Saltar al contenido
Contraviento

Equilibrio digital: salud mental en tiempos de pantallas

26 junio, 2024

Estamos en la era digital -compuesta de nativos y de inmigrantes digitales- donde la tecnología es omnipresente -dice el grafiti «Dios es Wifi»-, nuestra relación con los dispositivos electrónicos ha transformado radicalmente nuestra cotidianidad.

Desde la forma en la que trabajamos, cómo estudiamos, hasta cómo nos entretenemos, socializamos, buscamos pareja y sostenemos amistades. La tecnología está en el centro de todo. Sin embargo, este constante «estar conectado» puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental.

Tomémonos un momento para explorar y observar cómo la tecnología influye en nuestro bienestar mental y qué estrategias podemos implementar para protegernos, en pautas de autocuidado, en este entorno digital.

Impacto de la tecnología en la salud mental

El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede llevar a una adicción digital, un problema y motivo de consulta cada vez más reconocido por los profesionales de la salud mental. Pasar un exceso de horas pegados a nuestros móviles, tablets o computadoras puede impactar en la calidad de nuestro sueño, reducir nuestra productividad al afectar la atención y concentración y aumentar el estrés y la ansiedad.

Uno de los factores que se ha visto como más perjudiciales, sobre todo en jóvenes, es la comparación social que fomentan las redes sociales, con su alto nivel de exposición. Al ver constantemente las versiones editadas, con filtros y retoques digitales, y perfectas -en apariencia e imposible- de la vida de los demás, es fácil caer en la trampa de sentirnos insuficientes.

Las investigaciones han demostrado que esta comparación constante puede llevar a desarrollar sentimientos de envidia, depresión y disminución de la autoestima.

Es una época de sobrecarga de información. Sabemos que información no es lo mismo que conocimiento. Estamos constantemente bombardeados con noticias, mensajes y notificaciones, lo que puede llevar a una sensación de estar abrumados y a un aumento de la ansiedad.

Esto tiene un correlato directo a nivel biológico puesto que estamos bajo el influjo de un exceso de dopamina. La incapacidad para desconectar y la presión de estar siempre disponible pueden afectar negativamente nuestro bienestar emocional.

BENEFICIOS POTENCIALES DE LA TECNOLOGÍA PARA LA SALUD MENTAL

Esta era digital supone desafíos y oportunidades valiosas para mejorar nuestra salud mental. Como ejemplo de esto podemos notar el fácil acceso a recursos y apoyos -muchos de ellos gratuitos, siendo que hasta el idioma no sería un impedimento porque tenemos los traductores instantáneos- que antes no lo era.

Hay una gran cantidad de aplicaciones y plataformas en línea que pueden ofrecer apoyo emocional y recursos para el bienestar mental.

La telemedicina y las consultas virtuales como la psicoterapia online han posibilitado que mayor número de personas accedan a servicios de salud mental desde la comodidad de su hogar. Esto es especialmente benéfico para quienes viven en entornos rurales o tiene dificultades para asistir a sesiones presenciales.

Las comunidades en línea y los grupos de apoyo pueden proporcionar sentido de pertenencia y apoyo emocional, puesto que esto constituye un factor protector en salud mental. Conectarse con personas que enfrentan desafíos similares puede ser una fuente valiosa de consuelo y motivación.

Esto también tiene su correlato orgánico con impacto psicológico y emocional, puesto que está comprobado desde las neurociencias que la escucha activa, sentirnos escuchados y mirados por otro, segrega la hormona del afecto y el vínculo: la oxitocina.

ESTRATEGIAS PARA PROTEGER LA SALUD MENTAL EN LA ERA DIGITAL

Es esencial establecer y mantener límites claros para conquistar un equilibrio saludable en nuestro vínculo con la tecnología:

Establecer límites de tiempo: define cuánto tiempo al día se pasará frente a los dispositivos y respetar estos límites. Se puede configurar el tiempo de uso de cada aplicación en el móvil, las cuales bloquean el dispositivo una vez cumplido el horario predeterminado. Desde el minimalismo digital, desarrollado por Carl Newport, se propone que para empezar este proceso de detox digital, se desinstale del celular las aplicaciones de redes sociales, se fije un horario al día para acceder a las mismas desde la computadora y pautar un horario para responder mails y mensajes por Whatsapp.

Practicar la desconexión: supone tomar descansos regulares de la tecnología. Se puede establecer e integrar en la rutina estas pausas respecto a la conexión digital. Se trataría de pequeños ayunos como puede ser a la hora de desayunar, en la pausa para almorzar, o por la noche para realizar la higiene de sueño.

Mindfulness digital: se trata de llevar conciencia al uso que hacemos de la tecnología. Nos podemos preguntar si el tiempo que pasamos en línea nos está aportando algo positivo, si es una conexión nutritiva, o si está generando estrés.

Gestión de notificaciones: podemos configurar en nuestro móvil recibir únicamente las notificaciones esenciales. Esto nos ayuda a reducir las distracciones y a mantener la concentración en lo que realmente importa.

Estableciendo límites claros, practicando la desconexión y siendo conscientes de nuestro uso digital nos estamos asegurando algunos pasos cruciales para mantener una relación saludable con la tecnología y universo digital. Al asumir estas estrategias de autocuidado podemos aprovechar los beneficios de la era digital sin sacrificar nuestro bienestar mental.

La clave está en el equilibrio. La tecnología puede ser una herramienta poderosa para el bienestar mental si se utiliza de manera consciente y controlada.