Escribe Lic. Ana Claudia Martinez *
(Especial para Contraviento)
¿Prefieres el placer inmediato? ¿Es el alivio de una tensión un placer que se puede postergar? ¿Qué tan difícil se nos hace hospedar un malestar, transitorio, sin recurrir a analgésicos?
EPICURO HOY: ¿PLACER ESTÁTICO O PLACER EN MOVIMIENTO?
Estamos en una era de gratificación inmediata y la hormona de la recompensa y placer, la Dopamina, es la que más «consumimos» a diario.
Epicuro mencionaba que el placer estático es ese que trae el alivio de algún dolor o malestar, ya sea físico, aspirando a la aponía (ausencia de dolor físico) y la ataraxia (imperturbabilidad de la mente). Se trata de minimizar el dolor, la ansiedad y el sufrimiento. También hablaba del placer cinético, que sería cambiar de un estado a otro, es fácil de obtener y se esfuma con rapidez (comer algo dulce si estamos ansiosos, subir likes con selfies, fumar un cigarrillo, alcohol o cualquier sustancia psicoactiva si sentimos estrés).
Si bien el primero es más difícil de obtener, y requiere tiempo (si queremos moldear nuestra figura o nivelar nuestros valores haciendo ejercicio físico, aliviar contracturas con una serie de masajes, o resolver un conflictos yendo a terapia), es el que puede perdurar y mantenerse, quizá, durante toda la vida.
PERSONAS DOPAMINA O SEROTONINA DESDE CHIQUITOS
Walter Mischel, psicólogo austríaco, llevó a cabo el Test del Malvavisco o Test de la Golosina, para observar la conducta y elección de cierto grupo de niños de cuatro años, a los que se les enfrentó a la siguiente consigna en lo que entendían como un «juego de la espera»: «te dejo una golosina en la mesa, si no la comes y esperas a que regrese en un momento, te voy a dar dos». De esta manera, ausentándose durante veinte minutos, pretendía medir la variable del autocontrol y dominio de sí mismo del niño.
Luego de catorce años de seguimiento de estos niños observó que quienes se habían mostrado impulsivos y no pudieron tolerar la frustración de la espera, sin capacidad para postergar el placer y acceder a la gratificación inmediata -lo que se correspondería con el placer cinético de Epicuro- presentaron una autoestima más frágil, escasa tolerancia la frustración ante los obstáculos de la vida (perder exámenes, no ser elegidos para un empleo, rupturas) y proclives a desarrollar comportamiento adictivo.
Quienes mostraron paciencia y pudieron abstenerse de un placer inmediato aunque menor, prefiriendo uno que demorase pero fuese mayor -relativo al placer estático epicúreo-, mostraron una autoestima más sólida, tolerancia la frustración, flexibilidad y confianza frente a los obstáculos cotidianos, siendo socialmente más competentes, menos agresivos y menos ansiosos ante un posible rechazo social.
Los primeros serían «personas Dopamina», de inmediata gratificación y recompensa, proclive a generar conductas adictivas, cuadros de ansiedad y depresión; los segundos serían personas Serotonina, donde el placer se posterga pero el bienestar obtenido es duradero y sólido.
CORTE Y AYUNO
Salvo que estemos hablando de una dependencia y consumo problemático de sustancias como cocaína inhalada, alcohol o barbitúricos (cuya deshabituación se sugiere sea gradual y acompañada por supervisión y control médico, ante el marcado síndrome de abstinencia que puede presentar cuadros de riesgo a nivel físico y psicológico) podemos pensar en llevar a cabo una fórmula de Corte y Ayuno de exceso de Dopamina.
Prevención de conductas de dependencia y/o consumo problemático de Redes Sociales, ante lo que podría estar siendo un «síndrome de atracón digital». Como pasa en los cuadros de adicción a sustancias psicoactivas suele existir en los tiempos iniciales algunos períodos de intoxicación. Consumos puntuales, excesivos, agudos como solemos conocer en las borracheras o estado de ebriedad. En cuanto a vínculos de adicción a las redes sociales podemos detectar en nosotros mismos, o alguien de nuestro entorno, ciertos patrones que nos revelan indicadores de dependencia:
- los horarios de permanencia en las redes es más frecuente y con tiempo más prolongado.
- se consulta el celular ni bien empieza el día y es lo último que se ve antes de dormir.
- interrumpe el habitual desempeño de las tareas cotidianas.
- dificultad para mantener la atención y concentración en las tareas, trabajo, comunicación con otros.
- ansiedad, nerviosismo, desazón e imposibilidad para permanecer sin el celular o consultar las redes.
- configurar las actividades cotidianas en torno al acceso al celular y las redes.
- continuar pensando sin poder detener la actividad mental asociado al contenido visualizado en las redes.
- alteración en patrones de alimentación y de sueño (insomnio de conciliación o de mantenimiento).
- sedentarismo, anhedonia, aislamiento físico o emocional.
Como medida de prevención, y evaluación de uno mismo, o de alguien cercano que veamos pueda estar cursando un cuadro con estas características, podemos aplicar una medida de corte y ayuno. Para esto sugerimos una abstinencia de Dopamina (hormona predominantemente activada en el uso de las redes sociales), por el lapso de unos días (3 a 7), evaluar, reemplazar las fuentes externas de motivación (motivación extrínseca) por motivaciones internas (motivación intrínseca) que suele asociarse con la generación de Serotonina (hormona del bienestar y antidepresiva) y luego retomar un uso con límites y pautas claras.
Si los síntomas de ansiedad, insomnio y depresión persisten por lo menos durante dos semanas, o se intensifican en este período, realizar la consulta correspondiente con psicólogo, o medicina general, para valorar diagnóstico y tratamiento pertinente.
BENEFICIOS DEL AYUNO Y SER PERSONA SEROTONINA
- Elevamos y mejoramos nuestra productividad.
- Podemos reestructurar nuestras prioridades (ejercicio físico, conexión y comunicación con amigos y familia, cambios de hábitos).
- Ganamos en enfoque, orden y organización
- Desarrollamos la tolerancia a la frustración
- Modulamos mejor las emociones y mejora nuestro estado anímico.