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Contraviento

Orsi, la Chacra, un Gabinete y la Hegemonía que avanza

19 diciembre, 2024

“Cuando nos resulte difícil ver con claridad el futuro, hay que pensar qué podemos aprender del pasado” Lea Ypi (Libre)

 

“El Gabinete del Dr. Calegari” es una legendaria película alemana de culto, del cine mudo de la década de 1920, en la que se cuenta los sucesos acaecidos en un pueblo, donde vive el protagonista Francis, a partir de la llegada del Dr. Calegari con su misterioso Cesare, un sonámbulo que puede prever el futuro.

Aunque el “gabinete” al que refiere la película es el pequeño recinto donde recibe Calegari, esta palabra es la que más resuena por estos días en Uruguay, con la expectativa despertada por otro “Gabinete”, el que acompañará a Orsi en su aventura presidencial.

Si bien se había dicho por parte del futuro mandatario que la integración de este se conocería en la próxima semana y en su totalidad, la realidad es que ya se había ido conociendo, en cuotas diarias, a la mayoría de quienes ocuparán los diferentes Ministerios y principales cargos ejecutivos.

Pero la alusión a la película no resulta caprichosa, porque si bien Orsi, hasta donde se sabe no cuenta con ningún adivino dentro de su equipo, uno de los primeros confirmados en un cargo que, la experiencia así lo dice, es de capital importancia, es del Pro-Secretario de la Presidencia, futuro ocupante del Piso 11 de Torre Ejecutiva, que es nada menos que el ex Fiscal General de la Nación Dr. Jorge Díaz Almeida.

Díaz, el Demiurgo del Piso 11

 

En nuestra anterior columna en Contraviento ( https://contraviento.uy/2024/12/09/los-tantos-diaz-de-jorge-y-el-bayardo-bengoismo-en-torre-ejecutiva/ ) hacíamos referencia in extenso a la figura de Díaz, a partir de unas tan sugerentes como misteriosas citas, al confirmar su nombramiento.

Sin embargo, volvemos a su figura no porque el Dr. Díaz posea las facultades anticipatorias de Cesare, sino porque sí parece poseer otras, tanto o más importantes y, a la vez, inquietantes: la de imaginar el futuro, transformarlo en ideas y luego, a esas ideas, convertirlas en realidad.

Cuando recién egresado como Abogado, ingresa a la Judicatura como Juez de Paz, y un lustro más tarde, es ya un joven Juez Letrado, quizás Díaz haya empezado a soñar con ser el artífice de la mayor reforma del Código del Proceso Penal llevado a cabo desde el aprobado en el régimen militar en 1980. De la misma forma, haya soñado con producir una reforma en la Fiscalía General que, años después, produciría un auténtico giro copernicano al servicio fiscal.

En esa columna, y basándonos en la cita a la autora albanesa Lea Ypi del acápite, intentamos ver el futuro de la Justicia en particular, y la democracia uruguaya en general, mirando a este pasado inmediato que tiene a Díaz como principalísima figura.

Dejamos allí sentada nuestra opinión que el funcionario, que en unos pocos días y sin haber asumido funciones parece acumular poder de manera vertiginosa, irá por un Ministerio de Justicia que, aunque no se lo reconozca, recogerá la Doctrina Bayardo Bengoa en cuanto a que “en la relación de poderes, no debe primar el principio negativo de la separación -tradición republicana intocable, salvo en dictadura- sino el de la natural preeminencia del Ejecutivo (los Vistos 4 y 5 del Acto Institucional 3, de 1976, son bien ilustrativos al respecto.

 Si la inseguridad es un problema, Interior debiera ser solución.

<<La historia es la consecuencia, no solo de los actos de las personas, sino también de su desmemoria” Salman Rushdie (Ciudad Victoria)>>

 Contrariando todas las especulaciones previas, que ponían en el Ministerio del Interior, clave para cualquier gobierno y donde las señales eran que se acudiría a una figura muy vinculada a los exitosos fracasos del pasado, la sorpresiva designación para ese cargo del -hasta ahora- Fiscal Carlos Negro, sacudió el tablero. Y lo hizo por varios motivos.

El primero, porque, otra vez debemos volver a Díaz, en tanto parece evidente que la designación proviene del Piso 11, teniendo en cuenta la íntima amistad que les une a ambos, la extensa relación profesional en Fiscalía, y al anuncio previo del futuro Pro-Secretario en el sentido de que se estudia la creación, en su órbita, de un Organismo encargado de la “coordinación de los servicios de seguridad”. Más claro, agua.

El segundo, porque si algo caracterizó a la Fiscalía General tras la renuncia de Díaz, fue la constante filtración de datos -en teoría secretos-, siempre relacionados con casos vinculados con el gobierno, y siempre hacia un par de periodistas en particular: Gabriel Pereyra y Eduardo Preve.

El caso es que, por mero accidente, un tuit del primero e inmediatamente borrado referido a una presentación que iban a realizar los Senadores Bianchi y Botana, representados por el Dr. Enrique Moller, fue objeto de una captura de pantalla por parte del periodista Orlando Petinatti, dejando en evidencia que el inmediato borrado obedecía a que la infidencia provenía del Fiscal Negro que aparecía como remitente del mensaje.

Tal situación, la de un Fiscal filtrando información reservada a un periodista, referida a actores políticos de primera línea con inequívoca intencionalidad política debió haber sido un escándalo de marca mayor, seguido por un Sumario y destitución. Sin embargo, nada de eso sucedió. ¿Por qué?

Lo dice el propio Fiscal Negro en esta entrevista del periodista Alfredo García en el “Semanario Voces” del 23 de marzo del corriente año, que, paradógicamente, se titula “Decir que la Justicia es reducto de un Partido es un disparate”. Y después dice lo que dice, esto:

Lo que está mal es trabajar políticamente para construir una candidatura desde la fiscalía. Es ética y funcionalmente ilegítimo.

Aparte, si nosotros los fiscales filtramos, cometemos delito. Me echan y voy preso por revelación de secreto. El abogado particular no puede, y sin embargo no tiene sanción. Pero parece que los que más promueven este fantasma de la filtración en la fiscalía son algunos abogados. Justo esos abogados que no tienen sanción si filtran. Ellos pueden filtrar cuando les conviene, y no tienen sanción. ¿Quién está más sospechado, el que no tiene sanción o yo, que sí la tengo y encima me echan y me mandan preso?
¿Es muy difícil controlar las filtraciones internamente?
Aparte hay otro punto. La filtración puede ser la más ilegítima de mundo. Si es ilegítima, es una filtración y está mal, perjudica a un número de personas determinado. Pero después que sale de ahí, ya no es más filtración. Cuando lo leo en la prensa, es información.»

Negro, denunciado, archivado, de Fiscalía al Gobierno

No menor, es otro episodio en el que Negro resultó denunciado por su (por entonces) colega Gabriela Fossati por presiones y amenazas, cuando era esta quien tenía a su cargo la investigación del “Caso Astesiano” y había citado al ex Jerarca del Interior Gustavo Leal.

Tras el anuncio de Fossati que Leal había sido notificado que sería investigado como presunto implicado, se desató una dura interna en la FGN que se laudó con el archivo de la denuncia de Fossati contra Negro, el carpetazo del asunto que involucraba a Leal –sin que se aclarara nunca lo del por qué su viaje al Chuy, la visita a los padres de Astesiano y una conferencia de prensa para un jueves que nunca llegó– y, por supuesto, la renuncia de Fossati a su calidad de Fiscal.

Una Fiscalía Partidizada

“El enemigo más astuto no es el que te lo quita todo, sino el que poco a poco te acostumbra a no tener nada” Roberto Saviano (La belleza y el infierno)

Un aspecto que, por su gravedad institucional, no deberíamos dejar pasar por alto es el de que, sin que este columnista recuerde un antecedente similar, es la primera vez que se designa Ministro a un Fiscal en funciones. Aunque más no fuera para guardar las formas, Negro debió renunciar a priori de que se hubiera hecho pública su designación, y no después.

No es un tema menor. Es la confirmación lisa y llana de que, las reiteradas denuncias hechas desde el Parlamento por parte de legisladores oficialistas, en cuanto a la partidización de la Fiscalía General dirigida –in nómine de Díaz- por el Dr. Juan Gómez, era una verdad incontrovertible. Como decía la Dra. Bianchi, implacable denunciante de este hecho -tan chavista, tan poco republicano- “la verdad es hija del tiempo”.

Cómo será la cosa que hasta Chasquetti, cuña del mismo palo, declaró que la designación le hace mucho daño a la Fiscalía…que en general hay fiscales que hacen carrera política, pero primero renuncian…un salto como éste nunca lo había visto…»

Si a todo esto le agregamos la designación del ex Director de Policía Nacional Inspector Mario Layera como Director de la SIEE (Servicio de Inteligencia Estratégica del Estado), que por sí misma merecería un capítulo aparte solamente para recordar la de polémicas -en casos nunca del todo aclarados- donde Layera siempre terminaba apareciendo, también dependiente del Piso 11, Díaz tendrá injerencia directa en la Policía, la Inteligencia, la Fiscalía General, y, Ministerio mediante, en la Justicia. Tras cuernos, palos.

Recalculando, actualicemos el GPS

 

“Algunas veces los hechos se convierten en serios enemigos de la verdad” Amos Oz

Comentar la política nacional, al contrario de lo que sostienen algunos que todo sucede a ritmo de tortuga artrítica, hay que poner cabeza fría y, cada tanto, alejar el objetivo para intentar ver el cuadro completo, para no dejarse llevar por las puestas en escena hechas para entretener incautos.

El objetivo era hacer un análisis del recién confirmado Gabinete ministerial. Salvo algunas apreciaciones que parece oportuno hacer, detenerse en ello, sería quedarse en los árboles sin intentar entrar al bosque.

Respecto del Gabinete, a contracorriente de la opinión mayoritaria, el columnista cree que es el mejor gabinete frenteamplista desde 2005. Para sus fieles, salvo por la presencia de ese perfumado paracaidista, frenteamplista de ocasión y habitual ocupante de los púlpitos del gran capital que es Gabriel Oddone, el resto es exactamente lo que el votante del emePepe esperaría. Militantes probados, fieles de la causa, fogueados en las luchas populares, equipados con la liturgia que la hegemonía cultural requiere, todos inclusivos, transversales y transaccionales, pondrán toda su sapiencia en la materia clientelista para asegurar que el Estado sea el “poncho frenteamplista”, o sea, del pueblo.

Si acaso, por lo menos hoy y ahora, en esta nota, nos quedaremos con la referencia ya hecha al futuro ministro de Interior Carlos Negro, por los motivos ya explicados, y nos detendremos en la del Ministerio de Defensa por las razones que en adelante se dirán.

Atemos un Lazo en Defensa

 

“Para gobernantes de cierta clase, peor que no ganarse el respeto, es empeñarse en hacerse respetar” José Luis Peixoto (Comida de domingo)

Hay que decirlo desde ya: para la coalición que asumirá gobierno, mayormente por cuestiones ideológicas y salvo en las cuestiones atinentes “al pasado reciente”, como eufemísticamente insisten en llamarle a la dictadura muerta de muerte natural hace casi medio siglo, Defensa ha sido siempre la cenicienta.

Empero, por un par de motivos que, seguramente, estén relacionados, ello parece haber cambiado.

Una, es la reiterada alusión desde la Chacra a que, para el Frente Amplio fue una materia pendiente no haber podido infiltrar a las Fuerzas Armadas para, según el modelo del Foro de San Pablo, convertirlas en las fuerzas armadas del pueblo. Viniendo de Topolansky y su rol cuasi co-presidencial, tal cosa no podía caer en saco roto, y, de hecho, no lo hizo en tanto se recoge en las Bases Programáticas avanzar sobre los Planes de Estudio en la materia.

El segundo tiene que ver con la propia designación de la Senadora Lazo, de -por así decirlo- ecléctica carrera política dentro del sector emePepista, pero sin ninguna experiencia ni relación con la materia. No obstante, tal vez sí tenga que ver el hecho que, en oportunidad de conmemorarse el 70 aniversario del fracaso del Moncada por parte del jesuita Fidel Castro, Lazo haya sido la principal oradora en nombre del Frente Amplio “alabando el faro de luz que, para la libertad, ha significado la añosa revolución de los Castro.

No sería de dudar que, como sucedió con la “Operación Milagro” -el paciente lector sabrá disculpar, pero todo lo que venga del régimen cubano debe ser dicho entrecomillado- estén pensando en un Programa de Intercambio y Capacitación en Defensa. Es notorio que, un régimen de una intrascendente isla que ha “resistido heroicamente” el “salvaje bloqueo imperialista” durante 6 décadas, tiene mucho para enseñarnos. La lucha “por la libertad en Angola” también ha de ser otro capítulo digno de ser compartido con nuestros militares, tan de cabotaje ellos.

Nosotros, los magnánimos

 “Todas las cosas comienzan en la inocencia. Es decir, en la ignorancia” J.C. Oates (Fantasmagórica)

 

El “Operativo Domingo Arena” para excarcelar a militares presos por supuestos delitos de lesa humanidad, ya en marcha y que hoy mismo conoce un nuevo capítulo con las declaraciones delictivas de la delincuente confesa Lucía Topolansky, reconociendo que se juzgaron militares en base a testimonios sabidamente falsos, junto con la desvergüenza del presunto perpetrador de los desatinos (el Fiscal Perciballe, ¡otra vez Jorge Díaz!) aconsejándole, muy suelto de cuerpo, que presente denuncia, habla de algo mucho más profundo.

En una nueva movida a varias bandas, los Tupamaros buscan regalarle a Orsi una banderita para sentirse Mandela por un día, de paso clavarle un puñal al gobierno saliente (nosotros hacemos lo que ustedes no se animaron a hacer), consiguen una más que probable buena voluntad de un par de manos cabildantes votando con el futuro gobierno, y hasta, de propina, capaz que olvidan que Manini pierde sus fueros.

Con todo ello, para la interna militar es un poderoso mensaje que buscará abonar el camino hacia la infiltración y adoctrinamiento de la izquierda en las Fuerzas Armadas.

Este aspecto, que es parte del bosque, pertenece a un todo más amplio, profundo y ambicioso: el proyecto de acumulación de poder que, cada vez con mayor nitidez, aparece tras las aparentes inocentadas de la pareja de la Chacra, con un Mujica que ya, definitivamente, se ha vuelto a colocar los postizos.

Es, a no dudarlo, el propósito principal de este período: consolidar la hegemonía cultural, que se traducirá en una oposición -en el mejor de los casos- desarticulada, con factores jugando un papel de “falsa oposición” que buscará iniciar “la política de la eternidad” –expresión acuñada por el historiador Timothy Snyder a la que nos hemos referido anteriormente- que ameritará, seguramente, su desarrollo en una nueva nota.

Así está el país, amigos.