Escribe Alfredo Bruno
“Pensar fuera de la caja” es una metáfora que significa pensar diferente, de manera no convencional o desde una nueva perspectiva. La expresión fue impuesta por consultores y coachs de administración en los 70 y 80 y en los últimos tiempos por estos lados se sumaron las referencias al “balde” o al “termo”, como los elementos que impedirían esa línea de pensamiento.
La Intendencia de Montevideo, empero, parece aferrarse al elemento clásico de la caja, tal vez a falta de papeleras, y calzarla bien ajustada en su cabeza. Veamos por qué.
“Vidas Encajonadas” y vidas encajonadas.
Claudio Rama es una referencia insoslayable en el ámbito cultural uruguayo. No solo por ser hijo del escritor y periodista Ángel Rama y la poetisa Ida Vitale, sino por sus propias y multifacéticas actuaciones, en diversos ámbitos.
Abogado, Economista y experto en educación, Rama se ha desempeñado en la función pública como Director del Instituto Nacional del Libro, Canal 5 y el SODRE, en tanto en los últimos años ha trabajado incesantemente en el exterior, como Profesor de varias Universidades y consultor internacional en temas de educación, mientras que actualmente es el Director Académico de la Universidad de la Empresa en nuestro país.
Asimismo se dedica a coleccionar máscaras etnográficas de Latinomérica, y como creación propia se abocó últimamente a la producción de esculturas efímeras, con materiales reciclados, que se ambientan en el interior de pequeñas cajas, cada una de las cuales narra una situación especial, con el apoyo de un texto que explicita el concepto de cada obra.
Estas creaciones han sido presentadas en forma gráfica en diversos medios de comunicación y así se llegó a plantear la idea de una exposición por parte del Centro de Investigación, Documentación y Difusión de las Artes Escénicas (Ciddae), que suele hacer exposiciones en la sala Estela Medina, ubicada en el subsuelo del Teatro Solís. Así, se llegó a un acuerdo meses atrás, en abril, para realizar la muestra, que se extendería desde el 14 de noviembre al 25 de febrero de 2024.
No obstante, el 25 de julio se recibió un mail de la Dirección del Teatro Solís, el cual manifestaba en su parte medular que “El Teatro Solís solicita que las propuestas artísticas que se programen en los espacios del teatro aborden una perspectiva inclusiva, tanto en el lenguaje oral, escrito y visual. Esto implica la actualización de los textos de la propuesta artística…Entendemos la comunicación desde una perspectiva inclusiva. El lenguaje oral, escrito y visual se desarrolla pensando en las y los receptores, emitiendo mensajes libres de estereotipos”.
Es decir, que la obra artística debía ser modificada para adecuarse a los requerimientos de perspectiva inclusiva “del Teatro Solís”.
Pasó Kafka y dijo que es una exageración…
Obviamente, el Teatro Solís es un edificio y por ende no solicita nada, ni entiende a la comunicación desde perspectiva alguna, por lo que Rama decidió entonces ponerse en contacto con la Dirección del Teatro Solís, titular de la solicitud y del entendimiento perspectivo.
Para ello procuró sin éxito en reiteradas oportunidades acceder a la Directora de la más que centenaria casa mayor de la cultura nacional, Sra. Malena Muyala, quien en ningún momento pudo encontrar un hueco en su agenda para atender al artista y Dr. en Educación y Derecho, Economista y Director Académico de la Universidad de la Empresa Claudio Rama.
Así hasta el martes pasado cuando, según informa Búsqueda en su edición del jueves en nota de Silvana Tanzi, “Rama recibió sorpresivamente una carta a modo de constancia firmada por la directora en la que confirma que la muestra se realizará entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 en la sala Estela Medina. La breve carta no especifica qué pasará con los textos ni cuáles serán los criterios para llevarla a cabo.”
Vale decir, el autor debería entregar sus obras y esperar a la apertura de la exposición para saber que se habría hecho con ellas, si el objeto artístico habría sido respetado o si por el contrario se le aplicaría “de oficio” la censura anunciada, haciendo que sus “Vidas encajonadas”, cual era el título de la muestra, se convirtieran en “Vides”, “Vidxs” o “Vid@s”.
Responsabilidades
Naturalmente, en tanto Rama no es un mercader del arte ni un complaciente rapsoda palaciego, desistió de inmediato en avalar con su participación esta triste bufonada.
Lo extraño es que, al igual que la culpa, este acto de censura no tiene padres conocidos, en tanto al no haber podido acceder a un diálogo con la Dirección del Teatro Rama no tuvo forma de conocer el origen real de la anatema.
Solo supo, en nota firmada por la Directora, que “el Teatro Solís solicita” y que “entendemos la comunicación desde una perspectiva…”, sin poder definir estrictamente quien habla en nombre del Teatro Solís y a quienes engloba ese plural mayestático.
Así las cosas, solo nos cabe suponer, en base al organigrama de la Intendencia de Montevideo, propietaria y administradora de la sala.
Podemos suponer entonces que esta situación se debió a la voluntad de su Directora, la cantante y compositora Malena Muyala, nombrada en ese cargo directamente por la Intendente Cosse, a quien le dedicara una canción durante la campaña electoral, luego de que el fallo del tribunal descartara a todos los finalistas de un polémico y conflictivo concurso por esa Dirección.
Muchas gracias por esta canción @MalenaMuyala, es hermosa y me emocionó. Admiro mucho tu arte y es un honor que me hayas hecho este regalo. Llega en el momento justo, la voy a escuchar muchas veces. El destino es caminar. No es casualidad que hoy nos encontremos en el camino. pic.twitter.com/MglgEtV26m
— Carolina Cosse (@CosseCarolina) September 25, 2020
No obstante, este insuceso pudo deberse también a políticas establecidas desde el área superior de la administración, a saber Promoción Cultural, de la cual depende el Solís, al mando de la Sra. Débora Quiring, periodista y editora de Cultura de La Diaria.
Ahora bien, esta división integra la Dirección de Cultura, a cargo de María Inés Obaldía, quien según se ha manifestado fue quien eligió a Quiring para el cargo, ya que la conocía a través de sus notas periodísticas.
Por ende, tal vez la decisión de censurar materiales artísticos haya sido de la titular de Cultura, Obaldía, quien transmite la impresión de estar siempre presta a interpretar cada gesto o sonrisa de Su Superiora.
Cuadrar la caja
En definitiva, como sabemos que en Montevideo el último que quiso renunciar fue Zabala (y no lo dejaron) tampoco tiene mayor importancia conocer al/la responsable. El mismo o la misma seguirá en sus funciones sin problemas y si por un milagro se llegara a levantar un clamor público en torno al tema el mismo será clausurado con referencias al cambio climático o negando que existan acomodos.
Lo importante son otras cosas. Tres cosas, fundamentalmente.
Primero que, como anunciara ayer en Twitter nuestro Compañero Rodríguez Puppo, comenzó a circular espontáneamente una Carta Abierta en repudio a la censura sufrida por Rama, lo que demuestra que no todo está perdido y que aún quedan quienes no dudan en defender sus convicciones aún a costa de enfrentarse a un duro poder ejercido con mano de hierro.
En horas tendremos noticias d 1 atropello q se le hizo por parte d conocida artista uruguaya (q ahora es Directora cultural de la IMM) a otro artista compatriota en 1 acto q por ser generosos tuvo 1 actitud d neto corte fascista. Ampliaremos ni bien se difunda la carta con firmas
— Juan Ramón Rodríguez Puppo (@rodriguezpuppo) September 11, 2023
Segundo, que al hacerse pública esta situación las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura resolvieron acoger esta muestra, en lo que el artista definió como «un espacio de libertad».
La exposición se exhibirá a partir de febrero próximo en la Sala Idea, de la calle San José 1118, según acordaran en una reunión sostenida ayer en el MEC entre Rama, la Directora de Cultura del MEC Mag. Mariana Wainstein y el Ministro Dr. Pablo Da Silveira.
Por último, pero no por ello menos importante, quedó demostrado más allá de toda duda que la cultura no puede manejarse con criterios burocráticos, de cumplimiento de determinadas perspectivas marcadas por Circulares Internas, a menos que se quiera emular a Il Braghettone y se esté dispuesto a tapar los desnudos de Miguel Ángel porque así lo ordena el Papa de turno.
Estoy seguro, y ya hablo a nivel totalmente personal, que ese fue el ánimo que motivó este triste episodio, donde aplicaron a una obra de arte los mismos formulismos que a un volante o una publicación en Instagram, y que por eso no hubo una mens rea consciente, alevosa y premeditada tras el auto censuratorio. Apenas un error gigantesco, inhabilitante, que nadie se ocupó de reconocer o enmendar luego.
Naturalmente, la administración de los bienes y valores públicos y el acervo artístico y cultural es una tarea complicada, llena de múltiples aristas para la cual el cantar muy bien, escribir excelentes artículos o hacer una dilatada tarea de divulgación no son la mejor preparación posible. Sumemos a eso la falta de un ADN pluralista y el combo es explosivo.
Por eso, más allá de expresar nuestro visceral rechazo a toda forma de censura, nos permitiremos apenas dejar constancia de un humilde pedido a las autoridades culturales del Departamento, expresado en un mensaje totalmente libre de estereotipos e inscripto en una perspectiva inclusiva, pensando en las y los receptores: ¡Señoras, no sean ignorantas!
Gracias desde ya