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Contraviento

No puedo vivir sin ti: Cuando la pareja es el celular

7 septiembre, 2024

Hace unas dos semanas vimos, con mi hija, Paulina, la película de Netflix: «No puedo vivir sin ti». Qué título tan de amor romántico. Sí, amor, en exceso, al celular. Adrian Suar interpreta a Carlos, un hombre que anda en sus cincuenta y algo. Siempre está al borde de ascender en su puesto de trabajo y su jornada empieza, y culmina, con el celular en la mano. Esta adicción primaria, la del celular, y la secundaria, al trabajo, le lleva a una separación con su esposa, Adela. Esta le pone un ultimátum si es que quiere recuperar la vida en común que antes tenían. Es divertidísima pero, como toda comedia y la vida en sí misma, encubre cierta tragedia. Se nos va la vida, y los vínculos, en el celular y el trabajo.

Desconectar para reconectar
Adicción al móvil, trabajo y el camino hacia el bienestar

Como vemos en Mi vida sin ti, en la era digital, nuestros celulares se han convertido en extensiones de nosotros mismos. La constante conectividad -wifi siempre- y la presión laboral ha generado un fenómeno preocupante: la adicción al móvil, a las redes sociales y al trabajo. Estas adicciones, poco visibles, no son consumo de sustancias, pero sí de cosas, pueden tener un impacto significativo y nocivo en nuestra salud mental y física.

¿ADICCIÓN AL CELULAR O AL TRABAJO?

En el caso de Carlos es a los dos. Se expone a multas de tránsito por atender el móvil mientras conduce porque no puede establecer límites a su jefe. Interfiere en las comidas familiares porque accede a realizar videoconferencias en su día libre. Acude a bodas pretendiendo estar para reuniones virtuales laborales en ambos sitios a la vez. No pueden convivir, sin límites, la identidad análoga y la digital.

La adicción al móvil se caracteriza por una necesidad compulsiva de revisar el dispositivo aun cuando no hay notificaciones. Esta conducta puede llevar a la negligencia en otras áreas de la vida, como las relaciones sociales, el trabajo o el ocio. Por otro lado, la adicción al trabajo, lo que se conocer como workaholic, es una obsesión por el desempeño laboral, que a menudo va acompañada de un sentimiento de culpa cuando se desconecta.

SÍNTOMAS:

Dificultad para desconectar y concentrarse: la mente divaga constantemente hacia el teléfono o las tareas pendientes, lo que dificultad la concentración en actividades del presente. Todos conocemos esa sensación de que alguien nos esté hablando y la mente, por un segundo, se dispersa, se va, pensando en si nos estaremos perdiendo algo en las redes sociales, o si llegó un correo que no hemos respondido. En la película Carlos tan solo estaba, y a veces, de cuerpo presente pero con la mente ausente. No podía sostener una conversación tranquila y sostenida con Adela, su esposa. La ansiedad, el no poder desconectar mentalmente con su trabajo y no poder concentrarse en el motivo de la conversación le interrumpía.

Ansiedad y estrés constantes: la constante preocupación por las notificaciones, los correos electrónicos o las tareas pendientes generan un estado de alerta constante que puede desencadenar episodios de ansiedad y estrés. Existe el síndrome de la vibración fantasma.

La comunidad científica, que lo sigue investigando, designa con este nombre a ese estado por el que, al estar habituados a que detectar la vibración de nuestro móvil, ante el más leve movimiento muscular o la sensación de que la ropa se mueva nos lleva a interpretar erróneamente que es una notificación de un mensaje o llamada.

Esto se intensifica cuando estamos pendientes de nuestro trabajo, sobre todo fuera del horario y ámbito laboral, como con Carlos en una boda o comida familiar. Si estamos preocupados porque esperamos una llamada entonces vamos a sentir que el celular vibra aunque no lo esté haciendo y esto sucede porque hay un cambio en nuestro cerebro que espera que algo así ocurra. Estar todo el día con el teléfono activo es como estar en guerra, siempre en estado de alarma y guardia ante las notificaciones.

Problemas de sueño: la exposición a la luz azul de las pantallas -después de las 14 horas debemos tener contacto con luz cálida, puesto que la azul interfiere en la generación de melatonina, que es la hormona que nos ayuda a conciliar y mantener el sueño- antes de dormir interfiere con los patrones de sueño, provocando insomnio de conciliación o mantenimiento.

Aislamiento social: la preferencia por el mundo digital puede llevar al aislamiento social y a la disminución de las relaciones interpersonales. Empezamos a rechazar invitaciones a encuentros, estamos pendientes de tener batería completa y conexión a wifi o datos para estar disponibles aunque en soledad, mantenemos conversaciones por audios y texto pero no personalmente, de manera corpórea y sincrónica.

Descuido de la salud física: se descuida la forma y estilo de alimentación, muchas veces alimentándonos con comida rápida y chequeando el celular. Es usual que nos dejemos llevar por el sedentarismo y que dejemos de lado nuestra salud hasta el punto de postergar o suspender las consultas médicas. Suele haber problemas oculares como fatiga visual, conjutivitis o síndrome de ojo seco al pasar mucho tiempo frente a pantallas, así como dolores musculoesqueléticos causando dolor en el cuello, hombros y espalda. Es común googlear cualquier síntoma y nosotros mismos intentar diagnosticarnos y sanarnos. En la película, Carlos solía practicar ciclismo pero había dejado la bicicleta a un lado para dedicarse únicamente a trabajar.

Baja autoestima: en las redes sociales nos comparamos con los demás y tendemos a exigirnos demasiado en lo que rendimos a nivel laboral, puesto que nos exponen a información y situaciones de éxito y glamour constantes. En la película Carlos se obsesiona con obtener el último modelo de celular puesto que se publicita en todas partes y un compañero de trabajo ya lo tiene y se lo expone.

Irritabilidad y cambios de humor: la incapacidad para desconectar o la frustración al no poder acceder a la información deseada puede provocar cambios bruscos en el humor. Como inmigrante digital doy fe de que en los años 90s había que esperar minutos, muchos, para cargar una página o, para descargar una canción, a veces hasta tres horas. Esto fomentaba la tolerancia a la espera y a la frustración.

DESINTOXICACIÓN DIGITAL

Establecer límites: definir horarios específicos para el uso del móvil. Para prevenir estos cuadros de adicción al móvil en niños y adolescentes, además de que es necesario su regulación por los adultos responsables, es útil la aplicación Family Link. Y en nuestro dispositivo móvil podemos configurar el tiempo de uso para cada aplicación y cuando llega ese momento se bloquea. Otra opción, que proviene del minimalismo digital, es eliminar todas las aplicaciones del celular, usarlas en el computadora, y dejar solo aquellas que son necesarias y con sus horarios puntuales de uso. En la película Carlos comienza a asistir a un grupo de autoayuda, al estilo Alcohólicos Anónimos, con frases de aliento y una serie de pasos para la rehabilitación, siendo menester la fase de desintoxicación digital.

537482794 Minimalismo Digital Cal Newport

Crear zonas libre de tecnología: designa espacios en tu hogar donde los dispositivos electrónicos estén prohibidos, como el dormitorio.

En «No puedo vivir sin ti» existía un «aparcamiento para celulares», que imitaba una playa de estacionamiento para autos pero en miniatura, una maqueta donde cada integrante debía dejar su móvil apagado. Esto ya se implementa en algunos bares, restaurantes y centros de estudios.

En el colegio donde asiste mi hija, en la adscripción, se encuentran dos bandejas de grandes dimensiones donde los adolescentes, a la entrada, depositan allí sus móviles, y se les entrega a la hora de la salida. Hoy por hoy, contar con unas siete horas de desconexión digital completa es una forma de regenerar y restaurar el equilibrio en todas las áreas de la salud en general.

Así como en la noche se hace el reposo digestivo y el sueño permite la reparación celular y forjamiento del aprendizaje, en este horario también hay una restauración general.

Desactiva notificaciones: reduce las distracciones desactivando las notificaciones de aplicaciones no esenciales. Al ir a dormir activar el sistema No molestar o Modo Avión.

Practica Mindfulness: la atención plena te ayudará a estar más presente en el momento y a reducir la ansiedad. Recuperar la atención plena en el aquí y ahora, restablecer la atención con el mundo análogo, entrenar la mente para volver a una atención concentrada y no dispersa.

Conecta con la naturaleza: pasa tiempo al aire libre y desconecta de la tecnología. Recordemos la frase de la película: «todo lo que podamos hacer sin celular, lo hacemos sin celular». Es volver a nuestra naturaleza esencial. Nos podemos ayudar con caminatas o paseos en la naturaleza.

AUTOCUIDADO: LA CLAVE PARA PREVENIR EL ESTRÉS CRÓNICO

El autocuidado es fundamental para prevenir el estrés crónico y mantener un equilibrio emocional. Algunas prácticas beneficiosas incluyen:

Ejercicio físico regular: la actividad física ayuda a reducir el estrés y mejora el estado de ánimo.

Alimentación saludable: una dieta equilibrada proporciona la energía necesaria para enfrentar el día a día.

Descanso adecuado: asegúrate de dormir las horas suficientes para que tu cuerpo y mente se recuperen. Entre 7 y 9 horas es lo ideal.

Relajación: practica técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga.

Busca apoyo social: conectar con amigos y familiares puede ayudarte a sentirte más conectado y apoyado.

PREVENCIÓN DEL ESTRÉS CRÓNICO:

El estrés crónico puede tener consecuencias graves para la salud física y mental. Para prevenirlo, es importante:

Establecer prioridades: identifica lo que es realmente importante para ti y enfoca tus esfuerzos en esas áreas. Si te anotaste a clases de spinning o pilates entonces esos espacios son sagrados, no se transgreden, postergan ni renuncian por motivos laborales.

Delegar tareas: no intentemos hacer todo por nosotros mismos. Aprendamos a delegar, a trabajar en nuestra creencia de omnipotencia. No podemos con todo y menos todo el tiempo. El mundo seguirá andando aún cuando ya no estemos aquí.

Aprender a decir no: no te sientas obligado a aceptar todas las responsabilidades. Se empieza a perder el placer cuando entramos en el modo complacer. Muchas veces, menos es más. Y esto no es conformismo sino respeto por nosotros mismos.

Buscar ayuda profesional: si sientes que no puedes manejar el estrés por tu cuenta, busca el apoyo de un terapeuta.

Para terminar el artículo de hoy me gustaría saber, ¿qué opinas tu sobre este tema? ¿Has experimentado alguna de estas adicciones? ¿Qué tal difícil te resulta establecerte límites en el manejo del móvil y en el trabajo? Si has visto la película, ¿con cuál personaje te identificas? ¿Qué otras buenas prácticas en el manejo del celular y el trabajo se te ocurren?