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Contraviento

¿De qué Seguridad hablamos?

3 abril, 2024
delgada línea azul seguridad pública en uruguay
Por Alfredo Bruno

Naturalmente, en Uruguay somos más de tres millones de expertos en seguridad pública. No obstante, en épocas electorales algunos toman más relevancia, lo que no quiere decir necesariamente que se encuentren más capacitados.

Así, podemos apreciar que tanto los “expertos famosos” como los tres millones restantes tienen características muy similares. Ambos tipos cuentan con una amplia capacidad de análisis y diagnóstico, así como con instrumentos mágicos que, aseguran, solucionarán todos los problemas y que guardan en dos cajas de herramientas, llamadas “Código Penal” y “Constitución”.

Unos y otros, los de “Academia” y los de boliche, dan por sentado que con reformas legales y la renuncia a derechos y garantías constitucionales el crimen frenará su avance y el delito caerá significativamente.

No es la intención de esta columna abordar esas afirmaciones, ya sobradamente rebatidas a nivel nacional e internacional.

Apenas nos proponemos intentar el abordaje del tema desde el punto de vista aspiracional, planteándonos la hipótesis acerca de si realmente se quiere frenar el delito, o mejor dicho ponerle límites en tanto el mismo es intrínseco a la condición humana y no puede ser eliminado.

Para ello, obviamente, lo primero es analizar la realidad a través de los números.

Nuestra Policía Nacional y sus colegas en el mundo

Más allá de que algunas fuerzas militares tienen también funciones policiales tomaremos en cuenta a los efectos de esta columna solamente al Ministerio del Interior.

Para ello nos remitiremos al informe publicado el 6 de octubre del pasado año, en relación a la “Fuerza real del Inciso y Comisiones del Ministerio del Interior durante el año 2023”.

Allí nos encontramos con la cifra final que arroja un total de 30.540 funcionarios, lo que ha llevado a que muchas veces se maneje que Uruguay es uno de los países con mayor cantidad de policías por habitantes.

30540 funcionarios Ministerio del Interior

En efecto, esa cifra podría despertar la envidia de muchas de las principales ciudades del mundo.

Por ejemplo, el famoso Departamento de Policía de Nueva York, NYPD, encargado de la seguridad de casi 8.5 millones de habitantes, cuenta con 33.612 funcionarios uniformados y 16.546 efectivos civiles.

Es verdad que el Departamento de Bomberos es allí una institución separada, pero en cambio el NYPD tiene a su cargo la seguridad en puertos y aeropuertos, cosa que en nuestro régimen se comete a diferentes unidades del Ministerio de Defensa.

Más cercana a nuestras dimensiones, pero también igualmente famosa desde el punto de vista policial, la ciudad de Chicago reúne unos 2.7 millones de habitantes, cuya seguridad está a cargo de 12.408 funcionarios policiales, según nos ilustra la página 17 de su muy completo informe sobre integración racial.

Tras comprobar que Tracy Spiridakos ya no revistará en la fuerza, por lo que abandonamos nuestra idea de ir a delinquir a Chicago, la siguiente pregunta es sobre la relación entre funcionarios y población en los casos citados, la Gran Manzana, la Ciudad de los Vientos y nuestra penillanura suavemente ondulada.

Para eso, una vez más, vayamos a los números, ya en un estudio más detenido.

Más es menos.

La primera cifra obtenida, de 30.540 funcionarios del Ministerio del Interior, abarca a todos los Escalafones operativos. Vale decir, como muy bien señala el título, a la “Fuerza Real”.

La misma, empero, se divide en varios tipos, algunos destinados a tareas auxiliares en la lucha contra el delito y otros que nada tienen que ver en forma directa con esa función.

Sub escalafones dle Ministerio del Interior

En rigor, esa tarea le está encomendada al Subescalafón Ejecutivo, el que de acuerdo al Art. 47 de la Ley Orgánica Policial N° 19.315 de febrero de 2015, “son los que cumplen las tareas de orden público, prevención y represión de los delitos y demás funciones policiales.”

Ese grupo está compuesto por un total de 24.425 funcionarios. No obstante, en esa cifra se incluyen elementos que si bien tienen una destacada importancia funcionarial no se hallan en la primera línea de lucha contra el crimen.

Por ejemplo, los 348 integrantes de Policía Caminera, o los 1623 esforzados miembros de la Cenicienta del Ministerio del Interior, la Dirección Nacional de Bomberos.

Tampoco pueden contarse como “primera línea” a los 2520 funcionarios de cárceles, ni a los 308 de la Dirección de Educación Policial, entre otros.

Sub escalafón Policía Ejecutiva

Así las cosas, se hace necesario revisar las asignaciones de funcionarios ejecutivos por cada Jefatura Departamental, algo que puede mover a error involuntario, pero casi insignificante en lo estadístico, ya que el Personal Superior por temas orgánicos revista en su totalidad al servicio del Ministro del Interior, y solo se detalla en la planilla el destino del Personal Subalterno.

Nuestra (muy) delgada línea azul

El organigrama ministerial informa que en la Jefatura de Policía de Montevideo revistan 5608 funcionarios, a saber 249 Sub Oficiales Mayores, 262 Sargentos, 1771 Cabos y 3326 Agentes, en verdad la real “primera línea” o, como se dice internacionalmente, “la delgada línea azul que nos protege del crimen”.

En efecto, todos sabemos que la primera respuesta ante un hecho delictivo estará dada en primera instancia por Agentes.

Ahora bien, en tanto los mismos siguen siendo humanos tienen similares características y problemáticas que todos. Así, gozan de licencias semanales y anuales y libran por temas de salud o personales, en una rotación que se calcula en un 20 % diario. Por ende, esa cifra de 3326 Agentes en realidad debe sitiarse en el entorno de los 2.650, que a su vez deberá dividirse entre los tres turnos que se suceden a lo largo de cada jornada de 24 horas.

Mapa Seccionales Policiales de Montevideo

Con esa fuerza real deberán ser cubiertas las 25 Seccionales de Montevideo, las 4 Zonas Operativas, el área de Investigaciones, la Brigada Departamental Anti Drogas, etc.

Naturalmente, con esa cifra resultante deberán cubrirse además plazas de trabajo en apoyo, choferes, oficinistas, telefonistas, radiooperadores, visualizadores de cámaras, etc., los que naturalmente deben restarse al trabajo policial directo, donde solo podrá sumarse a los 754 Agentes de la Guardia Republicana, de un total de 1215 efectivos de ésta distribuidos a nivel nacional.

Obviamente, esa situación se replica en los 19 Departamentos. Por ejemplo, un habitante del Departamento de Río Negro cuenta con el eventual auxilio de 167 Agentes del subescalafón Ejecutivo en total, a lo que deberá restar las licencias,  dividir en tres turnos y repartir en todo el territorio departamental, a pesar de que obviamente sostiene con sus impuestos y obligaciones fiscales a la totalidad del aparato del Ministerio y sus 30.540 funcionarios.

En tanto la idea no es hacer entrar en pánico al amigo lector no nos extenderemos sobre otros problemas que afectan al mejor desempeño del personal. Por ejemplo, que solamente en Maldonado en diciembre del pasado año se dedicaban diariamente  78 policías y 13 patrulleros en forma exclusiva para custodiar apersonas que habían presentado denuncias de violencia doméstica, de un total de 556 Agentes disponibles en el Departamento, donde llegaron incluso a vivirse situaciones propias de una comedia de enredos en ese acciona, según crónica del colega Sergio Cesinaro.

Problemáticas similares habían sido señaladas ya en el pasado por el Ministro Bonomi.
Tampoco haremos caudal en la situación expuesta por la Oficina Nacional del Servicio Civil, donde en forma permanente ha sido el Ministerio del Interior el organismo con mayor cantidad de certificaciones médicas, lo que motivara airadas declaraciones del por entonces Ministro, sobre “4800 policías que se encuentran certificados y restan operatividad a la Policía”

Conclusiones… o comienzos.

Como decíamos, la idea no es generar pánico en el lector, ni que adquiera una katana y una ballesta, armas de eficiencia sobradamente demostrada en todo apocalipsis zombi.

Apenas situar el tema de la seguridad pública en su justa medida, para que esté atento y entienda que cuando alguien le hable de mejorar la seguridad pública con reformas legales, constitucionales, medidas de carácter social, poniendo más cámaras o estableciendo concursos para cargos de confianza  entienda que se encuentra frente a alguien que, en el mejor de los casos, no tiene conocimiento real del tema.

Para que los tres millones de expertos comiencen a interiorizarse en los secretos no tan ocultos de la seguridad real, dejamos a continuación el informe referido del Ministerio del Interior. Su lectura no será grata, pero es imprescindible para afrontar un tema tan serio.

A menos, claro, que sigamos en nuestro verdadero deporte nacional…