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Contraviento

Guerra de DRONES: la gran novedad de la guerra de Ucrania

9 junio, 2025

La guerra en Ucrania ha llevado el uso de la tecnología a límites nunca pensados fuera del cine. Al principio de la guerra, los drones Orlan-10 rusos de observación parecían una innovación de ciencia ficción. Luego el desarrollo de una nueva arma ha llevado a la realidad a superar, cuando no, a la ficción.

Bajas innumerables.

Esta guerra ha llevado los niveles de bajas en las tropas a niveles no registrados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, pero con una característica propia.
En 1945 los ataques en masa soviéticos dejaban los avances en el Frente Este, los campos regados de restos humanos. Los avances a toda costa y en masa llevaron a la URSS a sacrificar hasta 6 vidas por cada una perdida por Alemania. El valor de la vida del soldado soviético para los mandos era cero, no así para los propios soldados. Para asegurar esos avances en retaguardia siempre estaban los amables Cheka y NKVD para que fuera tan costosa la retirada como el avance. Y el valor de la vida del soldado ruso no ha aumentado mucho hoy, a pesar del paso del tiempo, la incorporación de tecnología y el cambio de las estrategias y tácticas.

Al principio del combate, Ucrania contó con la colaboración de la OTAN para el abastecimiento de cierto tipo de armas, los drones kamikaze o munición merodeadora. Aparecieron los Switchblade, Hero, Silent Thunder, STM Kargu, IAI Harpy y una lista interminable. Al inicio fueron usados como apoyo ligero a los bombardeos de artillería, en definitiva para rematar la tarea cada vez que se golpeaba un objetivo importante. Al principio tenían resultados marginales en las bajas rusas, pero al día de hoy, el 80% de las bajas rusas son provocadas por drones.
Si lo vemos en números, Rusia tiene entre 1.000 y 1.200 bajas diarias, de los cuales 1/3 mueren, es decir que entre 800 y 960 soldados rusos al día son muertos y heridos por drones.

Ante la necesidad, el ingenio.

En la naturaleza quien se adapta antes obtiene la ventaja, ese es el caso de Ucrania. A pesar de contar con el apoyo OTAN desde el inicio, este no fue, como debió ser, contundente. El apoyo fue gradual y en EEUU en particular fue inicialmente masivo, pero luego con el paso del tiempo ese apoyo fue mermando de acuerdo a las circunstancias políticas. Al punto que luego del fracaso de la ofensiva ucraniana del 2023 y con el camino en ascenso de Trump rumbo a la Casa Blanca, el país de la bandera de barras y estrellas dejó de ser un socio confiable para ser uno irregular.

En este marco Ucrania se volcó al desarrollo posible de armas locales. Ante la imposibilidad de establecer grandes factorías a salvo de misiles y bombas rusas, el plan fue otro, los cuadricópteros. Fáciles de fabricar y ensamblar, sumando además el ser muy baratos, fueron la respuesta ideal. Primero se colocaron granadas de mano, luego fueron granadas de mortero, al inicio solo de 60mm, luego 81 y al final aparecieron bombarderos portando hasta 12 granadas de mortero de 120 mm.

Estos mensajeros de la muerte literalmente se posan sobre el objetivo y arrojan su carga, el resultado es un sorprendente porcentaje de aciertos tendiente al 100%. Pero la tecnología no se detiene y en 2023 apareció la AI (Inteligencia Artificial). La aplicación de AI al área militar surgió como un desarrollo lógico dentro del desarrollo de la guerra.

Dron ucraniano, usado en la guerra con Rusia
Dron ucraniano, presumiblemente del tipo usado en los ataques.

La capacidad de producción ucraniana de drones de todo tipo es muy difícil de calcular, y aunque se sabe que son capaces de fabricar más de 4.000 drones cuadricópteros por día para portar granadas de RPG y otros explosivos, es probable que su capacidad sea aún mayor.

Entonces tenemos, un país motivado, produciendo frenéticamente drones por Us$100 -Us$300 la unidad, portando granadas de entre Us$100 y Us$150 cada una, cazando blindados rusos por valores de millones de dólares diarios y con una efectividad de casi el 100%. Era una cuestión de tiempo para que se lograra el alcance necesario para batir a Rusia.

Drones ya colocados en la plataforma de lanzamiento previo al ataque ucraniano.

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña.

 

No pasó mucho tiempo antes de que el SBU comenzara a estudiar como atacar las bases estratégicas rusas distantes a cientos y miles de kilómetros de Kyiv. Primero fueron avionetas Aeroprakt A-22 modificadas con tanques de combustibles adicionales y más de 500 kg de explosivos. Estas fueron lanzadas sobre Moscú, Engels-2 y la infraestructura petrolera rusa con excelentes resultados. Pero los bombardeos con drones contaban con dos dificultades.
Primero, el escaso alcance de los drones pequeños y baratos. Segundo, la incapacidad de llevarlos sin riesgo para la vida de los pilotos dentro de Rusia.
En ese sentido se creó la operación Spiderweb, usando la fortaleza del ingenio ucraniano y abusando de la inherente corrupción rusa.

El diseño fue simple, los mejores y más destructivos drones no pueden alcanzar las zonas de lanzamiento de misiles del Mar Caspio, tampoco pueden partir desde Kyiv y llegar a Múrmansk o Irkutsk en Siberia, entonces la solución es llevarlos a las bases y atacarlos desde dentro de Rusia. Y eso es lo que se hizo.

Se diseñaron drones específicos, autónomos, que pudieran hibernar y que al ser activados cumplieran su misión sin mayores inconvenientes. Pero eso no fue todo.
Las bases aéreas rusas están plagadas de señuelos para despistar a los satélites de EEUU y engañar sobre la verdadera fuerza de la aviación estratégica rusa. En base a la información de inteligencia disponible se pudo identificar tipos de señuelos y marcas para distinguir un señuelo de un avión, incluso para diferenciar un avión operativo de uno fuera de servicio. El SBU estuvo ocupado desarrollando esas herramientas para que la AI pudiera tomar las decisiones correctas y atacar objetivos legítimos en vez de señuelos.

Una vez que los drones fueron capaces de cumplir su tarea se inició la operación logística, alquilar depósitos en Kazajistán para armar las casas contenedores que transportarían su carga mortal rumbo a Rusia. Los camiones con la carga ingresaron y recorrieron Rusia hasta los objetivos, en general estaciones de servicio para camiones o centros de descanso para camiones adyacentes a las bases aéreas de Olenya en Múrmansk, Belaya en Irkutsk (Siberia), Ivanovo Severny al norte de Moscú, Dyagilevo en Riazán, Ukrainka en Amur a más de 6.000 km de Kyiv.

Los objetivos de alto valor.

La operación Spiderweb tuvo 3 objetivos claros.

El primer objetivo era causar el mayor daño posible a la aviación estratégica rusa. Esta aviación tenía 3 columnas vertebrales en cuanto a sus aviones disponibles y los 3 tienen la dificultad de ser aviones que ya no se fabrican y, por tanto, no se pueden reemplazar.
Los Túpolev TU-95M Bear un avión turbohélice que fue la respuesta al Boeing B-52, las dos últimas fortalezas aéreas en servicio. Rusia contaba en servicio y operativos entre 30 y 35 de estos aparatos.

 

aviones vs. drones, la nueva guerra
Túpolev Tu-95M momentos antes de ser destruido en la Base de Olenya, Mürmansk.

Los Túpolev TU-22M3 Backfire, bombardero supersónico de largo alcance, sin capacidad nuclear, que fue una de las respuestas soviéticas al B-1B Lancer. Al momento del ataque, Rusia contaba con entre 55 y 60 aparatos operativos.

Túpolev TU-22M3 estacionado segundos antes de ser destruido.

Los Túpolev TU-160M Blackjack, bombardero pesado de largo alcance con capacidad nuclear y considerado obsoleto por su tecnología antigua, falta de sigilo y altísima firma radar que lo hace por completo inútil para su objetivo inicial como bombardero estratégico. Un dinosaurio de la era soviética que es el orgullo de la flota estratégica rusa, ya que conserva algunos récords de autonomía de vuelo. Este aparato, diseñado como respuesta nuclear al B-1B Lancer, cuenta con unos 9 aparatos operativos, de los 16 que están en el inventario ruso.

Túpolev TU-160M en misión de combate sobre Siria, 2015.

También contaron con objetivos secundarios que fueron igualmente atacados, como aviones de alerta temprana Beriev A-50, muy escasos en el inventario ruso, Il-72, aviones de transporte vitales, AN-12, y cualquier otro avión militar operativo que estuviera estacionado en las bases.

TU-95M ardiendo luego de los ataques de drones.

La operación…

La operación, tal como fue descrita anteriormente, contó, en mi opinión, con pilotos de drones que estaban estacionados cerca de las bases y que aseguraron el éxito del esfuerzo. Esto surge de analizar las imágenes difundidas por el SBU. La claridad de las imágenes sugiere que había drones dirigidos por fibra óptica y que probablemente sirvieran como guía para el resto de los drones para supervisar el ataque a los aviones estacionados antes de ellos mismos cumplir su objetivo. Además, los contenedores que sirvieron como base del ataque accionaron un mecanismo de autodestrucción para eliminar cualquier pista que pudiera ayudar a las autoridades rusas a detectar cualquier tipo de secreto de la operación.

Y aunque no sabemos la secuencia exacta de las detonaciones de los aviones, podemos saber que en Olenya y Belaya no había activadas defensas de guerra electrónica, ya que, los GPS aparecen activados en las pantallas, no así en el resto de las bases. También es probable que en las bases con defensas de guerra electrónica, estos dispositivos hayan sido previamente atacados para poder desplegar al resto del enjambre sobre los aviones objetivo.

Por último, el uso de la IA ayudó a descartar aviones fuera de servicio y señuelos, los cuales fueron totalmente ignorados por los drones de ataque. El ataque además ocurrió en el momento en el que muchos de los aviones estaban siendo repostados para salir en misión de bombardeo sobre Ucrania.

Consecuencias.

Las consecuencias para Rusia son prácticamente catastróficas, Rusia admite que 15 Tu-95M fueron dañados, 4 Tu-22M fueron destruidos y otros 2 dañados y que el resto de los drones fueron derribados. La evidencia dice otra cosa y deja claro que al menos 27 TU-95M fueron dañados, de los cuales no menos de 18 fueron completamente destruidos. Además 14 Tu-22M3 fueron dañados, de los cuales no menos de 9 fueron por completo destruidos. Hay videos que muestran daños sobre 2 TU-160M, al menos 2 Beriev A-50 fueron destruidos, un Il-72 de carga y otro AN-12 quedaron en cenizas.
En el caso de los Beriev A-50 es una pérdida enorme, ya que Rusia contaba al inicio de la guerra con solo 9 de estos aviones de alerta temprana en servicio, 2 fueron derribados entre Enero y Febrero 2024 y de los 7 que se mantenían en servicio, solo 5 estaban operativos. La perdida de 2 de estas aeronaves implica que Rusia deberá dejar fronteras sin vigilancia aérea temprana en zonas en las que las tensiones no paran de crecer.

Y como sea que Rusia quiera disimularlo, el golpe psicológico para las fuerzas armadas rusas es demoledor, mucho más que haber perdido en una sola acción al 43% de su aviación estratégica, ya que deja claro que no hay base aérea rusa que esté a salvo de los ataques de drones ucranianos. Esto implicará que las mermadas unidades de guerra electrónica y de defensa aérea deberán redesplegarse dentro del territorio ruso para asegurar la retaguardia en las bases estratégicas y nucleares.

Y aunque el FSB lanzó una operación de búsqueda y captura dentro de Rusia, lo cierto es que en una semana no lograron ubicar un solo sospechoso que los conduzca a encontrar las evidentes redes de espionaje, sabiotaje y operativas que Ucrania tiene dentro de Rusia.

Una de esas consecuencias del redespliegue de las unidades antiaéreas es que el Domingo 8 de Junio se informó que un avión ruso SU-35 fue derribado por uno de los F-16 ucranianos. El repliegue antiaéreo logrará que las misiones de combate rusas queden sin protección volviendo a los aviones rusos en bláncos más acequibles para la fuerza aérea ucraniana, en especial al combinarlos con la acción de los Saab 340 AEWC de origen sueco.

Puente de Kerch.

El Puente de Kerch, que une Rusia con Crimea por encima del Estrecho de Kerch nuevamente fue atacado en otra obra excepcional del SBU en el que el ataque real se mezcla con la desinformación para enmascarar el verdadero canal de ataque. En principio el lunes las defensas del puente de Kerch empezaron a detonar luego que drones de ataque naval se dirigieran hacia allí. Con las unidades aéreas y navales distraídas en evitar ese ataque explotó uno de los pilares del puente que obligó a las autoridades rusas a cerrar el tráfico hasta poder evaluar los daños estructurales.

Las primeras informaciones hablaban de un dron Marichka submarino de largo alcance capaz de transportar una cabeza de guerra de 550kg de explosivos a más de 1.000 kms de distancia. Esto fue una operación de desinformación ucraniana y algunos de los detalles fueron revelados días después, varios equipos de buzos de combate ucranianos lograron infiltrarse al Mar de Azov, nagevar hasta los pilares del puente y minarlo con 1.100kgs de explosivos que fueron además detonados de manera remota.

Plano del Puente de Kerch, en el recuadro rojo se muestra el lugar del ataque ucraniano.

Esta audaz operación para llevarse adelante necesitó atravesar con personal, materiales y explosivos 150 kms de territorio ucraniano ocupado para luego nagevar por 170km dentro de un mar interior bajo control total ruso y desplegar 1.100 explosivos, instalarlos en el objetivo, en la que probablemente debería ser la porción de agua más vigilada del planeta en los últimos 50 años.

Otra nueva proeza ucraniana que nuevamente deja en ridículo a Rusia y a Putin que no ha podido lograr el control de los territorios ocupados luego de más de 3 años de guerra y un millón de bajas.

Expreso de tanques.

Sábado 7 de Junio, un tren de carga con más de 120 blindados y tanques cruza la Ucrania ocupada para abastecer a uno de los regimientos que se prepara para esperada ofensiva de verano en Zaporizhzhie. Dentro de la formación llevan su propia destrucción.
El convoy transporta, además de los vehículos blindados, vagones de munición, al menos 3 cisternas con combustibles y otros vagones con suministros, entre ellos un vagón cargado de granos y algo extra, drones de ataque ucranianos.
En el momento preciso, entran en acción de manera remota los drones ucranianos, detienen la locomotora y luego se despachan al resto de la formación aniquilándola por completo. En total 13 tanques T-80BVM recién salidos de las fábrica, y otros 107 blindados en óptimas condiciones de funcionamiento y de modernización liquidados.
Con esta operación del Sábado 7 de Junio, el SBU logró destruir una brigada blindada completa que sumará escasez a la ya alta escasez rusa de blindados en el frente.

Golpe y respuesta.

Ucrania dejó humillada, una vez más a Rusia y eso tendrá su consecuencia. Ya desde el lunes se empezaron a ver las respuestas rusas, olas de cientos de drones por día sobre ciudades ucranianas. Además sumado a las desventuras de recibir ataques dentro de Rusia desde Omsk Rusia aparentemente lanzó entre 2 y 3 misiles Oreshnik rumbo a Ucrania, que para sumar al bochorno ruso, oficiaron como fuegos nartificiales que fueron vistos desde Astracán, capital de Kazajistán. Ni siquiera la joya de la fuerza de misiles rusos le pudo dar un día de solaz al dictador ruso.

Rusia ante tres operaciones que no dejaron un solo civil herido respondió atacando las zonas residenciales de Ucrania y matando, cuando no civiles. Putin recrudece la matanza de civiles y no acierta a objetivos militares. Y a pesar de que en el frente sigue avanzando a un costo humano altísimo, el presigio militar ruso no podrá recuperarse en las próximas décadas.

Putin va a seguir presionando a Ucrania con sus tropas, las tropas de Corea del Norte y a través de su mejor agente, el presidente de EEUU para que Ucrania renuncie a sus territorios y se someta a la voluntar del Kremlin. Tal parece ser que no han notado los acontecimientos de los últimos tres años.

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