonohirka, todas localidades convertidas en puntos fuertes. Éste camino tiene la gran dificultad de estar preparado de manera exahustiva para su defensa y medido milimétricamente por la artillería.
La segunda opción es torcer la maniobra en dos ejes, el primero hacia Verbove y el segundo hacia Kopani. Desde Verbove tomar hacia Romanivske al sur, rodear Ocheretuvate (Punto de apoyo de Tokmak) y envolver desde el sur el nodo ruso. Por el oeste a su vez tomar Kopani y Rivne para cortar los suministros a las tropas estacionadas en el Dnieper, especialmente en Energodar y la planta nuclear. Esa maniobra de ser exitosa hace insostenible la defensa de Tokmak, del norte del frente ruso y de toda la región de Kherson.
Una maniobra de doble envolvimiento sobre Tokmak, sin entrar a disputar la ciudad propiamente dicha, sino cercarla abre las puertas hacia Crimea, Melitopol, Mariupol y Berdiansk y deja al alcance de Himars a toda la línea de abastecimieno rusa y su retaguardia.

En éste sentido, la tropas ucranianas se encuentran ya dentro de Novopokrovka a escasos 6 kilometros al norte de Verbove. Pero también se avanza desde el oeste hacia allí.

El entorno de la maniobra y las dificultades ucranianas.

Para estudiar los posibles movimientos ucranianos es fundamental analizar el entorno de combate.
Sin superioridad aérea, igual se registran avances importantes. Sin suficiente cobertura antiaérea igual se registran avances. Aún se avanza en zonas en donde la artillería rusa, de manera sumamente competente, ha seriado, medido y probabo cada cuadrícula del mapa. Han convertido en zonas de aniquilación toda ruta de aproximación a las defensas rusas.
Además en esas zonas las tropas rusas han tenido el tiempo y los medios para construir cientos o miles de kilómetros de sistemas de trincheras, túneles, pozos de fusileros, campos minados, casamatas de hormigón, pequeñas fortalezas, etc.
La defensa rusa en tres líneas fue cuidadosamente planificada y meticulosamente ejecutada por el Gral. Surovikin, de quien lleva su nombre.

Mig-29 ucraniano de los que quedaría un remanente de unas 20 aeronaves. Rusia posee aeronaves como ésta y similares en cifras de más de 600 aparatos operativos.

En condiciones normales, según la doctrina OTAN, la fuerza aérea y los diferentes tipos de artillería «ablandan» la zona, generando bajas enemigas y minando la moral y generando pánico. Ésto para minimizar las pérdidas propias en material y mano de obra. Al no haber un correcto apoyo aéreo la ecuación se modifica y aumenta la consideración sobre los avances ucranianos. Las fuerzas armadas ucranianas avanzan a pesar del entorno hostil, del casi nulo apoyo aéreo y de la paridad en disparos de artillería que aumentan las bajas propias. Aún así las bajas rusas cuadriplican a las ucranianas y en algunos puntos las escenas de rendición en grupo se hacen frecuentes.

Rusia intenta mover sus reservas tácticas.

Rusia no se ha quedado inactiva ante los logros ucranianos y está intentando tapar los agujeros que se generan en sus defensas. Para ésto en las últimas horas se vieron al menos 3 regimientos nuevos en la zona sur. Dos regimientos, el 234° y el 104° de la 76° división VDV y un regimiento de Infantería Naval perteneciente a la 40° Brigada que lucharon en Urozhaine se encuentran en Novoprokopivka en posiciones defensivas.

Insignias de unidades VDV (Paracaidistas), tomadas de prisioneros en Robotyne.

Esas unidades se encontraban en otros frentes, los VDV en Kupiansk y los de la 40 en Bakhmut, al norte y sur retrasando el avance ucraniano. Son probablemente las mejores tropas remanentes del otrora poderosísimo ejército ruso.
Estos movimientos implican dos visiones, la primera es que Rusia le asigna a Tokmak un valor altísimo para poder mantener la linea del frente sur. Eso la convierte en el principal blanco de las operaciones ucranianas esperando que su caída precipite el colapso ruso en Zaporizhie, Kherson y en el sur de Donestk.
La otra visión es que Rusia está dispuesta a ceder en los frentes centro y norte para sostener el frente sur y alejar las fuerzas armadas ucranianas del istmo de Perekop que une Ucrania a Crimea. Y parece ser que el Kremlin fija su prioridad en la costa del mar de Azov teniendo a Luhansk y el norte de Donestk como frentes secundarios en la actual guerra de desgaste.

La necesidad rusa.

Para sostener sus posiciones Rusia debería incrementar significativamente sus operaciones aéreas e inmovilizar las brigadas blindadas ucranianas. De ellas hay un número entre 15 y 20 que están en reserva y no han visto acción en la contraofensiva. Aún arriesgando subir la cuenta de derribos, para Rusia sería una ganancia neta impedir el avance ucraniano. Podría concentrarse en reconstituir sus fuerzas de cara al invierno que se avecina.

En ese sentido Tokmak es crucial, allí se centra el único centro logístico de gran escala de todo el óblast de Zaporizhie. Las principales carreteras y vías férreas se concentran allí y su pérdida podría significar el colapso del frente sur y la amenaza directa a Crimea. Desde Severodonestk hasta Energodar en un frente de casi 500 kms, todo el suministro pasa hoy por Tokmak. Sin el corredor sur, el frente desde el Dniéper hasta Mariupol quedarían expuestos a la artillería, misiles y drones ucranianos.

Política rusa.

No hay hoy posibilidad que, de caer o ser anulado Tokmak, Putin pueda salir indemne. Una derrota de ese tamaño podría provocar cambios reales en los mandos rusos que no han destacado por su competencia. Putin, si colapsa el frente sur, es poco probable que tampoco pueda sobrevivir políticamente a la derrota. A menos que ofreciera las cabezas de varios generales y ministros.
Rusia ha sacrificado 1/3 de sus fuerzas blindadas y acorazadas y 250.000 soldados como para permitirse ser derrotado por un enemigo, prima facie, inferior. Que fue presentado durante 25 años como una nación corrupta e inferior sin el derecho a existir fuera de Rusia y su Führerbefehle. Pero capaz de propinarle desde hace un año una serie de derrotas humillantes, que el Kremlin intenta por todos los medios ocultar a sus ciudadanos.