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Contraviento

Victoria del Frente Amplio. ¿De Uruguay también?

26 noviembre, 2024

Se ha elegido el capitán y la tripulación de un barco que deberá navegar en un mar borrascoso

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La aceptación de su amplio y profundo desconocimiento de la política oriental hizo que esta columna evitara emitir pronósticos sobre el resultado electoral, tanto en sus entregas semanales como en sus cuentas de “X”.  Más avezados expertos analistas se atrevieron a predecir, hasta con fracciones decimales, el triunfo de la Coalición, probablemente confundiendo los deseos con la opinión.

Hoy empieza la etapa de reflexión. En tal sentido, es recomendable leer en este mismo medio la columna del colega Graziano Pascale, que desbroza en detalle el listado de las posibles causas políticas que condujeron a este resultado, un verdadero balde de agua fría para la Coalición, no sólo por la derrota, sino por la diferencia, amplia para los estándares recientes en la distancia de votos que se suponía separaba a las dos alianzas.

Tampoco parece demasiado cierto que, como dicen ahora los expertos, el nuevo gobierno tendrá que hacer una gestión de acuerdos y mutuas concesiones. El Frente tiene el Ejecutivo, la mayoría en el Senado, el apoyo gremial y necesita solamente un par de votos adicionales en Diputados, que no es muy aventurado suponer que conseguirá en muchos casos. Se puede seguir soñando, por supuesto, pero una vez más, no habría que confundir lo que se desea que pase con el pronóstico de lo que puede pasar. Suele ayudar.

El grave error electoral de designar a Ripoll

Apenas al día siguiente de la elección de candidatos de cada fuerza, o primarias, este espacio expresó que la designación de Valeria Ripoll como candidata a la vicepresidencia constituía un grave error electoral. Y también la calificó de sorpresiva, improvisada y casi un impromptu del candidato a presidente por el PN.

Esas afirmaciones fueron inmediatamente retrucadas por los expertos conocedores de la política, de los que una parte sostuvo que se trataba de algo previamente analizado y sopesado. Las declaraciones póstumas (políticamente, se entiende) de Delgado dejan claro que se trató de su elección y su decisión.

También se dijo en ese momento que se trataba de incorporar una nueva generación, un nuevo estilo, alguien que representara las nuevas expectativas, las nuevas problemáticas. Evidentemente falso en términos de política. La supuesta “digestión” del concepto de Coalición por parte del Partido Colorado no resultó cierta.

Otra vez quienes votaron por su partido en la primera vuelta, se negaron a hacerlo por el candidato del Partido Nacional en el balotaje. Prefirieron votar en contra de quien difiere un 30% de sus ideas, para hacerlo a favor de quien está en contra del 90% de sus ponencias. Si eso se desea calificar como racional e inteligente, es una opinión tan respetable como todas las demás, obviamente.

«Más o menos lo mismo»

Pero en algún punto, ayudó a esa decisión la presencia en la fórmula de la Coalición de la excomunista. Mostró el “todo es más o menos lo mismo”, que convenía a la ex oposición y ayudó al pasaje de votos del PC al FA. Esos votos que se llaman imprecisamente “indecisos”, pero que no lo son. De lo contrario habrían votado de otra manera en la primera vuelta. No resultó cierta la afirmación de que el concepto de coalición había madurado.

Una forma de ver lo ocurrido, es aceptar que el resultado no es fruto de la disconformidad con la gestión de Lacalle Pou. Cualquiera hubiera sido la calidad de su gestión, el simpatizante frenteamplista no habría votado a sus continuadores. Se vota por hinchismo. Un concepto futbolero que, guste o no, impera y sigue imperando. Y que probablemente aumente con el crecimiento poblacional con sesgo sectorial.

Adicionalmente, en un minucioso trabajo que está publicando en Contraviento el colega Alfredo Bruno se muestra que los votos en blanco parciales colocando sólo la papeleta del plebiscito de Seguridad Social fueron anticipatorios de lo que ocurriría en la segunda vuelta, lo que hace recobrar validez a las presunciones de esta columna que comenzaron hace dos años sobre la influencia de esa consulta en el resultado final de las presidenciales, más allá del rechazo de la ponencia. Se recordará que el Frente tiene en su plataforma programática varias de las propuestas rechazadas por los votantes, lo que el PIT CNT se encargó de recordar en la campaña.

Ganó el apego a la solución mágica, milagrosa e inmediata

Ese tipo de supuestas concesiones graciosas y voluntaristas, al igual que la creencia de que el empleo estatal es empleo real, que el aumento de sueldos por decreto es crear “empleo de calidad”, que la forma de ser equitativos  es regalar subsidios y quitar la “riqueza” al que más tiene y luego ver si alcanza para repartirla o si hace falta quitar más aún, o sea el concepto socialista neomarxista, es el sueño mayoritario, como hoy se confirma.

Los expertos analistas y observadores, no sólo los locales, sostienen ahora que “en Uruguay no hay cambios abruptos” y que todo es siempre más o menos lo mismo. No es cuestión de discutir con quienes hacen sesudas evaluaciones de la conducta y realidad de la sociedad y las instituciones. Y sería lo mejor para el país que tuvieran razón en el pronóstico esta vez. Sí habría que tener cuidado en no confundir lo que se quiere que ocurra con lo que se piensa que va a ocurrir, sobre todo si se ocupan posiciones decisionales.

Por la suma de errores políticos electorales, no por su gestión que a estos efectos resulta irrelevante por lo dicho, la Coalición merece este resultado. En cuanto al Frente Amplio sus votos no se basan en merecimientos, como se sabe.

¿Exportando y creciendo con aumentos de costos?

El panorama internacional no es halagüeño para las expectativas del país, que necesita crecer con exportación de valor y lo debe alcanzar pese a una política avizorable donde los costos internos tenderán a aumentar por sistema. La reacción del socialismo ante este tipo de circunstancias suele ser siempre aumentar el estatismo, una garantía de que esos logros no se obtendrán. En el mejor de los casos, todo intento de crecimiento vía el estado termina siendo ruinoso. Sobran ejemplos locales, sin necesidad de leer los textos.

El proyecto esbozado durante la campaña y ayer mismo por el Frente Amplio es exclusivamente de generación de gastos y costos al comienzo del proceso, lo que también plantea una imposibilidad de cuajo, más una necesidad de emisión, de endeudamiento o de ataque impositivo que tenderá a alejar la inversión y la toma de riesgos empresarios.

El Frente, más que negociar y acordar con las otras fuerzas políticas, tendrá que acordar dentro de su propia alianza. Sin los viejos líderes ya desaparecidos o en vías de hacerlo, eso resulta mucho más difícil.