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Contraviento

Pausa y reconecta: estrategias de mindfulness para mujeres ocupadas

15 noviembre, 2024

Vivimos en un mundo que nos pide estar siempre en movimiento, creando, haciendo, siempre disponibles y, sobre todo, siempre productivas. Entre la vida profesional, las responsabilidades familiares y el cuidado personal, es fácil sentirnos desconectadas o abrumadas. Hoy vamos a explorar prácticas de mindfulness que nos pueden ayudar a crear un espacio de calma en medio de la vorágine diaria.

Mindfulness en movimiento: un respiro en medio de las tareas

No siempre tenemos el tiempo para sentarnos en silencio a meditar, pero el mindfulness puede integrarse en acciones cotidianas. Su práctica informal lo hace amable y fácil de aplicar en el día a día. La próxima vez que realices una actividad sencilla como ordenar las cosas encima del escritorio, caminar hacia el trabajo o preparar una lista de recados prueba este ejercicio:

  1. Observa tus sentidos: Siente la temperatura del ambiente, la textura de los objetos, la planta de los pies al caminar o el aroma del papel si escribes en él.
  2. Respira conscientemente: Realiza tres respiraciones profundas permitiendo que cada exhalación libere cualquier tensión acumulada.
  3. Nota tus pensamientos: Si tu mente divaga simplemente obsérvala y vuelve a enfocarte en la actividad.

Este ejercicio permite que la mente se refresque en pocos minutos, cultivando un estado de calma que puede acompañarte en el resto del día.

Autoaceptación: una práctica de compasión hacia nosotras mismas

En el día a día solemos ser nuestras peores críticas. Una práctica sencilla de mindfulness es cultivar la autoaceptación, que nos recuerda que no necesitamos «hacer todo perfecto».

1. Escribe un recordatorio amable: Cada mañana escribe una frase de afirmación personal, como «Hoy elijo tratarme con compasión». Dejala en un lugar visible para que la recuerdes en tus actividades cotidianas.

2. Respira y repítela: Cuando surjan momentos de estrés o autocrítica, cierra los ojos, respira y repite la frase.

Este acto, muy simple, sencillo, ayuda a reprogramar el diálogo interno, suavizando la presión autoimpuesta y reforzando la conexión con nuestro valor personal.

Ejercicio de visualización para aliviar la ansiedad

Las visualizaciones guiadas con una herramienta efectiva para calmar la mente y aliviar la ansiedad. Intenta este ejercicio al final del día o cuando necesites un respiro:

  1. Encuentra un lugar tranquilo y cierra los ojos.
  2. Visualiza un espacio seguro y cálido, ya sea una playa tranquila, un jardín o una habitación acogedora.
  3. Respira profundamente imaginando que inhalas calma y exhalas cualquier tensión.

Permite que esta imagen te envuelva y concédete unos minutos en este espacio seguro, reforzando una sensación de paz interior que puedes llevar contigo.

Recuerda que la práctica de mindfulness es un regalo que te haces a ti misma para cultivar calma y claridad en medio de la vida moderna. Estas técnicas simples pueden ser integradas en cualquier momento del día, aportándose serenidad y resiliencia.

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