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Contraviento

La insoportable levedad del Homo Politicus

27 septiembre, 2023

Por Juan R. Rodríguez Puppo 

¿Cómo olvidar la obra literaria de Kundera? Un exiliado checo disidente del comunismo que nos regaló un libro inspirado en el viejo binomio de opuestos de Parménides. El griego oponía peso a levedad y filosofaba con los pares de opuestos. Luz y oscuridad, el bien y el mal, etc.
Más tarde descubrimos que desde el mundo oriental también se elucubró sobre el estudio de los opuestos. El Yin y el Yang por ejemplo, pero para ellos levedad y peso son contracaras de una misma esencia dinámica.
En fin. Hasta acá mi excusa para evocar la exquisita novela de Kundera y la Insoportable levedad. La misma que uno percibe en el mesocrático sistema político uruguayo. En el binomio Peso/Levedad, lo último prima por sobre todas las decisiones políticas de nuestro sistema. Levedad en las medidas, levedad en el vuelo de las miradas, ligereza para abordar temas en que nos va la vida, etc.
Hay excepciones y algunas apuestas que merecen nuestro aplauso. La reforma educativa no es perfecta, pero es una decisión valiente. La reforma de la Seguridad Social no era la perfecta, pero es una apuesta no demagógica de parte del gobierno.
Por fin uno ve algo de Peso frente a la Levedad del sistema todo. Alguien que piensa más allá de una elección y aborda un problema que debió ser atendido en anteriores administraciones. La ley “multicolor” es controvertida y será sometida a plebiscito por parte del PITCNT.
El PESO lo asume la espalda de Lacalle y su gobierno.
La LEVEDAD la impone la blandura y ambigüedad de la insoportable indefinición del FA.
El PESO lo carga quien piensa en las generaciones futuras y en un sistema que de si no cambia deriva en un enorme agujero negro que dejará sin jubilaciones o sin recursos al país entero.
La LEVEDAD es descubrir que la única oposición que es alternativa de gobierno NO asume postura política alguna en un tema crucial de la vida del país. DEJO EN LIBERTAD DE ACCION A MIS VOTANTES. Ni Poncio Pilatos se hubiera atrevido a tanto.
Jugarán a hacerse “los distraídos” como colectividad viendo como la falange comunista y su brazo laboral se embanderen con un plebiscito que confisca dineros de futuros pasivos. Mirando impávidos cómo van a contrapelo del mundo en cuanto a edades jubilatorias e intentando darles rango constitucional a conceptos que claramente que nunca deberían colocarse en la rígida lógica de una Carta Magna.
Pero el Peso/Levedad no solo lo percibo en la oposición. Me da tristeza ver como frente a una realidad que nos va fagocitando en cuotas la soberanía como lo es el narcotráfico el propio sistema deja en soledad al Ministerio del Interior con esfuerzos aislados, meritorios y a veces mal comunicados.
No nos hemos desayunado aún que el narcotráfico y sus redes han hecho un trabajo de más de una década para finalmente quitarnos soberanía, controlar, someter y hasta presionar organismos oficiales (por ahora parcialmente). Hasta la justicia ya han contaminado. Han copado barrios enteros y a algunos narcos les regalamos libertades condicionales con tobilleras de la “Casa de los Chascos”.
La levedad nos lleva a ver cómo actores aislados intentan reaccionar ante el fenómeno con soluciones (plausibles sí) pero muy tardías o de corto vuelo. Cito un ejemplo. Lo del allanamiento nocturno era una medida a tomar hace 8 años. Hoy ya no es solución. Es apenas un meritorio avance.
Señores. Estamos frente a un problema de soberanía. Ni más ni menos. Los Estados de excepción previstos en nuestra constitución no son suficientes. Son ambiguos y no tipifican adecuadamente los problemas a los que ya nos vemos enfrentados.
Antes que emerjan los Bukeles de termo y mate ¿no podríamos generar un aggiornamiento constitucional para proteger nuestro ordenamiento jurídico y nuestra soberanía? ¿Cómo van a justificar legalmente la eventual intervención militarizada si no adecuamos nuestras normas? ¿cárcel de máxima seguridad? ¿Qué hacemos en caso que ni siquiera la policía pueda entrar a un barrio a citar a un testigo a declarar? ¿Qué sucede si tenemos todo un barrio tomado por los narcos o pandillas y ya nadie se anima a denunciar nada? ¿Estamos tan lejos de todo esto o ya llegamos a este estadio?
Los institutos constitucionales de las medidas de excepción son dos: Medidas prontas de Seguridad y Suspensión de la seguridad individual. La doctrina se divide en cuanto a la tipificación y al encuadre legal mínimo que se necesita para que operen como tales. ¿no necesitaremos ley interpretativa al menos si el día de mañana hay que “echar mano” a uno de estos recursos? Me atrevo a decir que hoy por hoy solo uno de ellos (Medidas prontas) podría ser el utilizable en caso de severa conmoción interna. Cuando se implementaron estas medidas en el pasado fueron muy controvertidas y deben ser la última ratio ante una situación de crisis o conmoción que amerite el recurso más extremo. Me pregunto si no habrá llegado el momento de pensar en estos extremos. ¿Alcanza con el allanamiento nocturno si desde adentro del sistema tengo quien filtre información a las bandas? Ya vimos que en otras sedes la filtración de información está instalada y lo comprobamos durante todo el affaire Astesiano. Pero también vimos como dentro del mismo Poder Judicial han estado sucediendo “extraños fenómenos. Si van a tocar la Constitución con lo del allanamiento nocturno. ¿No habrá que ir un poco más lejos en la mirada?
En fin. ¿Solo unos pocos notamos que nos estamos quedando cortos con las respuestas del sistema?