La presentación de los resultados preliminares sobre fallecidos en el tránsito en 2023, confirma nuevamente el estancamiento que lleva ya casi una década, sin mejoras en la siniestralidad vial, observando un incremento muy importante a nivel departamental, que opacó las mejoras que se observaron en rutas nacionales.
Se presentó recientemente el informe de resultados de la gestión de la seguridad vial del período enero-noviembre 2023, por parte de UNASEV, confirmando que continúa el estancamiento en los resultados, no logrando mejoras significativas.
En este período se contabilizaron 394 fallecidos, lo cual representa un insignificante 2% menos con respecto al año anterior.
En promedio son unos 35 fallecidos mensuales, por lo cual al incluir la cifra de fallecidos estimados para diciembre, alcanzaremos los 429 muertos en todo el año 2023, cifra igual a la de años anteriores, sumando un año más de estancamiento en los resultados de la gestión de la siniestralidad vial.
En los escuetos datos presentados en este informe preliminar se puede observar dos tendencias contrapuestas.
Mientras las cifras han mejorado a nivel de rutas nacionales, lo cual se adjudica a la mejoras en infraestructuras y a la colocación de radares de control de velocidad, a nivel departamental, las cifras han presentado un incremento notorio, del 13%, que prácticamente anuló la mejora obtenida a nivel de rutas nacionales, la cual representó una baja del 15% en fallecidos.
Al analizar los resultados de la gestión 2022, ya afirmamos que lejos de una mejoría, que UNASEV mencionaba en base a un insignificante dato de 3 fallecidos menos, lo que se podía notar era un estancamiento de varios años en la evolución de la seguridad vial, manteniendo más que una tendencia descendente, una meseta con un notorio estancamiento, que se evidencia en la línea amarilla que trazamos sobre la gráfica de resultados, manteniendo hoy en día, cifras de la misma magnitud que en 2016, lo cual muestra 8 años de estancamiento, casi una década.
En una década, se supone que tendríamos que haber bajado los muertos en el tránsito a la mitad. Muy lejos estamos de pensar siquiera en aproximarnos en alguna forma a esa meta.
UNASEV y su fracaso en reducir la siniestralidad
A nivel departamental predominan ampliamente los siniestros que afectan a usuarios vulnerables, principalmente motociclistas, además de peatones y ciclistas en menor proporción.
Los motociclistas representan el 50% de los fallecidos a nivel departamental, y más del 65% de lesionados graves.
Y la peor noticia, es que lejos de observar una reducción, se observa un incremento sostenido y persistente en la mortalidad de los motociclistas.
https://contraviento.uy/2023/12/06/motociclistas-una-dramatica-sangria-diaria-que-nadie-quiere-ver/
Si consideramos sólo los motociclistas, el anunciado descenso de un 8% con respecto al 2021, se ve opacado por lo que en realidad es un incremento del número de motociclistas muertos, comparando los 206 actuales del 2022, con los 199 del 2020 y con los 175 del 2019.
Son 31 motociclistas muertos más que en el 2019, lo cual representa un incremento del 17% en la cifra de motociclistas muertos.
Es evidente que a nivel de motociclistas predomina ampliamente el descontrol, el incumplimiento de normas básicas de circulación, la adopción de conductas de riesgo propio de una población joven y con bajo nivel educativo en la mayor parte de los casos, además de un parque automotor que carece de las medidas más elementales de seguridad y calidad.
El porcentaje de motociclistas que circulan sin libreta de conducir, o con vehículos en situación irregular, o sin matrícula, es elevadísimo, superando largamente el 25% en muchos departamentos.
Ley 19824
CAPÍTULO I – DE LOS ELEMENTOS DE SEGURIDAD PASIVA Y ACTIVA PARA LOS VEHÍCULOS
Artículo 2:
Los vehículos cero kilómetro propulsados a motor, de tres ruedas o menos que se nacionalicen en el país para las categorías que se establezcan en la reglamentación de la presente ley, deben contar con encendido automático de luces cortas o diurnas, sistema antibloqueo de frenado ABS o CBS, según cilindrada o potencia, neumáticos y espejos retrovisores o dispositivos de visión indirecta certificados.
La ley de tránsito aprobada en 2019, que exige mejores motocicletas, con mejores frenos, mejores luces, cubiertas certificadas, y otras mejoras en la calidad de los vehículos, sigue aún, a 4 años de aprobada, sin ser reglamentada, por lo cual se siguen importando vehículos de muy mala calidad, entre otras cosas, motos que no frenan adecuadamente en el 95 % de los casos.
https://www.clarin.com/ciudades/peligro-ruedas-solo-20-motos-frena-bien_0_v0EtWaNLY.html
Por otro lado, siguen sin encarar mejoras en la infraestructura vial, que hagan menos riesgosas para los motociclistas las vías de tránsito.
Hay muchos casos de muertes en motociclistas por choques contra alcantarillas, o postes y columnas de hormigón, al borde o en el centro de avenidas y rutas departamentales.
No hay plan de acción con metas establecidas, ni hay urgencia aparente, para encarar el tema de la siniestralidad en motociclistas, ni a nivel de UNASEV, ni en el Congreso de Intendentes, ni en cada una de las Intendencias en particular, tampoco a nivel del MSP, ni en la Policía Caminera o la Policía de Tránsito,
La ausencia de políticas públicas por parte del MSP, es inentendible, dado que es la principal causa de muerte en la población joven, determina la ocupación de un gran porcentaje de camas de CTI, y además es quién debe lidiar con las consecuencias de estos siniestros asumiendo todos los costos de atención sanitaria a través de ASSE o el FONASA.
Por su parte, el organismo rector de las políticas públicas de seguridad vial, la UNASEV, en su escueto informe, destaca como una de sus políticas, la formación o educación en el tránsito.
En nota que publicamos en CONTRAVIENTO, ya hicimos mención a la falta de resultados que se sabe tiene la educación como política para mejorar la seguridad vial.
De este artículo quiero destacar los párrafos finales con los que cierro la nota:
“Mientras tanto en Uruguay, UNASEV establece en las conclusiones de su informe anual sobre siniestralidad vial 2021:
“Si bien está claro que este es un tema multifactorial las herramientas más fuertes y eficaces para conseguir resultados siguen siendo para nosotros: la educación, descentralización, fiscalización y coordinación.”
En una nota de prensa en su paso por Paysandú, el Escribano A. Draper, Director de la UNASEV manifestó: “En este sentido, indicó que “estamos muy confiados en la educación”
Es llamativo que se considere una de las herramientas más fuertes, una herramienta que está demostrado, no da ningún resultado.”
Pero además, aunque por algún milagro la educación diera algún resultado, las cifras que presenta UNASEV en su informe confirman la ineficacia absoluta de la tarea emprendida como una de sus políticas principales para mejorar la seguridad vial.
Observen que se presenta como un logro que a lo largo de una década se logró educar a 9000 conductores, de los cuales la mitad son funcionarios policiales y fueron instruidos en control de drogas.
En un universo que supera el millón de conductores, pretender que la educación va a cambiar la seguridad vial, abarcando apenas a 9.000 individuos, es por lo menos ilusorio. Representan menos del 1% de todos los conductores.
https://www.elpais.com.uy/negocios/empresas/parque-automotor-suma-mas-de-2-5-millones-de-vehiculos
De este universo de vehículos, en realidad la estimación de vehículos activos es bastante menor, rondando el millón de unidades: “Mientras tanto, la encuesta continua de hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) aporta información acerca de los vehículos de uso particular que son propiedad de los hogares uruguayos, que significa una cuota menor sobre el total del parque automotor. El último relevamiento muestra que hay 656.487 automóviles y camionetas, además de 433.104 motos y ciclomotores.”
En conclusión:
Prioridades equivocadas en gestión de la seguridad vial explican estancamiento de resultados de la gestión durante la última década.
El incremento constante de la siniestralidad a nivel departamental, augura malos resultados a futuro, dado la ausencia de políticas públicas que aborden sobre todo el problema de las motos en el tránsito.